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ㅡ¡Hermano!ㅡescuchó el grito de Chay venir desde la cocina, Porsche sonrió cuando vio a su pequeño hermanito ir corriendo hasta él y abrazarlo fuertementeㅡTe he extrañado un montón.

Porsche corresponde su abrazo y deja su nariz pegada a los cabellos oscuros de Chay inhalando el olor a perfumeㅡYo también, te he echado mucho de menos.ㅡContinúan en la misma posición, hasta que nuevamente el guardaespaldas hablaㅡ¿Qué te parece hoy comer pizza?

ㅡ¡Sí!

ㅡPadreㅡKinn interrumpe en la habitación del patriarca de la primera familia. El hombre mayor se encuentra a punto de dar su mejor jugada estratégica en el juego del ajedrez.

ㅡEs extraño de tí venir a visitarme ¿Ha ocurrido algo urgente?ㅡpregunta aún con sus ojos fijos en el juego, su mano derecha, Chan, está moviendo una pieza que le costará la pérdida del juego.

ㅡ¿Por qué le haz dado a Porsche días libres? El está bajo mi cuidado, se supone que...ㅡfue interrumpido por Korn quien levanta la mano como un gesto de su falta de respeto.

ㅡKinnㅡla voz grave del hombre resuena en su mente y penetra cada parte de su cuerpo. Miedo, su padre siempre le generó terrorㅡSabes que no tolero que mis hijos me falten al respeto ¿Verdad?ㅡ Chan por un lado está callado, mirando a Kinn como si fuese un idiota, pero el joven heredero no se da cuenta de su gesto y tiembla al escuchar a su padre.

ㅡLo sientoㅡResponde y esta vez habla calmadamenteㅡjuro que no lo volveré hacer, es sólo que necesitaba a Porsche para un trabajo y...Cuando me enteré que no estaba dispuesto me sorprendí demasiado al saber que le haz dado días de descanso cuando no lo haces con nadie, padre.

Korn no dijo nada, se mantuvo callado hasta que volvió a mirarloㅡSolo intenté ser gentil con el muchacho.ㅡy allí estaba de nuevo, ese extraño interés de su padre hacia Porsche. Sabía que era una mentira, su padre jamás ha sido gentil, pera un hombre mafioso, criado en circunstancias peores a la que él mismo Kinn se crió, Korn estaba ocultando algo.

ㅡBienㅡdice Kinnㅡlo siento por mi interrupción, ahora me retiroㅡcaminó del lugar marchandose, sin desear estar en ese maldito sitio. Ahora mismo irá dónde Porsche.

Hizo una llamada y marcóㅡArm, necesito la dirección de Porsche.

Justamente cuando Porsche había terminado de comer junto con Chay la pizza de triple queso, pasaron juntos un agradable rato de charla, Chay le contó que conoció un chico en la universidad quien le daba clases de guitarra.
Porsche mira a Chay y sabe que esa mirada es la misma que el hace cuando habla de Kinn (esas fueron las palabras de Yok cuando le hablaba sobre Kinn)

ㅡPor lo que veo ¿Te gusta?ㅡle pregunta el moreno a su hermano mejor quien se ruboriza y baja la mirada avergonzado junto con un nerviosismo en dónde no puede evitar tartamudear.

ㅡ¿Q-qué estás diciendo, hermano? N-no es lo que creesㅡdice Chay evitando hacer contacto visual con Porsche, esté sólo se limita a sonreír.

ㅡEstá bien, está bienㅡríe el mayor y se levanta del sofá para llevar las cajas de pizza al basurero y limpiar el desastre que ambos habían dejado al comer.ㅡDeberías ir a dormir, Chay, yo limpiaré aquíㅡdice y su hermano le hace caso, sube la escalera no antes de contestar con un 'buenas noches' y luego dirigirse a su habitación. Ahora Porsche estaba sólo mientras abría una lata de cerveza sentado en el suelo del living con la espalda apoyada al sofá, él pensó en Kinn, en todo lo que había ocurrido, en cuánto deseaba en ese mismo momento sus caricias y el calor de su cuerpo a su lado, los susurros de Kinn en su oído y sus besos en su cuello, lo extrañaba, aunque había pasado muy poco tiempo desde que había salido del complejo, su cuerpo y mente deseaban estar al lado de Kinn, captar sus órdenes y deseos, todo, necesitaba todo se su amado, lo anhelaba demasiado.
Una lágrima cayó lentamente por su mejilla, odiaba sufrir por un amor no correspondido en dónde supo desde un primer momento que él era un juguete fácilmente desechable y sin valor, pero de igual forma no pensó en que se enamoraría perdidamente del hombre mafioso, jamás lo pensó desde que lo conoció en ese callejón donde le salvó la vida de esos matones.

Escuchó el timbre, Porsche miró confundido hacia la ventanal de su casa que dejaba ver el patio delantero y abrió la puerta para ver de quién se trataba, sabía que no eran los matones a los que les debía dinero (ellos sólo golpeaban de manera violenta la puerta y lo llamaban a gritos) en cambio pensó de que podría tratarse de sus amigos, pero jamás pensó de que encontraría a Kinn fuera de su casa.

De su propia casa.

ㅡ¿Kinn?ㅡsusurró sorprendido al verlo con su mirada afilada, con esos ojos negros que desnudaban su alma y esa expresión seria. Este hombre estaba allí, en la puerta y parecía molesto.

Y Porsche sabía que; no hay nada más peor en hacer que Kinn se moleste.

ㅡ¿Por qué mierda te fuiste?ㅡfue lo único que dijo Kinn, él jamás saluda o pregunta en cómo estás, sólo va directo al grano.

ㅡMe sentía malㅡdijo Porscheㅡme duele el estómagoㅡse excuso sabiendo que la verdad era distinta.

ㅡMientes, algo te ocurreㅡla voz grave de Kinn le hizo temblar al escucharlo, su cuerpo irradiaba una vibra de dominación y peligro que explicaban que, si te metes con él, mueres con una bala desprendida en tu cabeza.

ㅡTe juro que no es nada, Khun Kinn, se lo prometoㅡotra mentira.ㅡAdemás ¿Por qué está aquí?

ㅡ¿Acaso no puedo venir?

ㅡNo me refería a eso, sólo me es extraño, debe tener alguna explicaciónㅡse defiende.

ㅡ¿No me dejarás pasar a tu casa?ㅡPreguntó después de entrar sin el permiso del dueño. Sólo entró y se sentó en el sofá.ㅡTraéme algo de beberㅡdemandó, y así era Kinn, y Porsche no podía hacer nada contra eso, sólo caminó hacia la cocina y le trajo de beber a Kinn una cerveza, aunque era de una marca barata, no sabía que más ofrecerle a su jefe. Cuando le llevó la cerveza a Kinn este mira con la ceja alzada pero de igual forma bebe del contenido.ㅡSientateㅡdice indicando su regazo.

Porsche se estremece cuando obedece las órdenes de Kinn y se sienta en su regazo, y su cuerpo comienza a vibrar cuando siente la respiración de su jefe en su cuello y sus manos posesivas en su cintura y en una de sus nalgas. Siente el calor en sus mejillas y evita hacer algún ruido cuando Kinn lo toca, es un placer absoluto para su cuerpo tener las manos del mayor encima, más cuando lo anhelaba. Abrió los ojos cuando recordó el por qué de su situación, Kinn estaba con otro hombre.

Mientras el jefe de la mafia se entretenía con cada caricia, mordisquea el cuello de Porsche y lo lame, deseando dejar su marca allí reclamando al moreno como su propiedad; mío, sólo mío, me pertenecer ¡Mío! Se decía una y otra vez cuando mordía el hombro de Porsche.
Kinn jamás había extrañado tanto el dulce aroma de una persona.

Khub Kinnㅡlo llama Porsche desanimado, triste y nerviosoㅡPensé que hoy iba a estar con otro hombreㅡdijo el guardaespaldas con un dolor agudo en su garganta.

ㅡEl no me sirveㅡfue su explicación, Porsche deseaba saber más pero Kinn le besó los labios salvajemente, metiendo su lengua para explorar su boca y mezclar sus salivas, Porsche gimió pero intentaba callarse para que no se escuchar desde la habitación de Chay, quien seguramente ya debía estar dormido.ㅡEscucha, PorscheㅡKinn lo mira a los ojos cuando dejó de besarloㅡEres el único capaz de complacerme, jamás vuelvas a irte sin avisar ¿Me oyes? Jamás.
Porsche mira a Kinn, piensa en sus palabras, está dolido pero ¿Qué más puede hacer? Sabiendo que su única debilidsd era su mafioso de trajes lujosos, lo amaba demasiado. Observa cada expresión de su rostro, confirmó nuevamente que su único propósito era complacer los deseos de su jefe, su amado.

ㅡLo lamento, Khun Kinnㅡse disculpa. No importaba qué, no podía estar lejos de su jefe mafioso, ni por un segundo.

ㅡVoy a castigarte cuando volvamos al complejo, déjame decirte que seré duro, no podrás correrte en dos semanas ¿Está bien?ㅡdijo y Porsche chilla al escucharloㅡSi me entero que me haz desobedecido Porsche, puedo hacer cosas aún más peoresㅡsusurra mientras lame su cuello.



Inclinado Por Tí [KinnPorsche]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora