Jungkook sentía la tensión acumulada en su espalda. Los minutos pesaban como enormes bolas de plomo sobre la sala. Tan solo habían pasado unas horas, pero el ambiente seguía tenso, no hacía más que escuchar a gente pelearse y al personal entrar y salir de la sala privada del hospital.
Ni siquiera sabía qué hacía allí. Él se habría desligado de aquello en el preciso momento en el que Kim Namjoon, conocido como RM, se desplomó sobre él en la maldita sala privada del local en el que trabajaba. Hasta entonces solo estaba haciendo su trabajo: darle un show privado a un cliente importante, pero cuando el chico se quedó congelado y dejó de responder, supo que se había metido en un problema gordo.
Tuvo que llamar al jodido botón. Tres personas de seguridad habían acudido a pequeño cuartito, llamando la atención de varias personas en la zona principal, entre ellos otro cantante que pareció reconocer a Namjoon.
—¿Qué ha pasado? —le preguntó.
Todos le estaban hablando al tiempo: J-hope y otro rubio que iba de su mano, horrorizados. El personal del local recriminándole por no haber avisado antes de que el cliente estaba consumiendo drogas, aunque era evidente que mucha gente lo hacía y hacían la vista gorda, y un montón de personas que reconocieron al rapero y comenzaron a sacar sus teléfonos, a grabar y tomar fotos.
—C-creo que tiene una sobredosis —murmuró, asustado. Estaba aterrado, aterrado porque un montón de imágenes horribles atacaban su cabeza. Aterrado porque temía que ese hombre estuviera muerto y él hubiera sido el último en verlo, en tocarlo—. Joder, creo que está muerto.
J-hope había gritado mientras la seguridad arrastraba a Namjoon hasta una ambulancia que había llegado en tiempo récord al sitio. El rapero, al cual no conocía de nada, lo había tomado a él del brazo y lo había sacado de allí. Jungkook intentó soltarse, gritarle que lo dejara, pero el chico lo dejó a cargo de lo que parecía ser su novio mientras cogía el teléfono y llamaba a alguien a toda prisa.
—Jin-ssi, soy Hoseok —masculló antes de alejarse—. Namjoon está en problemas.
Jungkook miró al rubio delante de él. Jimin le sonrió con sus ojos llorosos. Le habló en un inglés entorpecido.
—Hobi hyung es amigo de Namjoon —le explicó—. Es mejor que te quedes con nosotros hasta que su representante llegue. La prensa va a comerte vivo si saben que estabas con él.
Jimin le ofreció una chaqueta que Jungkook solo aceptó porque no quería por nada del mundo ser la comidilla de una industria que aborrecía con toda su alma.
Ahora, casi cuatro horas después, estaba sentado en una sala de hospital con Kim Seokjin a su lado, gritando al teléfono y lanzando insultos en inglés a quien fuera que hablaba al otro lado de la línea. Hoseok estaba frente a ellos, con un Jimin muy dormido sobre su hombro que, según le había contado, era su mejor amigo.
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Under the influence
FanfictionNamjoon está en la cima del mundo. Es la mayor promesa del rap actual, su música ha llegado a todos los rincones de la tierra y está rodeado de gente dispuesta a complacerlo. Jungkook es tan solo otro de los muchos borrones en su vida, que vienen y...