Introducción

4 2 0
                                    

Tenes 12 años, sos una preadolescente argentina que se mudaría de casa.

Era un día emocionante, luego de tantos días en cuarentena finalmente experimentarías la sensación del mudarte de casa otra vez.
Tu propia habitación, tu propio espacio, tus propias cosas por primera vez, simplemente fascinante.

Luego de un largo viaje finalmente llegaron a la casa, llevaron las cosas y allí dormiste, en tu propia habitación llena de cajas por todas partes, ropa y hasta un poco de mugre; una luz cálida que poco iluminaba debido a las paredes azules y los muebles amarillos, pero, ¡al fin tenías una habitación propia!, estabas feliz, orgullosa…pero esa felicidad duraría poco tiempo al escuchar golpes que venían de la pieza que se encontraba en la terraza de tu casa. No le darías importancia y dormirías igual. Golpes en la ventana, susurros, golpes del techo. Toda la noche fue así pero decidiste ignorarlo.

Aquella casa ubicada en Banfield era una bastante grande, llena de pasillos, un lugar para colocar el auto y una terraza amplia que tenía una pieza en la esquina. Un lugar perfecto para 5 personas, tu mamá, tu papá, tu hermana, sobrino y vos. Claro, sin olvidar a tus hermosos dos perros.

Mucho antes de mudarse, vos y tus papás tuvieron que limpiar la casa ya que hacía años no estaba habitada. Todos los días viajaban para limpiar y vos ayudabas, la casa tenía mucho olor a pis de gato, símbolos y talismanes por todas partes, marcas de dibujos extraños, velas en donde se encontraba la terraza, muchas monedas en el cajón del armario de tu cuarto y bastantes botellas de licor. Tardaron Masomenos 2 o 3 meses en limpiarla, aunque no quedo perfecta, era lo suficiente para vivir en ella.
Tus papás son cristianos y trajeron a la pastora de tu, en ese momento iglesia a limpiar la casa de todo ente maligno, ahora si estaba limpia del todo…

O…

…Eso quisimos creer…

Pasadas las semanas pasan pequeños momentos extraños a tu alrededor que disimuladamente empeorarían.
A la semana de haberse mudado una casa de la misma cuadra se empezaría a insendiar, la siguiente semana habían robado a toda la cuadra menos tu casa, la otra tu familia se pelearía hasta finalmente…llegar a la muerte de tu perro.
El perro viejo aunque saludable moriría en la terraza frente a la puerta de la habitación que allí se encontraba de una fuerte convulsión haciendo que todo lo que antes sucedía…de la noche a la mañana…

EMPEORARÁ…

Soy Kiomara Génesis Silva, y esta es la historia de como sobreviví al borde de la locura tres años de mí vida.

Buenas NochesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora