Bien, empezaba la dichosa investigación.
Algo para lo cual Hyunjin no estaba preparado para nada, pero que de todos modos iba a hacer.
—Por aquí~ —otra vez aquella voz dulce del otro, colocando su mano en la baranda de las escaleras mientras bajaban.
No sabía por qué motivo no tomaban el ascensor, pero tampoco tenía intenciones de preguntarlo si era honesto.
Parpadeó un par de veces tratando de concentrarse, estaba llenando su preciada memoria con cosas sin sentido.
Bien, tomando los puntos principales:
El chico se llamaba Lee Minho, todavía no había preguntado su edad, era bueno empezar por allí. Después, al parecer le gustaban los dulces, pues había estado un buen rato con aquel dulce en la boca, sacándolo una y otra vez. Aunque no sabía si eso era relevante. Como sea, según recordaba, traía puesto una camisa negra, dos botones desabrochados y un collar en el cuello, con un pequeño dije que no sabía qué era.
Bajó la vista examinándolo, una casaca de cuero oscura, que era un poco voluptuosa si se lo preguntaban. Y un pantalón de vestir junto a un par de zapatos de igual modo de vestir.
Y caminaba con gracia, eso debía recalcarlo.
¿Quizá se dedicaba a una empresa? Considerando su estatus y dónde vivía.
Por otro lado, su rostro. No podía verlo ahora pero lo poco que pudo ver arriba por la oscuridad, fue unos ojos afilados más no muy rasgados (al menos no como los suyos), una nariz fina y labios con algo de brillo. Tenía también un piercing del lado izquierdo del labio, y otro en su ceja, que se identificaba por dos puntos de metal.
Era extraño que no notase eso antes.
Quizá se lo había hecho recientemente, quizá esta mañana.
—Por aquí señor oficial, no se vaya a perder —le habló de nuevo riendo bajo.
Esa definitivamente no era su risa, pero había sido tan dulce que casi se lo creía.
Volteó un segundo a verlo para saber que estaba detrás suyo y luego volvió su visita al pasadizo.
Además de tener un poco de brillo en los labios, sus ojos tenían un ligero toque de sombra café, tan leve que casi no se distinguía. Pero ahí estaba.
Casi llegando a la puerta: "13", habló Hyunjin:—. Disculpe, joven Minho, ¿cuál es su edad?
Minho lo miró de reojo, sacando las llaves para abrir la puerta y dejarle el pase libre para entrar.
—Yo veinticinco, aunque es extraño que no lo sepa —murmuró lo último, con total intención que el otro lo oiga. Pues al hacerlo, Hyunjin se heló por un segundo, era verdad y tenía un gran punto—. ¿Está seguro que es un oficial?
—¿Qué le hace creer lo contrario? —preguntó Hyunjin tratando de sonar tan confiado como seguro de sus palabras después de entrar, desabrochando su abrigo cuando al fin sintió algo de calor. Definitivamente el cuerpo humano era más sensible que uno espiritual.
—Bueno... —empezó Minho después de cerrar la puerta, y quitándose el abrigo de cuero se apoyó de espalda a la puerta. Mantuvo la dichosa prenda en sus manos entrelazadas frente suyo un poco más bajo de su estómago, viéndolo con la cabeza ligeramente ladeada—. No sabes mi edad siendo que debes tener todos esos datos, no me dijiste a qué compañía perteneces y porque te ves muy joven para ser uno.
—¿Crees que por verme joven no puedo ser un buen agente? —alzó una ceja Hyunjin, sin saber del todo por qué ese argumento.
—Eso, sin contar que no estás armado —rió viendo al pelinegro por última vez de arriba a abajo, acercándose solo para dejar el abrigo en el perchero a su lado—. ¿O acaso lo está?
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Tentación Divina | ♯݊hyunho/hyunknow
عشوائي➤ Hyunjin, un ángel del amor y ayudante de Cupido cae perdidamente enamorado ante un... ¿humano? Solo que no es capaz de aceptarlo, sino hasta realmente conocerlo. 」 დ • Hyunho como pareja principa...