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—Quiero ver que las tires todas.
—Pero...
—TODAS.
La adiccion de Hyunjin al tabaco estaba siendo preocupante. Tanto que Felix se preocupó y le hizo tirar todas las cajetillas de cigarro.
Felix abrió con cara enojada una bolsa de basura esperando todas las cajetillas.
Hyunjin rodó los ojos y sacó 10 cajas de cigarros de los burós. Se acercó a Felix y las tiró.
—Todas.- Le miró amenazante aunque para los ojos de Hyunjin solo se veía tierno.
Hyunjin exhaló y fue al baño, abrió el último cajón y sacó otras 5 cajas. Las agarró con ambas manos y las tiró nuevamente.
Felix tiró la bolsa hacia la esquina de la habitación y empezó a tocar a Hyunjin por todos lados.
Sacó 3 cajas más de cigarrillos. Una de sus pantalones, otra de su sudadera y una debajo de su cachucha. Un lugar muy raro.
Felix enojado tiró las últimas cajas (esperaba que fueran las últimas) en el bote de basura.
Se volteó a Hyunjin y lo abrazó aunque esté no le devolviera el abrazo pero eso no le importaba.
—Hyunjin, la verdad me preocupas. Tú sabes que esto lo hago porque te amo y quiero que estes bien, no me imaginaría estar contigo en el hospital porque tus pulmones ya no funcionan. No sé como llegaste a esto porque estoy seguro que fumas desde antes que nos conociéramos.- Felix se alejó y lo tomó de la cara con ambas manos con ojos llorosos aun cuando Hyunjin no pueda verlos porque veía hacia el piso.- Mira, quiero dejar una cosa en claro.- Hyunjin porfin le volteó a ver.- ...te amo. Y siempre lo haré. Tal vez fumas porque quieres o por algo que te va consumiendo poco a poco, pero te ayudaré en lo que necesitamos. Te amo demasiado que si tú me amarás como yo te amo no saldríamos del cuarto todo el día.- Sonrió.- Te amo como no te imaginas. Enserio.
Felix lo abrazó de nuevo intentando no llorar pensando que Hyunjin le terminaría porque este no decía nada, solo se quedaba callado.
—Vamos a dormir un rato, ¿Si?
Felix guió a Hyunjin a la cama, lo acostó mientras él iba por una cobija. Encontró una en el armario de Hyunjin y aprovechó para agarrar una de sus sudaderas, se la puso encima y olió la loción que él mismo le regaló, sonrió y se regresó con Hyunjin.
Esté le veía con los ojos cerrándosele, pero con una mirada suave sin moverse. Felix apagó las luces, cerró las cortinas y se acostó encima de él. Puso la cobija arriba de ambos y abrazó a Hyunjin.
