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Khun KinnㅡSu nombre resonó en todo el pasillo del hotel, con una leve voz grave y serena que marcaba lealtad con tan sólo mirar a sus ojos y dirigirse hacia su autoridad, uno de sus guardaespaldas más fieles, Big, llamó su atención, antes de entrar a la sala donde se reuniría con un político corrupto para acordar su próximo negocio en el mercado negro, tráfico de drogas y armas para su posterior exportación a Europa. Big abre la puerta y a su lado, se encuentra Porsche, observando cada detalle con una mirada calculadora, sin demostrar expresión alguna, aunque en el interior de Kinn, sabía perfectamente lo que ocurría con el chico. Cuando entra al cuarto, una sala de reuniones se hace presente ante sus ojos, opacado con la escasa luz del sol que sólo dejaba a la vista un filtro de tono rojizo, era oscuro y aún más siendo amueblado por muebles de madera de roble oscuro hechos a manos por algún diseñador famoso de la época pasada, pudo visualizar finalmente al senador electo por el distrito de Bangkok, Thongkham Siriporn, sentado caballerosamente, con una pierna descansando sobre la otra y las manos entrelazadas arriba de su regazo, al verlo entrar sonríe y le recibe con una cálida bienvenida.

ㅡEs un gusto verlo hoy, Khun KinnㅡDice con educación, con una personalidad atractiva y coqueta, es un hombre no muy mayor de los cincuenta años, pero su cara es la de un treintañero, sin ninguna arruga y con una gran juventud visualizada en sus ojos y labios.

ㅡIgualmenteㅡSu voz suena seca, ronca y profunda, deseando ir directamente al grano con su futuro tratado de exportaciones ilegales, pero el tipo sólo busca alguna y otra conversación. Pasa media hora, el hombre mayor le expresa algunas de sus opiniones y cómo contactará algunas personas para hacer el trabajo pesado, empaquetar, exportar y vender. Kinn mientras tanto, sólo mira al mayor, escuchando sin decir nada manteniendo la compostura recta, con educación y caballerosidad, igual a la de un hombre de negocios como siempre lo había formado su padre, sólo mostrando una máscara y complaciendo a su socio al ser escuchado.

Al terminar la reunión, Kinn puede decir sus últimas palabras, aquellas que siempre utiliza al acabar una reunión, aquellas en la que todos sus socios temen por su vida si tan sólo comenten el más mínimo error y sobre todo la traiciónㅡBien, Senador Thongkham, usted conoce mi modo de ocuparme con algunos asuntos ¿Verdad?

ㅡPor su puesto, Khun Kinn, recuerde que hemos estado en otros negocios juntos y jamás le he apuñalado por la espalda, incluso agradezco enormemente su ayuda en el pasadoㅡOh sí, por supuesto que el hombre recuerda cuando calló a las autoridades para no meterlo tras las rejas luego del asesinato a una persona pobre que tan sólo estuvo en el momento y lugar equivocado para ser atropellado por un conductor bajo los efectos del alcohol, el mismo senador en la actualidad del estado Tailandés.

ㅡPerfecto, entonces ahorraré toda mi charla y explicación de asegurarme que jamás verá la luz del sol si está dispuesto a traicionar a mi familia en un futuro, porque usted sabe Senador, no es sólo su vida en riesgo, sino toda su familiaㅡ El hombre mayor quitó su sonrisa, y por sus ojos, se pudo reflejar el miedo en carne vivaㅡNo le gustaría saber cómo reaccionaría su esposa al enterarse por las noticias que su esposo ama meter la polla en menores de edad y aprovecharse de ellos.

Con un acto sumiso, el senador simplemente asintió, con el cuerpo entumecido y la sangre helada por el terror de ese futuro que no deseabaㅡS-sí, Khun Kinnㅡdijo con una referencia, parecía un lame botas, justo la basura que más odiaba Kinn cuando hacía este tipo de negocios, odiaba enormemente a ese hombre, pero como su padre alguna vez le explicó jamás meter sus sentimientos en medio de un negocio y hasta el momento, no ha roto la palabra de su padreㅡMe aseguraré de que todo sea un éxito, incluso puedo jurar una garantía en la política y...

ㅡEso no me importaㅡCuando salió del lugar, sin mirar al hombre entumecido de atrás, se dirigió hasta la entrada del hotel junto con sus guardaespaldas para dirigirse al complejo de su familia. Big, quien abrió la puerta de la limusina, inclinándose como muestra de respeto y lealtad.

Inclinado Por Tí [KinnPorsche]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora