Buenas Noches

1.

Era un día sábado común en vacaciones de invierno, no tenía otra cosa para hacer que estar en mí viejo teléfono

_Tenes que prepararte que en cualquier momento empiezan las clases.

Yo volteo los ojos y sigo mirando anime. No tenía mucho contacto con mí madre en ese entonces, casi siempre cuando hablábamos era para…

_¿Por qué me pones esa cara?

_¿Que cara?

_¡Esa cara!, ¡Te venís a hacer la superada conmigo y yo de un sape te saco lo superada!

…Era para esto, peleas, gritos, todo el tiempo. Si no era yo era mí sobrino, si no era mí sobrino eran mis papás y si no eran mis papás éramos yo y mí hermana. Peleando, como un montón de animales, que vergüenza.

Cómo todos los sábados acostumbrabamos a ir a la iglesia, una que quedaba en Ramos Mejía, un poquito lejos de Banfield pero no tanto como para un auto.
Yo llevaba mis auriculares y mis ganas de ver a mí enamorado. Un chico de 15 años que me encantaba y su nombre era…

_¡Frozen! ¿Cómo estás?

Solía llamarlo de esa manera por la actitud fría y distante que llevaba conmigo

_¿Que querés?

Tan amoroso.

Luego de dos horas en la reunión siempre me sentaba a hablar con mis mejores amigos, Joel y Ismael, alias "El Frozen". Ellos dos eran mis amigos de toda la vida y Joel era el único que sabía lo mucho que Ismael me gustaba pero lo que más me gustaba de el era…

_Hoy me vi de nuevo los caballeros del zodiaco y me lo termine, como no tenía otra cosa para hacer me puse a ver death note.

El simple hecho de que era un Otaku experto

_¿En serio? Yo también estaba mirando death note y comenzé a ver boku no hero y Nanatsu no Taizai

_Yo ya me lo vi, ¿Te digo el final?

_¡Noo!, ¡No me hagas spoiler!

El se reía a carcajadas de mí.
Nosotros éramos muy buenos amigos aunque yo sintiera algo por el.

_parece que ya me tengo que ir

_Bueno, te escribo después, bye Frozen_ le di un fuerte abrazo y se fue.

Llego finalmente la hora de ir a casa, odiaba estar en el mismo lugar que mis papás aunque amaba escuchar musica en el viaje, se sentía tan agridulce.
Cuando llegamos comimos algo y ya era hora de dormir, yo me iba a mí cuarto y mis papás al suyo.
Yo odiaba dormir con la puerta cerrada ya que mí habitación me daba mucho miedo pero poniendo una estufa me acosté en mí cama de dos colchones y me dormí.

Me desperté en plena madrugada ahogada porque no podía respirar, mire para los costados pero veía extrañamente borroso. Tal vez era porque recién me despierto.

Me pesaban los párpados, sentía el pecho muy pesado y la respiración agitada, miraba a los costados sin entender nada tratando de recuperar mí vista y decidí levantarme.
Sentí como algo tocaba mí pecho con unas manos ásperas y frías.
Me sobresalte y mire lo que estaba encima mío. Una figura blanca de rostro no visible y muy grande posaba sobre mí pecho acariciando mí cuerpo mientras me miraba, yo, completamente asustada intenté escapar de mí cama, no podía creer lo que estaba pasando; Muchos intentos desesperados hasta que finalmente logré safarme y mis pies tocaron el piso, corriendo cruce la puerta y cuando mis pies tocaron el pasillo…volví otra vez a estar en mí cama…

_No…¡No puede ser!

Intenté safarme otra vez ignorando completamente al ser blanco encima mío. Volví a intentarlo y volví a mí cama, una, y otra, y otra vez.

_dejame irme, por favor, tengo sed, me quiero ir, ¡Déjame en paz!

De repente dos personas completamente negras salen de la puerta de mí cuarto, una se para en la puerta y otra en medio de la habitación. Se podía ver qué la que estaba en el medio tenía alas y una corona angelical con una cruz invertida en medio, era todo una sombra pero yo sentía como me miraba.

_¿Que hacen? ¿Q-Quienes son?_ empecé a desesperarme luego de ver cómo se acercaban cada vez más a mí_ ¿¡Que quieren de mí?! ¡Déjenme en paz! ¡Por favor! ¡Déjenme en paz!_

Luego del último grito yo desperté, estaba agitada, confundida. Me senté en mí cama y mire a los costados, mire la hora, las 3:00, estaba muy asustada. Todo eso…fue un sueño…

Le toque la puerta a mis papás y les pregunté si podía dormir con ellos, aceptaron y finalmente pude dormir.
Pero me costaba tanto cuando la cortina de su cuarto tenía tantos…

…Tantos rostros…