Han pasado tres días, supongo, igual que más da contar los días si desde ese día todo cambio mi sueño y hambre desapareció, y ya no tenía más ánimos de trabajar ni de regresar a mí casa.
.
.
.
.
.
Estaba solo.
.
.
.
.
.
Me entregaron mi paga $1 solamente pero no sé ya no… ya no sentía felicidad de recibir mi paga ni de comprar comida igual ya para que lo haría ya no tenía bocas que alimentar y yo ya no tenía hambre.Caminé hacia mi casa sin ánimos o felicidad. Cuando llegue entre y cruce aquella puerta me acosté en el piso, me sentía cansado no solo físicamente sino también mental estaba harto aquellas personas que se hacían llamar capataces solo era una bola de gente sin corazón y alma que solo nos explotaban y mataban, sin sentir algo de empatía por nosotros. Son unos miserables y egoístas, sentía furia y tristeza. Cada día, cada minuto, cada segundo… eran una tortura, vi las heridas en mis manos, heridas que me dolían algunas aun sangraban otras ya habían cicatrizado. Me dolía el estómago y la cabeza mis parpados cada vez se hacían más pesados así que cerré mis ojos y me dormí… para ya no volver a despertar…
FIN
Voten ✨
ESTÁS LEYENDO
La balada a la miseria
Short StoryUna historia basada en hechos históricos acerca de un hombre que sufrió maltrato y abuso durante el porfiriato perdiendo lo que más amaba...