𝘒𝘪𝘴𝘴𝘪𝘯𝘨 𝘪𝘯 𝘛𝘩𝘦 𝘮𝘰𝘰𝘯𝘭𝘪𝘨𝘩𝘵. (PT.2)

Capítulo 1#

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"12 de octubre de 2023"

Una joven de tez pálida, se encontraba en la calle, caminando para así ir a la escuela. Las suaves brisas del viento ondeaban ligeramente los bordes de su falda, provocando que escalofríos recorrieran su piel, pues hacía frío. No había nada interesante programado para ese día, simplemente sería ir a clase, volver a casa, tocar el piano e ir a hacer algunos recados. O eso pensaba ella.

Al llegar al portón de su escuela, fue recibida por el profesor de guardia el cual de manera casi inmediata la dejó entrar. Tras entrar, caminó hasta un pequeño grupo conformado por tres muchachos y una muchacha, los cuales eran ruidosos. Con una sonrisa dibujada en su rostro, saludó al grupo.

—Hola.

El primero en saludar, fue un pelirrojo con aretes, quien de manera inmediata fue interrumpido por un rubio.

—¡____, has vuelto! —gritó el rubio, corriendo para darte un abrazo, el cual aceptaste.

—Pues claro que he vuelto. Solo falté por dos días, Zenitsu. —contestaste, separándote lentamente de este.

Tus ojos ahora se posaron sobre los del chico que fue interrumpido y le regalaste una sonrisa.

—Me alegra ver estas bien, ___. —habló ahora el pelirrojo, a lo que tú asentiste.

—¡Monjiro, dame comida! —exclamó un chillón ojiverde, de cabello negro y puntas azules.

Inevitablemente reíste con la menor de todos, la hermana de Tanjiro. Pues la situación era un tanto cómica.

—Inosuke, tan solo acabamos de entrar y desayunaste hace unos minutos. ¿Cómo es posible que seas así? —cuestionó con una mueca.

El pelinegro iba a reprocharle, hasta que fueron interrumpidos por la campana, la cual indicaba que ya debían de ir a sus respectivas clases.

—Será mejor que vayamos entrando. No queremos llegar tarde.

Propuso Tanjiro, a lo que todos asintieron y fueron juntos hasta el enorme edificio, dirigiéndose a sus clases.

Las primeras tres horas pasaron con tranquilidad, agradecías que no eran materias pesadas, sino artes, inglés y música, por lo que no te quejabas. Como de costumbre, pasabas el almuerzo con tus amigos en una pequeña mesa de madera, y al terminar ingresastes nuevamente a clase con el resto.

Las últimas horas se te pasaron más lento de lo normal, pero había un motivo por el que los miércoles te gustaban, y es que a última hora tenias historia con tu profesor favorito, Kyojuro.

Una vez las clases finalizaron, te despediste de tus amigos, los cuales tomaron direcciones distintas. Una vez lista, fuiste a salir por aquel enorme portón, hasta una voz masculina a tus espaldas llamo tu atención.

—____. —dijo el profesor de larga cabellera rubia y puntas rojas, con esa reluciente sonrisa que tanto te gustaba.

Te diste la vuelta, y le correspondiste casi de manera inmediata la sonrisa. Y antes de que pudieras decir algo, tu profesor habló primero.

—Me alegra mucho ver que te incorporaste de nuevo. ¿todo bien? —preguntó, sin borrar su sonrisa.

Te quedaste embobada mirándolo por unos momentos, hasta que finalmente hablaste.

—Pues si, estoy mejor, muchas gracias profesor.

De los labios del contrario escapó una pequeña risa y con esos preciosos ojos los cuales estaban achinados por su sonrisa miró los tuyos.

—Bueno, ____, espero que hayas tomado apuntes de los días que te has ausentado. Y ya no te entretengo, puedes irte.

Le agradeciste con tu sonrisa y te diste la vuelta, sintiendo tus mejillas picar por el rubor ligeramente. Al salir por el portón, un suspiro se escapó de tus labios y tomaste la acera de la derecha, para así tomar rumbo a tu casa.

Ibas tan tranquila caminando en tu pequeño mundo, cruzando la carretera con los auriculares puestos, hasta que el ruido de un coche pitando a centímetros provocó que te estremecieras, giraste tu mirada hacia este, el cual iba sobrepasando el límite de velocidad. Cerraste con fuerza tus ojos, esperando el impacto, pero nunca llegó. En cambio, sentiste unas manos agarrarte con fuerza, rodeando tu cintura. Y una voz provocó que abrieras tus ojos.

—Ey, niña. ¿Estás bien? —preguntó el desconocido.

Levantaste tu mirada, encontrándote con unos ojos de un morado oscuro que te analizaban con detenimiento en busca de algún rasguño. Te quedaste sin palabras mientras lo mirabas. Era alto, con una complexión bien constituida y ancha. Al igual que tenía una larga melena negra en una coleta la cual caía a lo largo de su espalda. Abriste tu boca, intentando vocalizar algo pero no podías. Sentías que todo pasaba en cámara lenta, el que casi te atropellaran y que ahora estabas frente el hombre más guapo que podías haber visto en tu vida. Hasta que su voz resonó por tus oídos nuevamente y despertaste de tus pensamientos.

—Te estoy hablando.

Dijo el mayor, con un tono de voz ligeramente cuestionable, lo que hizo que tuvieras los nervios a flor de piel. Torpemente asentiste.

—S-si, gracias..

Murmuraste en un tono de voz casi inaudible, y sus manos lentamente se deslizaron de tu cintura hasta soltarte.

—Deberías de tener más cuidado y ser más atenta, niña. —Tras esa breve advertencia, llevo una de sus manos hasta el bolsillo de su lujosa chaqueta, sacando unas gafas negras las cuales se puso.

Te dió un último vistazo antes de darse la vuelta y volver a emprender con su camino. Te mantuviste estática mientras lo mirabas, su espalda, su pelo, sus piernas, la forma en la que su cuerpo se movía con cada paso que daba..

Negaste con tu cabeza rápidamente, pensando en que probablemente no lo volverías a ver, y finalmente te diste la vuelta para así retomar el rumbo e ir a tu casa de una vez.

Una vez llegaste a casa, te deshiciste d uniforme escolar para así reemplazarlo por ropa más cómoda. Aprovechando que tus padres trabajan de tarde ese día, cerraste la puerta de tu habitación, bajaste la persiana y fuiste hasta tu cama.

Lentamente, metiste tu mano debajo de tu camisa, llevándola hasta tus senos, donde los acariciaste con mimo y enroscaste uno de tus dedos en tu sensible pezon. Tu mano derecha bajó despacio hasta tu short, donde introdujiste la mano, acariciando tu intimidad por encima de la tela de las bragas.

Pero quién diría que estarías pensando en un desconocido cuyo nombre no sabías..