Cuida tu espalda...

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Capítulo #1

Me desperté por el molesto ruido que hacía la alarma de mi teléfono. Como cada mañana, tenía que despetar a las 6:00 am para llegar a las 7:00 am al Instituto. Me paré de la cama, y a pasos lentos me dirigí al cuarto de baño. Una buena ducha con agua fría me despertará por completo. Me despoge de mi ropa y me adentré a la ducha.

Cuando terminé con mi baño, cubrí mi cuerpo con una bata de baño y cepillé mis dientes. Abrí mi armario y saqué mi uniforme. Por suerte en el Instituto hay que usar uniforme obligatoriamente, así no tenía que luchar por qué ponerme. Si tenía que ir al Instituto con ropa normal, para mí sería uno de los problemas mas grandes en la tierra, ya que no tengo casi ropa casual, lo mas casual que tengo son las faldas, pero para usar faldas tengo que usar tacones y no iría a un Colegio tan niña mimada.

Terminé de vestirme, agarre mi teléfono, mi morral y bajé a la cocina a desayunar.

- Cariño, apenas salgas del Instituto ven para la casa. Tenemos que salir. - dijo mi madre dejándome el desayuno junto a un jugo de naranja.

- Siempre hago lo mismo- rodé los ojos - Nunca salgo para ningún lado.

- Deja esa actitud conmigo señorita- reprochó- Apúrate, Tommas ya esta afuera esperando por tí.

- Ok- me paré de la silla- Nos vemos mas tarde. Adiós. - salí corriendo de la casa. - Hola Tom- sonreí al entrar al auto.

- Hola señorita Wiliams- saludó como siempre.

- Emma, Tom, me llamo Emma, no señorita.- reí. Me causa mucha gracia que los empleados de mis padres crean que soy como ellos.

- De acuerdo... Emma.- sonrió.

En el camino al Instituto lo único que hice fue escuchar música. A veces odio que mi vida esté rodeada de lujos. No puedo ser una chica normal porque para mis padres ser una chica normal implicaría que todo el tiempo me metería en problemas y es obvio que eso sería una raya para la familia Wiliams.

Bajé del auto y me despedí de Tommas. Entré por la puerta principal del Instituto y como de costumbre se escucharon los rumores en los pasillos, a penas entré, siempre era lo mismo. Abrí mi casillero y busqué las cosas que usaría a primera hora.

Mi teléfono vibró indicándome que me acaba de llegar un mensaje.

Cuida tu espalda...- DM.

Ya tenía varías semanas recibiendo mensajes como estos todos los días. Cada vez que llego al Instituto recibo uno, al retirarme otro, y cuando estoy en mi casa me llegaba un mensaje diciéndome cono estaba vestida o algo parecido. No había un día que no recibiera un mensaje de esa remitente desconocido. Las últimas 3 semanas se han convertido en un desastre completamente. Bueno aunque, eso es lo único interesante que le ah pasado a mi vida últimamente.

Rodé los ojos y me dirigí al salón de clases. Psicología, esta clase la compartimos junto con el otro año. Entré y me senté donde siempre, al fondo.

- Hola- Me saludó Sara sonriente- Anoche te llamé como 5 veces. Por qué no atendías?- se cruzó de brazos.

- Hola- sonreí de vuelta- Lo siento. Ayer por la noche tuve que salir con mi familiar- rodé los ojos- Ya sabes como es cuando estoy con ellos. No puedo hacer nada que no sea de su agrado, y es obvio que ellos odian que si querida hija atienda una llamada telefónica cuando están en una reunión familiar.

- Oh, entiendo. Bueno solo quería saber como estabas.- rió.

- Bueno, te digo que estaba mal. Por dios! Mi familia es sofocante. No paraban de hacerme preguntas tras pregunta. Lo único que quería hacer era salir de ese lugar y Volver a mi hogar.

- Muchos desearían tener tu vida...- murmuró.

- Todos aquellos estan confundidos, tener una vida como la mia, es no tener vida. - dije irónica.

- Como sea.!- bufo- Cambiemos de tema.... Has recibido un nuevo mensaje? - preguntó en voz baja, ella era la única que sabia respecto a las mensajes anónimos, de ese tal DM.

- Si- le entregué mi teléfono- No entiendo porque me mandan esos mensajes sin sentido.- rodé los ojos- Es... ¡Ah!

- Cuida tu espalda- leyó el mensaje en voz alta- Puede que él chico que te Envía estos mensajes solo quiere protegerte.- sonrió como idiota.

- Como sabes que es un chico?

- Estoy leyendo los mensajes anteriores, y creéme, no creo que una chica te diga lo sexys que se ven tus piernas en un short. Bueno al menos que sea lesbiana.- rió.

Esa short rosa me encanta. Hace resaltar tus sexys piernas.

Recordé ese mensajes y no pude evitar sonrojarme.

- Bueno, por esa parte, sí, es un chico- reí- Pero igual. Sus mensajes me confunden. Simplemente no los entiendo. Ninguno tiene sentido.

- Puede que con el tiempo, todo tenga una respuesta- la forma en qué lo dijo me confundió. Habló tan sería, que parece que ella sabia mas de la cuenta- Solo tienes que esperar.- me entregó mi teléfono.

- Como sea! Ahora esos mensajes para mí, son simplemente una pérdida de tiempo- suspiré.

- Paciencia, ese chic...- fue interrumpida por todos los alumnos que retraton a el salón.

Maldición. Odio cuando me dejan con la duda.

Definitivamente Sara sabía algo que no me ah dicho. Y tarde o temprano lo averigüaría....

No Soy Lo Que Crees. {Justin Bieber}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora