CAP 14

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Sergio

El calor se extiende por todo mi cuerpo mientras que el alpha encima mío parece convertiste totalmente en una bestia, sus gruñidos en lugar de asustarme envían espasmos a mi zona logrando que suelte jadeos involuntarios.

omega— me dice al oído logrando que lleve mis manos a su espalda —

Trato de controlar a mi Omega para que no parezca tan ofrecido pero no es tan fácil cuando tengo enfrente mío a su glándula de olor provocando que me pierda en sus feromonas, llenas de excitación.

Lo único que hago es abrir más mis piernas logrando que el se meta entre ellas y pegue su pelvis con la mía, al sentir ese roce los dos soltamos un gemido.

—ah..ma...maxsuelto en un gemido —

Eso parece volverlo loco porque comienza a fingir embestidas encima de la ropa misma que ahora se encuentra con una gran mancha mojada en la zona de nuestros penes.

Llevo mis piernas sujetadondome  de sus caderas y apricionandolo hacia mi en el proceso, el me comienza a besar el cuello sin parar sus embates.

Perdiéndo mi autocontrol, reúno las fuerzas necesarias para darle la vuelta quedando a orcadas.

Sus ojos me miran llenos de deseo, cubiertos de ese tono rojo mientras sus labios están hinchados y un poco rojos por los colmillos que hasta ahora me doy cuenta se han incrustado en ellos, su respiración es igual de agitada que la mía, su pecho sube y baja en un ritmo rápido, mi mirada baja a sus pectoral que ahora puedo notar gracias a qué los botones de la camisa se han roto dejándome ver parte de su abdomen.

Mi Omega poco a poco termino de desabotonar los últimos botones en buen estado de la camisa para quitarsela, el solo me mira, trata de enderezarse pero lo empujo logrando que rebote contra las sábanas, estoy por besarlo cuando el sube sus caderas logrando que sienta su hombría en toda mi zona

MAX!— suelto un gran jadeo

El me sonríe perversamente mientras que comienza con su movimiento de caderas hacia arriba, yo solo mira hacia el techo de la habitación absorto en el placer que me recorre, me pierdo en mi mundo.

Hasta que el sonido de algo rompiéndose me regresa a la realidad, bajo la mirada y ahí me encuentro a ese travieso alpha que ahora en sus garras tiene los pedazos de lo que era mi camisa.

Era bonita

Lo miro incrédulo mientras que el solo pone atención a mis pezones que ahora por el frío y la excitación se encuentran erguidos.

Trato de alejarme pero es rápido en tomarme y acercarme para besarlos, primero se lleva uno a la boca mientras que el otro lo pellizca pero no del modo para provocarme dolor, más bien un exquisito placer, llevo mis manos a su hebras rubias hacercabdolo más a mis pechos.

El parece disfrutar de mis caricias en su pelo porque suelta un gruñido mientras succiona tan profundo como si quisiera sacarme leche que no hay

—ma...Max ahí no hay na..nada

El parece ignorarme pues sigue chupando así que lo único que puedo hacer es moverme en círculos sobre su pene logrando que el me suelte el pecho un momento para soltar un gemido, momento que aprovecho para tirarlo de nuevo a la cama y bajarme de sus piernas.

Ahí me doy cuenta de la gran mancha mojada en sus pantalones y su enorme tienda de campaña.

Parece que tardo mucho viéndolo pues su voz me saca de mis pensamientos

—Es solo tuyo pecas— me susurra con una voz tan excitante que suelto un chillido —ven aquí

Preso de mi libido voy hacia sus brazos, juntando nuestros labios de manera brusca, mientras nuestras lenguas luchan en una guerra el me da la vuelta y queda encima mío.

Sus manos se meten dentro de mi pans encontrándose con mi piel totalmente desnuda

—sin ropa interior —me susurra y besa mi clavícula — debería castigarte por andar así Omega travieso

Yo solo chillo dejando que mi Omega tome el control y se exponga ante ese alpha puro.

pe...perdón alpha—

El solo sigue un recorrido de besos que van desde mi clavícula hasta mi cuello donde aspira

—omega, mi lindo Omega —susurra en mi cuello —serias mío

Serás mío 

De pronto todo placer parece bajar al recordar, el miedo se aprovecha de mi logrando que quiera salir de sus brazos al sentir sus colmillos en mi cuello.

El me sostiene pero yo ya no siento placer, solo quiero salir de ahí, lo empujo, me remuevo como puedo pero simplemente no me deja

El no tiene el control
Se ah convertido en una bestia

Y dónde me fijo en esas garras que han salido

Cómo pude ser tan pendejo

Es obvio que el ya no es Max, el es un experimento que fue creado para la reproducción, prueba de eso son esas garras incrustadas en su palma y los colmillos que trataban de avisarme que Max estaba luchando contra su lobo para que no perdiera el control

Después de todo un experimento creado para la reproducción y un Omega en celo no son muy buena combinación, no sin un control.

Trato de bajarme de la cama pero es imposible ya que apenas tocó el suelo unas manos me toman de la cintura regresandome a la cama

—suel...sueltame! —le digo al lobo que ahora no tiene control —no me toques!

—llevaras a mis cachorros! —me sujeta mientras muestra sus colmillos logrando dominar a mi Omega —muestrame tu cuello

Trato por más que quiero obedecer pero su palabra es más fuerte que mi obediencia logrando que exponga mi cuello, las lágrimas bajan por mi rostro.

El se va acercando cuando de pronto se detiene, lentamente abro los ojos para darme cuenta que el se ah detenido, parece perdído en su mente pero esa mezcla de colores azules y rojos me dan la señal de que Max está tratando de recuperar su control.

corre checo

Es un breve susurro pero lo suficientemente alto para que salga de sus brazos y corra fuera, estoy por llegar al las escaleras cuando me estampan de manera rápida al suelo, de nuevo está encima mío pero antes de que pueda hacerme algo, una persona lo derriba

—alejate —dice esa persona llamando la atención del lobo —

Y ahí veo el dueño de la voz

Charles

the monster Donde viven las historias. Descúbrelo ahora