" La insuma y ocasional visita a la biblioteca no era una preocupación, hasta que un empleado nuevo cambiaría su vida, haciendo que poco a poco su estado se vaya deteriorando por su amor, su imposibles y frágiles encuentros le darían vida a ésta his...
— ¿Y? ¿Cómo vas con Álvaro? — Jenna, mi mejor amiga desde pequeñas me cuestionaba a susurros por mi derecha, intentando que su interrogatorio saliera desapercibido de la clase. Pues no quería ser sorprendida por interrumpir el esclarecimiento del profesor Matt.
— Nos vimos anteayer, pasamos la tarde juntos. ¿Qué te interesa? — Mi mirada no se encontraba con la suya misma, pues mi manera de dispensar era seguir con el ojo puesto al frente. Efectuar que la fémina a mi lado no parecía entender.
— ¿No te contó? ¿No te habló nada de nada del tema? — Mi ajena confortó el tono de voz en una expresión llena de emociones confusas por mi tal respuesta, no sé qué le ocurría. Solo sé que el profesor que se paraba enfrente nos proporcionó una dura ojeada que indicaba que guardáramos silencio.
— Baja el tono, Jenna. ¿Y de qué carajos estás hablando? ¿Álvaro tendría que decirme algo? — Ahora era yo quien subía su tonalidad de voz, rematando a la chica a mi lado con una mirada de recelo a juzgar. Había dejado atrás el plan de evitar los retos del profesor, las palabras de mi amiga me habían dejado con una duda impecable que necesitaba vaciar.
— Fiesta. — Los ojos de la chica se abrían en un vaivén extraño, sus orbes cafés me indicaban algo pero no podría descifrar de qué se trataba, ahora era ella quien no despegada su mirada del frente.
— ¿Qué? —
— Tamara y Jenna, guarden silencio, no lo repetiré por segunda vez. — El parafraseo del profesor nos llegó con molestias a ambas, concentrándonos a su dirección para evitarnos otra escena con el superior. Dejando nuestra conversación en el olvido apenas el mayor de la sala empezó su pretexto nuevamente.
( . . . )
— ¿De qué carajos me hablabas, Jenna? — A mediados del día nuestras primeras clases habían llegado a su fin con rendimiento, durante el receso, yo y mi amiga podemos ponernos al tanto sobre nuestra conversación pendiente.
