CAPITULO 16
Sus orejas se movieron y Naruto se animó cuando un sonido que reconoció como el llanto de Kunou lo alcanzó. Hizo ademán de levantarse y ver cómo estaba cuando la voz de Yasaka sonó en toda su casa.
''¡Naruto! ¿Te importaría comprobar cómo está Kunou?
''¡Por supuesto!'' Respondió lo suficientemente alto para que ella lo escuchara mientras se apresuraba a su habitación donde su hija yacía en su cuna. Tenía los ojos cerrados y se movía mientras lloraba. Rápidamente se inclinó y metió la mano en la cuna, tomándola en sus brazos y levantándola con cuidado antes de acercarla.
Sus llantos parecieron disminuir un poco como si supiera que él estaba ahí para ella mientras la miraba, sin notar ningún olor desagradable y su pañal no tenía signos de haber sido usado. Así que descartó eso y comenzó a mecerla suavemente en sus brazos, tarareando una suave melodía que había escuchado de Yasaka y que generalmente funcionaba para calmarla cuando lloraba.
Naruto se alegró de que estuviera funcionando cuando lo hizo y sus gritos se calmaron lentamente y él movió un pulgar para limpiar las lágrimas que manchaban su rostro y le dio una pequeña sonrisa. ''Ya despierto eh, pequeño. ¿Estabas llorando porque querías que tu papá te abrazara? Él podría jurar que ella hizo algo parecido a asentir mientras sus labios se curvaban en una sonrisa, aunque fuera solo por un segundo o menos.
Pero desapareció antes de que pudiera estar seguro de ello y ahora estaba mirándolo a la cara mientras hacía ruidos sin un significado real.
Con ella en sus brazos regresó a la sala, sentándose y abrazándola firmemente contra él mientras ella dejaba de hacer sonidos. Su comportamiento fue bastante interesante, era como si ya reconociera quién era él para ella por la rapidez con la que Kunou se calmaba cuando estaba en sus brazos.
Él inclinó la cabeza hacia abajo y comenzó a hacerle muecas extrañas, tratando de encontrar alguna reacción que obtuviera. Aunque no era el que quería cuando el collar que colgaba alrededor de su cuello se deslizó fuera de su camisa, los orbes dorados de Kunou se movieron inmediatamente hacia la gema brillante que ahora colgaba de izquierda a derecha, sus pequeños brazos extendiéndose hacia ella.
Decidiendo seguirle la corriente, Naruto levantó los brazos y se desabrochó el collar antes de colocarlo en sus brazos. Sus ojos brillaban mientras sostenía la gema verde. ''¡Ah, Kunou! ¡No, no es para eso! '' Dijo con una risa suave mientras la veía llevarse la joya a la boca y morderla con las encías. Incluso logró parecer engreída mientras lo hacía.
''Vamos Kunou~'' Le dio un suave tirón al cordón. "Si te sueltas, te llevaré con mamá porque creo que tienes hambre". Como si fueran unas palabras mágicas, ella obedeció y le dejó recuperar su collar, asegurándolo alrededor de su cuello antes de ponerse de pie y comenzando a buscar a Yasaka.
''¡Oooh Yasakaaa~!'' Dijo Naruto en un canto mientras junto con Kunou caminaba por su casa. Si bien ahora estaba acostumbrado a su gran tamaño y se enorgullecía de saber para qué servía cada habitación, eso no significaba que supiera dónde estaba Yasaka dado que ella no se lo había dicho.
Sabía que ella estaba, bueno, en algún lugar dentro, pero eso en realidad no significaba mucho...
Continuando, pasó junto a una puerta que se abrió silenciosamente, sin que él la oyera. No fue hasta que se congeló por uno o dos segundos cuando sintió dos suaves montículos presionar su espalda seguidos por un par de brazos delgados que lo rodearon por detrás.
''¡Te tengo~!'' Ella susurró juguetonamente desde atrás antes de que él se diera vuelta y se inclinara ligeramente para besarla en los labios.
''Lo hiciste... Y tu recompensa es alimentar a Kunou.'' Él asintió con satisfacción mientras ignoraba la mirada inexpresiva que ella le envió. No obstante, ella hizo girar sus orbes dorados antes de que aterrizaran en el pequeño bulto en sus brazos que suavemente le quitó.
