LISA
Asunto: Lo que necesito en dos horas.
Los archivos Lexington. Los papeles de transferencia de la compra de Lerner y Taylor. Tu informe de la lista principal. Las notas de la reunión de esta tarde
Kim Jennie, directora ejecutiva de Kim Publishing.
Cerré su email y suspiré.
Estaba empezando a desear que simplemente me hubiera despedido.
Desde esa reunión en su oficina hace dos días, había sido más mandona.
Lo doble de insoportable.
Había dado todo de mí para no salir de la reunión de todo el equipo cuando a propósito me puso en aprietos y me hizo varias preguntas sobre un libro que ella sabía no había tenido la oportunidad de leer aún. Luego otra vez cuando me reprendió frente a todos por entregar informes incompletos que ni siquiera serían necesitados por otras cuatro semanas.
No había manera que fuera a completar cada objetivo de su más reciente email en dos horas, así que ni siquiera iba a intentarlo. Tomé el trabajo que ya había terminado y me dirigí a su oficina, enviándole a Jisoo un email en el camino.
No me importaba si ella encontraba este mensaje en el servidor de la compañía o no.
Asunto: Jefa Horrible + Típico Comportamiento de idiot* + Día Largo = Vino. ¡Inmediatamente!
Dejaré el trabajo temprano hoy.
¿Puedo pasar y beber vino en tu casa por la noche?
Tú mejor amiga, Lisa.
Su respuesta llegó en segundos.
Asunto: Jefa Horrible + Típico Comportamiento de idiot* + Día Largo = Vino. ¡Inmediatamente!
Por Supuesto.
Compraré tu favorito.
Tú mejor amiga, Jisoo.
Al segundo que las puertas del ascensor se abrieron, me dirigí directamente hacia su oficina y no me molesté en tocar.
Abrí la puerta y la vi leyendo un libro en su escritorio.
—¿Puedo ayudarla con algo, señorita Manoban?
Ella me miró.
—Aquí está mi informe principal.
Golpeé la enorme carpeta de papeleo en su escritorio.
—El informe de Lexington, lo que logré terminar de todos modos, debería estar en su bandeja de entrada en cuestión de minutos.
—No necesitabas venir aquí para decir eso. Deberías haberme enviado un correo electrónico...
Su mirada fue a mis labios, pero luego entrecerró los ojos hacia mí.
—Sabes que odio cuando la gente entra en mi oficina sin permiso.
—Odias muchas cosas.
Me encogí de hombros.
—Tal vez deberías aprender a tratar con ellos como todos los demás. Traeré aquí mis notas de la reunión de esta tarde cuando termine, sin llamar, ya que probablemente tendré que traerte un almuerzo tardío, y luego oficialmente he terminado por hoy.
—No.
Pasó una página de su libro.
—Simplemente pensarás que has terminado por hoy. Necesito que te quedes hasta las ocho en punto hoy.
—No puedo—, dije con firmeza. —Tengo planes.
—Lo sé—, dijo, dejando su novela. —Tus planes incluyen quedarte aquí hasta las ocho.
—Sra. Kim...
La miré directamente a los ojos.
—Con el debido respeto, que no se merece después de la forma en que me ha tratado esta semana, no me quedaré hoy. No tengo tiempo. Y en realidad, ¿sabes algo más?
Tiré al suelo la carpeta que acababa de dejar en su escritorio, enviando cientos de hojas de informes sueltas al suelo.
—No voy a recoger eso, y no voy a hacer nada más hoy. Me voy a casa. Ahora.
—Señorita Manoban...— Apretó los dientes. —No me haga...
—¿Qué? ¿Despedirme? Por favor, hazlo.
Me alejé de ella y salí corriendo de su oficina con la sangre hirviendo y mi frustración en su punto más alto.
Furiosa, fui a mi oficina y cerré de un portazo. Entré en mi portal de planificación y envié cancelaciones de email por el resto de mis reuniones. Además, envié a Recursos Humanos un mensaje que confirmaba que me iba temprano por "razones personales" y que si podía solicitar tiempo libre adicional en los días que vienen.
Me aseguré que todos los emails estuvieran revisados, y luego apagué mi computadora y cerré todas las carpetas en mi escritorio.
Mientras me ponía el abrigo, mi puerta se abrió y Jennie irrumpió en mi oficina.
—¿Vas a algún lugar?— Ella siseó, apretando la mandíbula. —¿No escuchaste lo que dije cuando estábamos arriba?
—Lo hice.— Recogí mi bufanda. —¿No escuchaste lo que dije? Me voy. Puedes quedarte ahí y amenazarme con tus miradas todo lo que quieras, pero me voy a casa.
—Lisa...— Cerró la puerta y le echó llave, luego caminó hacia mi escritorio. —No voy a pedirte que te quedes otra vez.
—Bueno.
Me encogí de hombros.
—Entonces eso hace que sea mucho más fácil para mí irme.
Me colgué el bolso al hombro y me dirigí a la puerta de emergencias, pero ella me agarró del codo por detrás y me dio la vuelta para mirarla.
—¿Por qué estás siendo tan malditamente difícil?— Presionó su frente contra la mía. —Realmente necesito que te quedes aquí conmigo hoy.
—Entonces necesito que me des una buena razón para hacerlo.
Sus labios de repente chocaron contra los míos y sus brazos rodearon mi cintura, sus dedos hábilmente desabrocharon el cinturón de mi abrigo. Manteniendo su boca contra la mía, me abrió las solapas y me quitó el abrigo de los hombros y lo tiró al suelo. Mordiendo mi labio inferior, deslizó su mano por mi vestido, lentamente arrancándome las bragas empapadas.
Me besó hasta que me quedé sin aliento, empujándome suavemente hacia atrás y contra mi escritorio.
Soltando brevemente mis labios, empujó todas mis carpetas y archivos al suelo. La línea de mi oficina comenzó a sonar y ella también tiró el teléfono al suelo de inmediato.
Las mejillas desnudas de mi trasero golpearon el metal frío y jadeé mientras captaba la vista de su polla endurecida a través de sus pantalones.
—Abre las piernas para mí—, ordenó.
El sonido de la gente hablando fuera de mi oficina me hizo querer saltar, pero puso su mano contra mi estómago y me miró a los ojos.
—No podrán oírnos—, susurró. —Haz lo que te dije que hicieras. Ahora.
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⌗ Naughty Boss | Jenlisa
FanfictionDefinitivamente, no se suponía que debía recibir ese correo electrónico... Esta historia es una adaptación, todos los derechos al autor.