Diario de una adolescente

II

Septiembre de 2023

—Porfavor no me dejes... Te amo Anna, puedo cambiar te lo prometo para ti, pero porfavor no te alejes... —lloraba desconsolada con el teléfono en la mano.

—No quiero que cambies Ameliè, no quiero seguir a tu lado, entiendelo. —respondió al otro lado de la llamada sin emoción ninguna.

—Te lo suplico no me dejes. Eres demasiado importante para mi, no me hagas esto. —pedí una vez más y ella simplemente cortó la llamada sin importarle mi estado, sin pensar en mi ni un solo segundo mientras yo sentía que se me partía el corazón aquella noche.

Enero de 2024

Anna, la persona que más amé en toda mi corta vida. Fui yo la única que se interesó por conocerla, la única que la conocía, sus sueños, sus miedos... La persona que yo creía que sería el amor de mi vida, mi alma gemela como ella me llamaba.

La conocí hace dos años, y aunque yo era la persona más tímida del planeta le hablé. Nuestra historia comenzó ahí, con charlas largas y profundas que duraban horas, esas que a veces deseaba repetir de nuevo a su lado. Lloros de semanas sin parar por el dolor que me hacía sentir con su indiferencia, pero estaba tan enamorada que seguí a su lado, no quería dejarla sola, sus amigos no la valoraban.

Ella a mi tampoco... Me recordó una voz en mi cabeza.

Nadie puede culparme de amar tanto a una persona, tanto que me olvidé de quererme a mi ¿pero que podía hacer yo? No quería perderla, era mi vida.

¿Actualmente? Es una desconocida, una a la cual no puedo dejar de llorarle cada día, a la que no puedo sacar de mi cabeza.

Unos chasquidos frente a mi me sacaron de mi propia mente.

—¿Estás bien? —preguntó Gala

Gala es mi mejor amiga, la única que conoce toda mi historia, es la persona en la que más confío a día de hoy y no puedo estar más agradecida de haberla conocido. Gala y yo nos conocimos a mediados de septiembre del año pasado, conectamos de la mejor manera y ahora somos inseparables, ella es la hater número uno de Anna desde que le conté la historia, pero no puedo culparla,yo también la odiaría si fuese al revés. Quisiera decir que no ha pasado por cosas malas pero estaría mintiendo, es de las personas más fuertes que conozco y estoy orgullosa de ella cada día.

—Si, perdón, estaba en mi mundo. —le respondí sonriendo

—¿Segura? Cualquier cosa me dices.

—Que si, tranquila ¿que me estabas diciendo?

—Te estaba preguntando si después de clase quieres quedar, para hablar ya sabes. —habló escribiendo en su libreta

Normalmente nos vemos todos los días en clase, y luego quedamos a hablar de temas que nos parecen importantes, o hablamos de nuestras cosas (traumas más bien).

—Si claro, me parece bien.

El día continuó con el ritmo de siempre, nada nuevo, simplemente tranquilidad.

Al llegar a mi piso puse agua a hervir para hacer la comida y me cambié de ropa por algo más cómodo.

Mientras se calentaba el agua cogí mi libreta especial en la que escribía todo. Me recomendó mi psicóloga escribir todo lo que sentía que no podía decir en alto y desde ahí escribo cada vez que me entra inspiración o tristeza, la psicóloga que me tocó era una mierda y dejé de ir, pero por lo menos me recomendó una cosa útil, gracias.

"Sigo preguntándome porqué sigue en mi mente, sintiéndome mal de solo pensar que ella no piensa en mi ni un segundo de su día, me borró totalmente de su vida ¿habré significado algo para ella? ¿le habré importado? Me hizo sentir tanto,la quería a un nivel que dolía. Teníamos un montón de planes, sueños que cumplir juntas.

Tantas ilusiones mal gastadas, promesas y recuerdos que no abandonan mi mente por más que trate, ya ha pasado bastante tiempo y sigo sin superarla del todo. Me mintió, dijo que me quería y que ella nunca mentía, pero todo era mentira.

Ojalá esté bien, ojalá me escri"

Dejé de escribir en ese momento, sacudí la cabeza intentando no pensar en eso, no quiero que me hable, ni que me escriba, no quiero que me busque, no quiero nada de ella, solo quiero sacarla de mi mente y seguir a delante, recuperarme a mi misma.