No Soy Lo Que Crees. {Justin Bieber}

Nathan.

Capitulo #2

Salí del salón de clases corriendo, junto a Sara. Por fin tendría un respiro. Una hora y media de descanso. Entré a la cafetería junto a Sara y pedimos nuestras comidas.

- Una ensalada de frutas y una amburguesa don vegetales, por favor- habló Sara sonriendo como siempre.

- Aquí tienen señoritas.

- Gracias- dijimos al umiso.

- Como puedes comer solo una ensalada?- pregunto Sara al sentarse al frente de mi.

- Con la boca- reí- Simplemente me gusta cuidar mi figura.

- Yo también cuido mi figura, pero eso no quiere decir que voy a dejar de comer.

- Ok. Pero tampoco es que no como nada. Estoy comiendo justo ahora.- reí.

- Como sea!- bufo, dándole un mordisco a si amburguesa. - Hoy vas a salir?

- Si- rodé los ojos- Mi madre en la mañana me dijo que a penas saliera de aquí, me fuera a casa.

- Bueno, te quería Invitar a mi casa, para que pasarámos una tarde de chicas, pero ya veo que tiene que ser para otro día.- suspiró.

- Lo siento, sabes que me encanta salir contigo, pero mi madre todo el tiempo arruinando todo. Mañana podríamos salir. Que dices?- alcé mis cejas de arriba a bajo.

- De acuerdo.- rió- Voy al baño. Ya vengo- se paró de la silla y salió de la cafetería sin más.

Seguí comiendo mi ensalada, estaba tan metida en mis pensamientos que no me di cuenta que mi teléfono vibró mueven, indicándome que tenía un mensaje.

Te pueden estar engañando en tus propias narices y no te das cuenta. Lo que tienes de sexy, lo tienes de lenta. Abre los ojos. Todos son iguales...- DM

Nuevamente esos estúpidos mensajes. No entiendo qué coño quiere ese persona que haga con sus malditos mensajes. Simplemente no entiendo porqué lo hace. Soy Emma mi vida es 0% interesante y creo que esta persona no sabe eso.
Muchas veces eh querido Responder algo como:

Vete a la verdadera mierda. Búscate una vida y deja que joder la mia.

Pero no lo podía hacer ya que era un número privado y no podía llamar o enviar un mensaje a ese teléfono. Él dueño si lo podía hacer hacía otras operadoras, pero yo no.

Respiré profundo y dejé el teléfono a un lado de la mesa, para seguir comiendo mi ensalada.

- ¿Me puedo sentar?- preguntó un chico sentándose al frete de mí.

- Este lugar es libre- dije sin alzar la mirada.

- Emma, quiero hablar contigo.- cuando me llamó por mi nombre alcé la mirada y era mejor no hacerlo. Ante mis ojos estaba el chico que un dia llegué a a querer mucho, y así como lo quise lo odie. Eso quiere decir que lo odie a morir.

- Que mierda quieres Nathan?- rodé los ojos. Tenerlo al frente de mis ojos, me afectaba, pero estaba haciendo todo lo posible para que él no lo notarse.

- Quiero explicarte todo.- pasó una mano por su cabello claramente nervioso.

- No estoy para tus estúpidas excusas. Si no te importa, me retiro, adiós.- ya estaba dispuesta a salir de la cafetería, pero si voz nuevamente me detuvo.

- Quiero arreglar las cosas entre tu y yo. - me agarró fuertemente del brazo.

- Ese tu y yo ya no existe- me safé de su agarre. - De verdad. Quiero salir de aquí.

Salí de la cafetería siendo seguida por Nathan. Definitivamente este chico no se cansa.... ya estaba cansada de que me estuviese siguiendo. Me voltee bruscamente, quedando cara a cara con él.- Deja de seguirme coño, me cansas. Entiende que lo nuestro acabó hace mucho ¿ok? Si no lo entiendes te lo puedo dibujar- diJe con sarcasmo.- Tú arruinaste todo hace mucho y no quiero que te dignes a darme una supuesta excusa a estas alturas de la vida. No te quiero mas cerca de mi. Lo entiendes? Puedes irte al mismo infierno si te da la puta gana. Pero por ahora, solo manténte alejado se mí ¿si?- alcé una ceja.

El agarró nuevamente de los brazo y fue acercándose cada vez más. Maldición.

- Nathan alejate- grité.

- No Emma. Ahora no.- susurró cerca de mis labios.

- Maldita sea Nathan, alejate.- grité aún más fuerte.

- No- gruñó con brusquedad.

Estaba a punto que besarme, cuando unos fuertes brazos me agarraron por la cintura y me alejaba del idiota de Nathan.

Mentalmente le agradecí a aquél chico desconocido.

- La chica ah dicho que te alejes. Acaso eres sordo?- gruño él chico.

- Mi Asunto es con Emma, no contigo, idiota. - Nathan a penas dijo eso de idiota quedó tendido en el suelo, ya que él chico lo había golpeado tan fuerte en mándibula que cayó fácilmente al suelo. Él chico se acercó hasta el cuerpo de Nathan, y empezó a patearlo una y otra ves.

Definitivamente lo iba a matar.
Odiaba a Nathan, pero tampoco quería que un desconocido lo matarse y todo por mi culpa.

Rápidamente me acerqué al chico y puse mis manos en su ancha espalda, para evitar que siguiera golpeando a Nathan.

- Gracias- susurré en su oído- Estoy bien. No es necesario que lo mates. El pobre no sabe defenderse- reí, tratando de aligerar la situación. Pareció que eso funcionó, ya que él chico se rió, dándose la vuelta, para que quedarámos, cara a cara.

- Espero que con eso, más nunca intente pasarce contigo nuevamente.- sonrió.

- Gracias nuevamente. Si no hubieses llegado a tiempo no sé que fuese pasado. - bajé la mirada- Nathan es un maldito idiota.

- Ese vocabulario no es digno para una chica como tu. Estoy seguro que tus padres no permitirían que si niña tenga esa modo de hablar.- eso me hizo reír. Realmente temía toda la razón. Con mis padres era otra persona totalmente diferente.

- Eso es cierto- reí- Por eso tengo esta personalidad aquí. Ya que con mis padres no puedo ser yo misma. Ellos se han encargado de crear una imagen de mí, ante los demás que claramente no es cierta. Bueno para mí, no lo es. - no sabía porque hablaba de esto con este chico.- Emma Wiliams.- estrechamos las manos- mucho gusto. -sonreí.

- Justin Bieber. El gusto es todo mio Emma -sonrió, dejando a la vista sus blancos dientes. En realidad este chico tiene una sonrisa verdaderamente hermosa.

- Bueno, adiós. Nos vemos otro día. Gracias. Un gusto.- me despedí y salí corriendo hacia el baño de chicas en busca de Sara. Tenía que contarle todo lo que ah pasado.