Spiderman y Estudiantes de Enfermería [Traducción]

Parte 1

Había libertad en las caídas, los saltos y la suave caricia del viento bajo sus extremidades. Volar no era un talento suyo, pero esto se acercaba bastante a la realidad. Jungkook se preguntó brevemente si así era como se sentía el Halcón. Con alas hechas a medida o no, probablemente encontró la libertad en el momento como él lo hizo. Es por eso que probablemente se lució un poco, dando vueltas en picado que lo impulsó más cerca del borde de la ventana de su cocina, con las yemas de los dedos tocando las paredes exteriores de concreto y pegándose sin esfuerzo a la estructura. Jungkook suspiró aliviado, el viaje a casa fue una descarga de adrenalina, pero el destino llegó siendo una felicidad de todos modos. Estaba exhausto, magullado y tal vez un poco hambriento, pero lo dejaría para la mañana, cuando tuviera la energía para cocinar una comida adecuada y no sólo llenarse la cara con un puñado de cereal y leche directamente de la jarra para evitar lavarlo.

Ya podía escuchar los reproches que recibiría de un Taehyung muy molesto. Su mejor amigo fue un regalo para su vida y se esforzó por no interferir con sus rutinas del día a día, pero ser Spider-Man significaba grietas en el piso y, a veces, dejar la leche afuera o la bolsa de cereal abierta para que se volviera rancia. Prometería no causar tanto daño esta noche. Es por eso que lentamente abrió la ventana, arrastrándose ágilmente hacia adelante y sobre el fregadero antes de que las almohadillas de sus botas tocaran el piso de madera. No había luces encendidas en el apartamento, un sencillo apartamento de dos dormitorios con habitaciones lo suficientemente grandes como para caber en una cama real, pero era su hogar. Escuchó atentamente los sonidos a su alrededor, registrando el ventilador en la esquina y el balanceo de una pequeña cadena que colgaba de una lámpara en el dormitorio de Taehyung. Le hizo sonreír, sabiendo que eso significaba que su amigo quedaría inconsciente en el escritorio donde estudiaba todas las noches. Taehyung era un estudiante de enfermería, inteligente, perfecto y muy adecuado para esa línea de trabajo.

Jungkook tenía que ser curado por él de vez en cuando, y eso sólo hacía que sus excusas por las heridas fueran incómodas. Seguro que quería contarle a Taehyung su mayor secreto, pero eso era peligroso y nunca arriesgaría la seguridad de su amigo. Pero Taehyung estaba empezando a pensar que había aterrizado en algún club de lucha clandestino. Probablemente eso era mejor que Spider-Man siendo él, trabajaría con eso.

Jungkook corrió por la cocina, apenas atrapando la preciosa planta de bambú que Taehyung adoraba mientras se lanzaba al suelo en su apresurada carrera por llegar a su habitación. Siempre olvidaba que esa cosa estaba ahí, las plantas no eran lo suyo después de todo. Sólo toleraba todas las malditas ollas alrededor de la casa por el bien de Taehyung. Llámalo crema, porque fue batido.

La primera parada, sin embargo, es la habitación de Taehyung. Jungkook debería cambiarse, sería lo más inteligente. Sin embargo, se dirigió silenciosamente de puntillas hacia la habitación del mayor, se asomó por la puerta y encontró la figura encorvada sobre su escritorio roncando suavemente. Siempre entusiasta de Taehyung, no pudo evitar que la sonrisa se curvara bajo su máscara y se deslizó hacia él. Rápidamente apagó la lámpara, agradecido por el sueño pesado mientras se quitaba la máscara y se ponía a trabajar para levantar al chico en sus brazos.

Taehyung era una criatura de hábitos. Escuela, trabajo, más escuela, luego a casa para comer y estudiar y a la cama. Esta no era la primera vez que Jungkook se encontraba cargándolo a la cama, pero no se quejaría. "Lindo." Fue todo lo que susurró, sonriendo al somnoliento Taehyung en sus brazos que ahora estaba murmurando. ¿Cómo se suponía que no iba a enamorarse de este hombre cuando era tan agradable y adorable? Era una tarea imposible de pedirle a nadie. Dejar que Jungkook se enamore de su mejor amigo ya era un trabajo en progreso con la vida en general. Un fotógrafo en apuros, un estudiante universitario y un amigable Spider-Man del vecindario que pateaba traseros y, en ocasiones, recibía una patada a cambio. ¿Por qué no incluir el amor no correspondido de un mejor amigo por si acaso? Felicitaciones al universo por eso. Realmente no lo vio venir.