Yo te di una rosa preciosa, tan hermosa como mi amor.
Pero nunca pensé en el día, en el que esa rosa se marchitace.
Fuese el día en el que mi amor acabo, y por fin pude ser libre y no sentirme menos, con tus excusas tontas.
Ahora ya no me importa si utilizas o no las excusas para no pasar tiempo juntas, yo solo quiero enfocarme en mi, cosa que he hecho nunca.
Rosas... tan hermosas y tan dolorosas.