NaylaDurante todo este tiempo creo que he desarrollado una pequeña dependencia al alcohol, de todas formas el estar ebria no hace que me olvide de él, pero si hace que pueda llevarlo mejor.
No le contado a mi mamá la historia completa, de hecho, nunca le dije que de verdad quería a John, jamás llegó el momento adecuado, él no era un hombre adecuado. Siempre intenté pensar en que en algún momento esto pasaría y que él se iría, me había preparado a mí misma para eso, simplemente las cosas nunca salen como una las planea.
Lo he hablado mil veces con Pier y Mónica, siempre me dicen lo mismo.
—Nayla, créeme que llegará alguien mejor y si no es mejor, al menos te ayudará a olvidarlo a él— sonríe— Nadie se ha muerto de un corazón roto.
Amo a Mónica, siempre ha sido mi sentido común, esa parte de mi que siempre me dice lo que está bien y mal, aunque casi nunca le hago caso y por eso acabo así. Aún recuerdo la vez que prometimos que seríamos mejores amigas por siempre el primer día de clases de nuestro primer año de secundaria. Desde ese día no volví a separarme de la pequeña chica morena y ondulada.
Si hablamos de buenas personas Mónica, es la persona más correcta que he conocido, aplicada en la escuela, sensata y algo despistada. Pero jamás conocerás a alguien con el corazón tan puro como el de ella.
***
31 de Octubre
Nayla
Será mi cumpleaños, debería estar feliz, pensé que me sentiría mejor yendo a un evento de Halloween, pensé podría evitar mi problema.
Lamentablemente unos 30 minutos después, el problema comienza a joderme la noche, todos comienzan a comportarse raro.
¿Qué sucede?
El mundo se detiene cuando lo veo o al menos mi mundo, él no lleva disfraz, lleva la chaqueta que alguna vez me puse yo, mirada perdida y jeans negros sueltos.
¿Está buscando a alguien?
—Nayla no me vas a creer pero—comienza a contarme una amiga.
—Lo sé, John está aquí—la interrumpo—Lo acabo de ver pasar—intento sonreír pero no lo logro.
—Sí, pero eso no es lo peor linda—
¿Algo puede ser peor?
—Está con Natalia, su nueva novia, están unas mesas más adelante que nosotros—me observa— No quiero que se arruine tu noche por ese imbecil.
La noche se fue a la mierda en cuanto ese imbecil piso este lugar.
***
Terminaron cantándome Feliz Cumpleaños en el evento, John y yo no llegamos a cruzar miradas. Fue extraño, después de pasar meses al lado de alguien, es muy raro ver cómo se esfuerza en conquistar a otra persona.
Raro o doloroso, como quieran llamarlo.
No hubo saludo de cumpleaños. No voy a decir que no me afectó, porque lo hizo, aunque sorprendentemente no tanto como pensé que sería.
A la mañana siguiente mis padres dicen que almorcemos, eso hago. Siento que algo me falta algo y no hablo de John, es ese sentimiento de lejana melancolía y nostalgia del día de tu cumpleaños. Esa sensación de vaga tristeza que te hace pensar que todo lo que la gente hace hoy por ti es solo ¿Una obligación de la que nadie quiere ser parte?
Nunca le importe ni un poco.
El día continúa normal, nada especial. Solo recibir llamadas y contestar mensajes de felicitación. Algunos son gratos y otros se tornan largos. Mi mente no procesa nada y parece que cada que me dan información mi mente solo la desecha para pensar en una cosa.
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¿Cómo reparar un corazón roto?
DragosteNayla es una adolescente común, pero con el corazón roto. Después de peleas, amor, sexo, amistad y otras inmadureces, ella tendrá que aprender a reparar su propio corazón, mientras alguien nuevo intenta ayudarla.