Extra I. Obsession

2.7K 341 748
                                    

El sol comenzó a ocultarse para cuando el alfa se plantó frente a la entrada de la casa, o más bien mansión, la cual se alzaba frente suyo con dos plantas de puro silencio.

Volteando dio un vistazo a los cuerpos ya inertes de un par de guardias. No fueron muchos por lo que para él y su equipo no resultó un problema.

Asegurando que su arma se encontraba aún cargada Minho tomó el pomo de la puerta y sin titubear se abrió paso apuntando listo para disparar a cualquiera que quiera interponerse en su camino.

—¡Largo! —ordenaron sus guardias al personal de limpieza qué chillaban aterrados por sus repentinas presencias.

Aterrados y a tropezones corrían pasando de él para salir de la casa mientras Minho solo se enfocaba de buscar en cada espacio por algo que le sirva para no haber hecho esa entrada en vano.

Sus guardias comenzaron a recorrer toda la planta pero él estaba impaciente. Sin dejar de apuntar trotó escaleras arriba observando el panorama. El pasillo que lo recibió estaba silencioso y todas las puertas cerradas.

No estaba en su paciencia ser silencioso así que uno a uno comenzó a arrojar las puertas encontrando solo habitaciones sin uso y con aroma a limpio.

Abriendo la siguiente de una patada de golpe el nefasto aroma lo recibió.

Supo que era la habitación que estaba buscando. Guardando el arma comenzó a arrojar todo lo que hallaba, buscando un indicio de cualquier cosa con tal de salir victorioso de allí. Arrojando almohadas y pateando los cajones hastiado por no encontrar nada.

Al mirar a la puerta encontró a varios de sus guardias y al recibir una negación sacudió su cabello molesto.

—Nos retiramos..-

Su voz se vio interrumpida por una repentina melodía. Sus compañeros se pusieron en alerta de golpe abriéndose paso para darle acceso a él, quien no tardó en apresurarse fuera de la habitación mientras alistaba su arma totalmente alerta.

Fijo su mirada en la única habitación que no había revisado. La melodía provenía de ahí, y Minho solo pensó que sería absurdo que aquella rata estuviera escondido dentro, a sabiendas qué podrían encontrarlo más rápido.

Cautelosamente se acercó y plantándose frente a la puerta le ofreció una última mirada a sus acompañantes, dándoles una advertencia muda a que estén preparados. Tomando el pomo colocó el arma frente a él apuntando con firmeza dispuesto a matar si viera solo una hebra del cabello de su víctima.

Apretando el pomo tomó impulso y abrió la puerta haciéndolo estrellarse contra la pared y apuntó al instante siendo seguido por sus compañeros.

Algo lo desestabilizó. No fue empujado ni atropellado por nada pero pareció tambalearse cuando el aroma más malditamente dulce se filtro en sus fosas nasales, y en el extremo de esa habitación encogido a la defensiva unos ojos curiosos y firmes les devolvían la mirada a los suyos mientras todos se quedaban congelados en sus sitios.

A pesar de estar inmóvil sus manos no dejaron de seguir al nuevo omega intruso cuando se movió cauteloso tomando un aparato móvil y manejándolo. Al instante la molesta melodía proveyente de algún parlante dejo de sonar y todo quedo en un silencio sepulcral.

—No me avisaron que habría fiesta —Minho intento aterrizar cuando la socarrona voz del omega se hizo escuchar.

Cuando sus hombres intentaron acercarse finalmente reaccionó al notar que el omega ya estaba en posición listo para resistirse.

—Alto. Que ninguno se acerque —ordenó colocando el brazo para no permitir que se atrevan a avanzar.

A los ojos de Minho, el omega parecía dispuesto a matarlos si tuviera que hacerlo. Era extraño, parecía más seguro de él mismo que todos en esa habitación. Cuando era más que seguro que podían acabar con él en un pestañeo. Pero no se veía para nada dispuesto a dejarse hacer nada sin pelear.

Stay | Minsung #2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora