Realmente era desalentador, verse en público y fingir una amistad por el rechazo a la sociedad. Algo prohibido que no estaba bien visto por la sociedad, pero a ellos no les importaba, solo importaba que estuvieran juntos hasta el final.
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La pareja del momento llega como siempre, tomadas de la mano y con una brillante sonrisa, todas las chicas de la escuela muertas de envidia por una pequeña unicornio afortunada de tener al chico soñado, un chico perro llamado DogDay que siempre irradia optimismo y alegría. Todas morían por una oportunidad con el, pero solo la pequeña unicornio CraftyCorn había podido robar su corazón, después de una pequeña pero hermosa declaración de amor delante de toda la escuela. Empezaron a salir y volverse la parejita más popular de la escuela.
No sé podía negar que la chica unicornio era la chica más bonita y perfecta que allá existido. Cualquiera aceptaría estar con ella, sin dudarlo. Así que no era de extrañar que el chico perro más popular del colegio allá aceptado salir con ella.
Detrás de ellos llegaba la segunda pareja, hablando muy animadamente, se podía ver una pequeña chica osa llamada Bobby, mostrando como de costumbre su radiante sonrisa, siempre mostrando su amor a todos y sobre todo a su novio, el cual era un chico gato llamado Catnap, introvertido y algo desinteresado de su alrededor. Solo dejando de lado su actitud y personalidad con su mejor amigo DogDay.
Y por último pero no menos importante, la parejita más inquieta y desordenada de toda la escuela, estaba conformada por una chica pollo llamada KickinChicken alegre y servicial, siempre dispuesta a contagiar su alegría y a su lado estaba su chico conejo, un increíble atleta y el juguetón del grupo. Siempre llamando la atención por meterse en problemas, pero era bien sabido que su novio Hoppy nunca podía quedarse quieto.
Como de costumbre, las tres parejitas pasaban por los pasillos de la escuela hablando y bromeando entré ellos, sin prestar atención a algunas sonrisas y suspiros entre chicas y chicos a su alrededor. Pero al tocar la campana los chicos del grupo se despidieron de sus respectivas parejas y fueron a sus salones, con la costumbre que se encontrarían de nuevo con sus chicas al estar en hora libre.
Los tres chicos populares fueron a tomar sus respectivos asientos juntos y prepararse para su clase.
Todo como siempre estaba perfecto, los chicos disfrutando su clase alegremente, mientras todos prestaban atención a la profesora Mis Delight. Sin embargo, un pequeño detalle estaba pasando desapercibido por todos y eran unas pequeñas miradas y sonrojos de dos chicos, que no querían dejar de jugar. Sin mencionar los pequeños roces con la cola de uno de ellos.
Al finalizar la clase, salieron y retomaron a la siguiente, la cual nunca fue agradable para dos personas en especial, les disgustaba cada que tomaban esa materia.
Al entrar Dogday y Catnap se sentaron en los asientos de atrás para pasar desapercibidos, realmente solo querían salir de esa clase y seguir sus vidas como si nada. Sin embargo, esta vez el pequeño conejo se sentó una fila más adelante qué ellos.
Al inicio de la clase todo marchaba bastante bien para lo que esperaban, hasta que la profesora de despidió con una pequeña “moraleja” a punto de finalizar la clase.
—Y recuerden mis niños, no está bien las relaciones con los de su mismo género, ya que es algo aberrante y cualquiera que vea algo parecido debe avisarnos y nosotras tomaremos las medidas necesarias —. Aclara, con cierta sonrisa cínica. Antes de despedirse de sus alumnos y retirarse del aula.
El pequeño gatito Catnap, enrolla su cola inconscientemente por la pierna de Dogday y el perrito puede notar su tensión y su disgusto por el comentario de la profesora. Dogday no se queda atrás y puede sentir cierto sabor amargo en su boca por el comentario.
Catnap se mantiene quieto y completamente sumergido en sus pensamientos, y no se percata de cierto agarre en la mano, de DogDay preocupado por su estado.
—Calma, ella nunca llegará a ponerte un dedo encima — susurra—.Recuerda que soy tu sol.
—No quiero estar aquí—contesta.
Justo suena la campana indicando la hora libre. Todos se levantan de sus pupitres y salen apresurados para el patio. Sin embargo Catnap, en un arrebato, agarra por el brazo a su compañero y sale corriendo con el hasta un pequeño parque cerca de la escuela. Necesitaba estar a solas con el y alejados de todos.
Pasean hasta alejarse y sentarse cerca de unas bancas con techo, apartados de todos y solo disfrutando de la compañía del otro.
Fue un pequeño tiempo en donde solo estuvieron admirando el gran lago al frente de ellos. Sin percatarse, que se aproximaba una pequeña lluvia.
—¡Quiero quedarme contigo! —expresa, con cierta tristeza en su voz.
—¡Es injusto!—murmura, su voz suena cada vez más irritada y el perro lo sabe.
Dogday solo podía mirarlo y esperar a que se desahogara, sin percatarse que se había perdido en sus ojos, que estaban a punto de comenzar a llorar. No pudo resistir más, y sé lanzó a abrazar a ese pequeño gatito que lo necesitaba.
Pasaron los segundos y no querían separarse, solo se escuchaba los lamentos de un gatito, y un perro tratando de consolarlo sin éxito alguno.
Sin embargo, se percataron un poco tarde de las gotas y como estaba ya el parque algo empapado.
El silencio reinaba entre ellos, el pequeño ruido de las gotas cayendo distrajo al gatito de sus atormentados pensamientos y solo podían escuchar las pequeñas gotas cayendo en el techo de las bancas, pero el abrazo no terminaba, hasta que el perro se le ocurrió una pequeña idea para animar a su gatito. Empezó a tararear una pequeña melodía, cerca del oido del gatito.
Una pequeña melodía, que apaciguaba las pequeñas tormentas de inseguridad del gatito. Y le recordaba porque amaba a ese optimista y brillante perrito.
—Me quedaré a tu lado, sin importar las circunstancias, nadie nos separara. ¡Te lo prometo! —. Soltó, al final de la pequeña melodía.
El pequeño gato levantó su cabeza y beso con ternura al lindo perrito que tenía al frente. El cual correspondió al beso aun manteniendo el abrazo.
—Solo necesitaba escuchar eso —contesto, y después sonrió tontamente—. Sin embargo, aun no estoy de acuerdo con que estés con esa unicornio. ¡Solo yo puedo besarte!.— Gruño a centímetros de los labios de DogDay, sin llegar a tocarlos.
—Tranquilo gatito, solo será por un tiempo. Para no levantar sospechas, y poder seguir con esta “linda amistad” —respondió, con una pequeña risa por los celos del gato.
—¡Eres mio! —Dijo, con un pequeño puchero en su rostro.
El perro no puedo evitar reír por los obvios celos de su pareja en secreto y no pudo resistir no darle pequeños besitos por el rostro para molestarlo y ponerlo de buen humor.
Después de estar sumergidos en ellos por bastante tiempo, ya la lluvia había cesado lo suficiente para volver a la escuela y fingir que nada había pasado.
Empezaron a caminar rumbo a la salida del parque. Sin embargo, un pequeño gatito escurridizo no pudo evitar robarle un pequeño beso antes de llegar a la salida del parque.
—¡Oye, eso es trampa! —Demanda, completamente sonrojado por la fechoría de su gatito.
—¡No me atrapas! —. Lo desafía Catnap, con burla en sus palabras. Antes de salir corriendo a la escuela.
El perro empezó a perseguir a él pequeño gatito, para atacarlo también a modo de venganza por su fechoría y entre risas y diversión, llegaron justo con sus amigos a tiempo de volver a sus clases. Pasando por desapercibido para sus amigos y parejas, su momento a solas.
Siguieron con sus travesuras por todo el resto del día y volvieron todos juntos a sus casas sin imaginar que otra vez, una pequeña parejita había echo de sus travesuras, ignorando el riesgo de ser atrapados.
Un amor prohibido, para los demás. Pero, único y inigualable para ellos.
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Disculpen las faltas de ortografía. Es mi primera vez haciendo un FanFic. Traeré pronto más contenido.
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𝕻𝖑𝖊𝖓𝖎𝖑𝖚𝖓𝖎𝖔 [One Shorts]
Fanfic[Los personajes no me pertenecen, solo los tomo para escribir estas historias. Crédito a sus respectivos creadores]