Una enorme pared vacía

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Holaaa gracias por los 11k de vistas!!! Les traigo capitulito, muchas gracias por el apoyo y por leer!!! Los siguientes capítulos serán muy slice of life y todos son de más de 10k de palabras, así que háganme saber si son tediosos y aburridos para arreglarlo!! :D



—No pensé que cuando volviera a verte seria porque Gojo te embarazó — Maki lo miró mientras se servía agua de la pequeña jarra desde la barra de la cocina —¿Cómo fue que sucedió?

Toji rascó su nuca antes de llevar sus ojos hasta Yuta, que estaba sentado justo a su lado en el kotatsu con una pequeña y cálida sonrisa en su rostro —Megumi necesitaba pasar la materia.

—¿Y no hubiera sido fácil entregar cualquier otra cosa a cambio que no haya sido el trasero?

—¿Y perder la enorme mina de oro que es su manutención? Por supuesto que no.

—No has cambiado ni un poco, ¿Cuánto te va a dar? — Después de eso la chica llevó el vaso de agua hasta sus labios.

—Seguimos en pláticas, pero yo creo que seiscientos mil semanales suenan bien.

—Podrías pedirle más, a nosotros nos está pagando más por esto.

—¿Es así? — Toji se cruzó de brazos sobre el kotatsu muy interesado en el  tema mientras Yuta tomaba su vaso de agua entre sus manos.

—¿Puedo preguntar cuanto tiempo tiene? — Okkotsu se inclinó hacia él con una mirada curiosa, al parecer se refería al embarazo.

—Tengo...creo que entre trece y catorce semanas, el que sabe es Satoru, tiene el calendario en su celular.

—Wuaa, ya cuatro meses...— Yuta parecía un poco emocionado al respecto, tal vez quería tener hijos en un futuro.

—Nos explicó lo que sucedió, esos hijos de perra...— Maki cruzó uno de sus brazos sobre el otro que sostenía su vaso de agua mientras retomaban el tema anterior —Naoya es un enfermo, solo porque es la cabecilla ahora cree que todos los que pisaron alguna vez la finca le pertenecen, como si fuéramos peones de su juego de mierda.

No dijo nada, de verdad era desafortunado que no pudiera moverse como lo hacía antes por el bebé, porque si así fuera, podría encargarse de ellos con sus propias manos. En realidad, en estos días cuando meditaba sobre la situación, se arrepentía un poco de no haberse deshecho de ellos cuando pudo, pero no podía hacer nada, él solo quería vivir en paz, y ellos habían llegado y metido sus narices donde no les importaba.

—Seguramente ven el hecho de tener al hijo del sucesor de los Gojo como un acto de rebeldía hacia ellos, como si el mundo girara a su alrededor, ¿Y qué demonios con Naoya creyéndose tu dueño? Me da asco, quiero escupirle en la cara.

Era cierto, ese tipo...Toji nunca tuvo fe en los cachorros que nacían bajo el apellido Zenin, y aunque sonara miserable, Naoya solo era un cachorro alfa más del clan que despreciaba a los omegas de su familia como el resto, no sabe en qué momento lo comenzó a ver de esta manera, le asqueaba de solo pensarlo, ¿desde cuanto empezó a creer que era suyo y que le pertenecía? Lo había tratado como su incubadora personal de hijos, era obvio que solo lo veía como una propiedad, como un trofeo bonito para tener a su lado, mostrando orgulloso como un alfa como él pudo doblegarlo.

—Tuve que haberlos matado en cuanto pude, al menos a los que dan problemas todo el tiempo.

—Me encantaría poder hacer lo mismo, pero uno tiene una vida que mantener fuera del clan, quien lo diría...— Nuevamente su prima volvió a tomar de su vaso de agua.

Segundo no planeado [GoToji]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora