ʙɪᴛᴛᴇʀ ᴄʜᴏᴄᴏʟᴀᴛᴇ ¹

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❝¿𝖸 𝗌𝗂 𝗆𝖾 𝗆𝗂𝗋𝖺𝗌 𝗒 𝗆𝖾 𝖽𝗂𝖼𝖾𝗌 𝘁𝗲 𝗮𝗺𝗼?❞

Era un día bastante maravilloso, la lluvia caía, el frío se esparcia por la habitación a pesar de tener calefacción

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Era un día bastante maravilloso, la lluvia caía, el frío se esparcia por la habitación a pesar de tener calefacción. Soltó un tiriteo cuando oyó un relámpago resonar, paso la página del libro que leía y tomó un sorbo del café sin azúcar que tenía en la mano.

Soltó un gruñido cuando la puerta de su biblioteca se abro de par en par. Escucho pequeños pasos acercarse hacia ella.

Volteo su mirada encontrándose con un hombre pequeño con la piel bronceada, aun traje rojo de látex y un peliando hacia atrás.

─¿Que pasa?. ─pregunta en tono molesto recibiendo una serie de palabras raras e imposibles de percibir, excepto para ella─. ¿Ahora?. ─recibió un asentimiento─. ¿Es muy importante?. ─otro asentimiento─. Bien.

La chica se levanto del cómodo mueble Vinotinto, puso el libro el la mesa de madera a su lado y se tomó su café se un solo trago. Salió de la biblioteca y cruzó una que otra sala hasta que llegó a una puerta grande de color oscuro, alzó la mano hasta que tocó tres veces.

─¡Adelante!.

Escucho una voz alegre y bullosa dentro del comedor, tomó el pomo de la puerta y abrió dejando ver a un hombre sentado mirando hacia ella.

─Mirrot. ─saludo la chica hacia el hombre.

─¡Cariño hola!. ─el hombre mostro una sonrisa nerviosa al ver el ceño fruncido de su amada─. ¿Como estuvo tu lectura hoy?.

─Entretenida. ─exclamó sentándose frente de el─. ¿Como estuvo tu corte de cabello hoy?.

─Muy bien pero... Me di cuenta de algo.

─¿De que? ¿Es algo malo?.

─Yo... ─hizo una pausa pensando si podría decirle a su esposa o no, pero al final hablo─. Me estoy haciendo viejo y me preocupa que...

─¿Viejo?. ─cuestiona confundida─. Estas bastante bien, no comprendo tu pensamiento.

─Evangeline, había una cana en mi cabello. ─señalo su cabello que estaba cubierto por su sombrero de copa─. En poco tiempo abran más.

─Bueno, no es como si fuera algo realmente malo. ─dice Evangeline colocando sus manos en su regazo viendo como los oompaloompas ponían comida en la mesa.

─¿Ah?.

La mujer suspiro al ver la confusión en el rostro de su esposo.

─Tendras más canas al paso de los años. ─el rostro del hombre se fruncio de decepcion por la respuesta de su esposa.

El esperaba otra cosa, pero como siempre. No lo fue.

─A mi también me pasara. ─siguió Evangeline─. Incluso ahora puedo tener un par también.

BITTER CHOCOLATE «𝑾𝒊𝒍𝒍𝒚 𝑾𝒐𝒏𝒌𝒂» Donde viven las historias. Descúbrelo ahora