Donde Maddie Miller y Carl Grimes se enamorarán poco a poco en un mundo donde parece que el amor ya no existe.
Maddie Miller y Lindsay Miller más algunos personajes que iré añadiendo según avance la historia son completamente mías, los demás persona...
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LA cena estaba lista, Beth y yo fuimos a comer, antes de esto estábamos hablando sobre Sophia, le contaba pequeñas historias sobre ella.
Todos estaban muy callados cuando Glenn comenzó a preguntar si alguien sabía tocar la guitarra - Otis sabía...- dijo Patricia - Además tocaba muy bien - le dio la razón Hershel.
El silencio volvió a reinar cuando vi algo muy curioso:Maggie y Glenn pasándose notitas
¿Estamos en el instituto?
La cena terminó y todos nos fuimos a hacer nuestras tareas, yo preparaba la habitación de Beth pues me prometió una noche de chicas.
Saque todo el maquillaje que Beth y Maggie tenían, con el permiso de ambas, cogí ropa preciosa que había por la casa y varias cosas para peinar.
Llené la habitación de pequeñas velas y pétalos decorativos que estaban en la habitación de Maggie y Hershel me ayudó a subir el gran espejo que tenían en el salón, con una sábana yendo a ese espejo hice una especie de pasarela y coloqué un biombo por si a Maggie o a Beth les daba vergüenza cambiarse frente a mí.
Beth llegó primero y comenzó a reír cuando vio lo que había montado
- Te lo tomas muuuuy en serio, Madds- me dijo riendo - Es mi primera noche de chicas y posiblemente la última, así que quiero que sea inolvidable - le dije con una pequeña sonrisa y ella asintió - Pues hagámosla inolvidable.
Comenzamos a probarnos vestidos, incluso Beth se puso el vestido de novia de su madre y yo el que Maggie usó como niña de las flores
- Estás preciosa, Bety - le dije con una sonrisa - Ojalá pudieras casarte y yo lo viera algún día - Y ¿Quién dice que no me casaré? Yo aun tengo la esperanza de que me casaré con un apuesto príncipe de brillante armadura - dijo dando vueltas con su vestido y tarareando la clásica canción del "príncipe azul" de la bella durmiente cuando de pronto entró su novio a la habitación.
- Oh, Jimmy... Estamos en una noche de chicas - le dije yo, Beth seguía dando vueltas y él sonrió.
Se acercó a ella y la tomó en un pequeño baile, ambos reían y daban vueltas cuando Carl apareció en la puerta - ¡Estás bien! - chillé y fui a abrazarle - Estás muy bonita - dijo cuando se separó de mí y comenzó a observar mi vestido violeta - Oh gracias... - de pronto escuché cómo alguien había puesto música de baile, había sido Beth para seguir bailando con su enamorado
-¿Me concedes este baile? - me dijo con una sonrisa tímida y yo acepté.
Ambos eramos muy torpes, nunca habíamos bailado algo así, pero era precioso, dábamos vueltas por la habitación mientras nos reiamos y yo agradecía internamente que estuviese bien, ahí conmigo bailando.
Por un momento se me había olvidado todo lo de fuera, que Sophia había desaparecido, los caminantes, las peleas... Todo. Solo éramos Carl y yo bailando al compás de la música con las risas de mi amiga y su novio de fondo, hasta que Carl me hizo la pregunta.
-¿Y Sophia? - paré de bailar de pronto y miré al suelo - Yo... Te mentí para no preocuparte, aún no la hemos encontrado... Lo siento - Oh... Bueno... No pierdas la esperanza, seguro que la encontramos - me dijo con una pequeña sonrisa -¿No estás preocupado? - Claro que lo estoy, muchísimo, la extraño mucho... Pero quiero que estemos bien, ahora estás tú aquí conmigo y no quiero que lo pases mal.
El silencio reinaba mientras yo le miraba con una pequeña sonrisa
-¿Sabes? - continuó hablando- estos días, mientras estaba dormido, no paraba de soñar, soñaba con pequeñas cosas de todos nosotros, también soñaba con Sophia pero sobre todo soñaba con alguien... Soñaba contigo, Maddie
No pude evitar sonreír y abrazarle para después darle un beso en la mejilla cuando escuché a Lori llamando a los chicos
- Me tengo que ir - me dijo con una pequeña sonrisa y sonrojado y yo me despedí con un corto abrazo, luego ambos se fueron.
Ahí a Beth y a mi se nos bajaron los humos, recogimos la ropa y ordenamos el cuarto, luego de esa hora y media recogiendo bajamos silenciosamente a la cocina, casi todos estaban dormidos.
Nos pusimos a hacer unas palomitas cuando Maggie entró por la puerta encendiendo la luz
- Beth, Glenn sabe lo del pajar.
A Beth se le cayó el tupper que contenía los granos de maíz (el cual por suerte estaba cerrado)
- Sabe lo de... ¿Ellos? - le preguntó Beth y Maggie asintió, era como si yo no estuviera ahí - ¿Lo de quién? - pregunté y ambas me miraron, Maggie pensó un momento y luego me hizo sentar
- Prométeme que esto será nuestro secreto - asentí y comenzó a contar
- Bueno... Nosotros creemos que lo que vosotros llamáis caminantes son personas enfermas, así que todos los caminantes que encontramos los metemos en el pajar, suponemos que en algún momento alguien encontrará la cura y todo se solucionará... Allí están nuestra madre y nuestro hermano... Algunos amigos y conocidos y pues Glenn ha visto eso, supongo que querrá contarlo al grupo y ellos pensaran que lo mejor es matarlos... Pero aún tenemos la esperanza de que mamá y Shawn estén vivos y se puedan curar - explicó Maggie y yo asentí levemente
Las entendía, osea, si mi madre muriese de esta forma yo me aferraría a cualquier cosa para pensar que sigue viva así que aunque no compartiese ese sentimiento, no les delataría, el pajar esta lejos del campamento de mi grupo y no creo que un pequeño grupo de caminantes puedan tirar esas puertas.
Asentí levemente mirándola y sonreí - Os entiendo, podéis confiar en mi, no diré nada y hablaré con Glenn, intentaré que no hable
Ambas me abrazaron y me agradecieron, tras esto subimos a la habitación y no volvimos a tocar el tema
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DESPERTÉ abrazada a Beth, mamá me llamaba para ir al patio con Carl y Lori a alimentar gallinas, me vesti rápido y bajé con ella.
Llegué corriendo y cogí un cubo con comida, luego comencé a alimentar gallinas.
Mamá vino hacia mí corriendo con una sonrisa
-¿Quieres ir a aprender a disparar? - Sí - dije sin pensarlo dos veces y con una sonrisa - Vamos - dijo extendiéndome la mano, me agarre fuertemente a ésta y corrimos hacia el coche que tenían preparado.
Estábamos disparando, era la tercera botella que conseguía reventar, mamá no paraba de decirme que estaba orgullosa.
Terminó la sesión, di en el blanco todas las veces y Carl casi todas, todos nos felicitaban por haberlo hecho tan bien
Comía con mamá la carne que Dale cocinaba cuando Lori se alejó de la zona con náuseas.
– Que extraño – dijo mamá – ¿Estará embarazada? – ¿Tu crees? – Deberías preguntarle en privado, si está embarazada tú podrías ayudarla, eres ginecóloga – Y hasta podría enseñarte a asistir un parto – Dijo con una sonrisa y yo asentí – come anda, ya hablaré con ella.
