patines y chocolate caliente 𐙚 kooktae

Ꜥꜥֶָ֢⛸️ֶָ֢۫݊˒𐙚 capitulo 11

— ¿Por qué necesitas flores? — HoSeok preguntó confundido con un ramo de tulipanes en sus manos.

— Porque TaeHyung está triste — JungKook dijo serio mientras decidía si llevar un ramo de tulipanes o de girasoles.

— ¿Hiciste algo malo?

— No... creo — JungKook frunció el ceño.

— ¿Entonces por qué le llevas flores?

— Porque TaeHyung merece que le den flores cuando esté triste — JungKook vio a HoSeok serio — ¿Me vas a ayudar o no?

— ¡Bien! — HoSeok le acercó las camelias — ¿Le gustan los camelias?

— Le gustan más los tulipanes.

JungKook terminó comprando el ramo de tulipanes que tenía unos cuantos crisantemos blancos.

Ha tenido dos días muy malos.

No ha podido hablar con TaeHyung más que un mensaje de "Ahora no puedo hablar, JungKook, perdón." por parte de TaeHyung y otro en que le pedía disculpas y lo citaba esta noche en su residencia.

Además de que su equipo ha tenido muchos problemas.

Ha empezado a tener problemas con su equipo por razones complicadas.

No siente que está avanzando en su carrera, su equipo seguía siendo principiantes que estaban entrando a las grandes ligas y él llevaba tres años en esto, rechazó muchos contratos por intentar que este equipo avanzara de nivel pero se quedó estancado.

Todos son buenos, pero no eran del nivel que JungKook manejaba.

El Alfa necesitaba empezar a considerar algo más.

Algo que le ofreciera un contrato más profesional o algo que lo hiciera más feliz.

Justo ahora estaba teniendo una mala semana.

JungKook llegó a la residencia donde TaeHyung vivía con otros estudiantes de la universidad a la que asistía.

Saludo a varios compañeros de TaeHyung que ya había conocido previamente en una fiesta a la que fue con el Omega.

Tocó la puerta del cuarto de TaeHyung.

Segundos después el Omega abrió la puerta.

Usaba una gigantesca hoodie amarilla y unos leggins negros.

JungKook le extendió las flores.

TaeHyung las vio con ternura.

— Gracias, Kook — TaeHyung se acercó para poder abrazarlo — Perdón por no poder hablarte estos días... Tengo algo importante que decirte.

TaeHyung dejó a JungKook entrar a su cuarto.

Las cajas estaban apiladas y las maletas estaban siendo llenadas por ropa.

— ¿Encontraste un departamento? — JungKook rió un poco — ¿Al fin dejarás esta residencia que te prohíbe poner música a las 2 am y dejarme dormir aquí?

TaeHyung rió un poco y tomó la mano de JungKook. Dejó que se sentara en el pequeño sillón que tenía al lado de su cama.

— El estado recortó mis fondos, no podré ir a la final la próxima semana — TaeHyung sintió que su corazón se apachurraba.

JungKook frunció el ceño y abrazó a TaeHyung.

— No puede ser... — JungKook lo abrazó— ¿Qué podemos hacer? ¿Recolectar dinero? ¿Patrocinadores?

TaeHyung negó.

— N-no... Ya hice lo que pude y no pude conseguirlo, esto es por parte del gobierno... Esto es diferente, Kook.

— Lo lamento mucho, Tae — JungKook acarició las manos de TaeHyung.

— Acepté un contrato con Stars Inspiration Company — TaeHyung soltó.

— ¡Eso es asombroso, TaeHyung! — JungKook se emocionó y besó sus manos — ¿Qué procede? ¿Irás a competencias con ellos y entrenarás aquí o qué pasa?

TaeHyung sintió su corazón retorcerse, pero este era su sueño.

Pero JungKook también lo era...

— Me iré — TaeHyung tartamudeó.

— ¿T-te irás? — JungKook sintió su rostro palidecer, su emoción bajo un poco — ¿Vancouver? ¿Toronto? ¿Quebec?

TaeHyung negó.

— Francia.

— ¿Francia? — El Alfa preguntó confundido — Está a 7,203 kilómetros de aquí — Dijo asombrado.

— Toulouse si soy exacto.

JungKook sintió que su sonrisa cayó de su rostro.

— ¿Cuándo?

— En una semana — TaeHyung suspiró — Solo terminaré de hacer mi transferencia a la universidad de allá.

JungKook suspiró.

— Wow... Francia es muy lejos.

TaeHyung asintió.

— Es mi sueño, JungKook.

JungKook volteó a ver a TaeHyung. Vio su delicado perfil.

Su copito de nieve.

— No lo sé — El Alfa dijo sincero.

TaeHyung asintió. Sería extraño ya no tener a JungKook. No le gustó ese sentimiento.

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Los días pasaron hasta que llegó el último día de TaeHyung en la ciudad.

JungKook lo había llevado a comer su comida favorita en ese restaurante extraño junto a la principal avenida.

Tomaron chocolate caliente en el parque.

Y fueron al lago congelado.

Patinaron un rato juntos hasta que se dieron cuenta de que el atardecer estaba llegando.

Su día se había acabado.

Se sentaron en esa pequeña banquita.

Sus manos se tocaban, una junto a la otra.

— ¿El atardecer es hermoso, no lo crees? — JungKook preguntó viendo al hermoso atardecer que se estaba formando.

Solo podía pensar en cómo estaba dejando ir a TaeHyung.

TaeHyung, TaeHyung, TaeHyung, TaeHyung.

Su hermoso TaeHyung.

— Sí... — Susurró TaeHyung y se acurrucó contra el Alfa llenándose de su delicioso olor fuerte.