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Postrada en una cama de hospital. Es la primera vez que ella se encuentra en esta posición. Jamás pensó que esto llegaría tan pronto, y pareciera que desde que sabe qué ocurre con su cuerpo, el paso del tiempo se perdiera por completo, al igual que sus emociones y pensamientos.

Sus sentimientos se encuentran reprimidos y mezclados que no sabe cómo describirlos. ¿Ansiedad? ¿Angustia? ¿Miedo? ¿Tristeza? Son tantas cosas que suceden al mismo tiempo que no se puede dar una descripción clara. Pero de lo que algo está segura, es que quiere terminar con esto de inmediato, quiere irse lo antes posible, quiere volver a su "vida normal" en cuanto pueda.

Ella voltea a ver su brazo, el cual tiene una jeringa sostenida por su doctor. Siente algo de ardor y luego cierra los ojos. Lleva poco más de la hora en el hospital y desea irse con fuerzas, sin embargo solo suspira tranquilamente mientras todo el proceso termina.

-Y... listo. Es necesario que se quede en cama al menos esta noche porque fue una dosis un poco elevada y no sabemos los efectos secundario que podría obtener. Si tiene ganas de vomitar o siente náuseas solo pulse el botón rojo y vendré de inmediato—sonríe.

-Gracias.

-Bien—el doctor Han se levanta—vendré en una media hora a hacer un chequeo.

Alyssa deja de pensar un momento en ella y se enfoca en su padre, que recuerda que se encuentra a pocos metros de ella. Quiere ir a verlo mientras pueda. ¿Qué pasa si el día de mañana lo desconectan? ¿O qué pasa si el día de mañana ahora ella no puede salir de la cama? Aprovechar esa probablemente una de las últimas oportunidades para verlo es lo que más desea.

Aunque no tiene muchas fuerzas; se siente cansada, siente un pequeño peso sobre su cuerpo, hace todo por poder llegar a él, llegar a ver a su papá.

-Oh, espere... ¿cree que pueda ir a visitar a un paciente?

-¿A un paciente?

-Es que... mi papá se encuentra en el siguiente piso, está en coma desde hace mucho tiempo, y... no lo he visitado recientemente, quisiera poder verlo.

-Oh... ah, claro... si gusta le acompaño, por precaución.

-Por favor.

Alyssa se levanta con la ayuda de Han. Ambos van al elevador y suben en silencio. Al llegar entran en la habitación y Alyssa se acerca a su padre, lentamente. Le acaricia la mano mientras lo mira, él sigue con los ojos cerrados, pareciera que solo estuviera durmiendo. Ella tiene miedo y suplica en su cabeza porque abra nuevamente sus ojos, pero nada.

Algo dentro de Aly siente que es el final, algo dentro de su corazón siente que puede ser la última vez en estar aquí sosteniendo su mano mientras ambos se encuentran con vida.

-Oh, espere... ¿usted es su hija?—el doctor Han pregunta.

-Sí.

-Wow, no puedo creerlo. Su padre fue mi maestro de la secundaria, era mi favorito. Estuvo ahí y me apoyó varias veces. Incluso había ocasiones en las que almorzamos juntos. Siempre ha sido un gran hombre.

-¿En verdad?

-Cuando supe lo de su accidente fue una horrible pena, lamento mucho que se encuentre en estas condiciones.

-Yo también—susurra la chica—en realidad, tal vez pronto lo desconectemos. No quería hacerlo pero mi esposo y yo tenemos tantas deudas ahora mismo...

Sin mencionar que él se encuentra enojado por tener que pagar por su estancia en el hospital. Sin mencionar que la falta de dinero la obligará a dejar a su padre ir. Sin mencionar que sus únicas opciones son o ella o él.

Quédate conmigoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora