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Pov Lourdes

Los días después de la fiesta fueron ajetreados. Pasaron 3 semanas y Martina cada día estaba más cambiada. Se frustraba todos los días por algo diferente, estaba con muchas crisis e incluso ni si quiera pudimos disfrutar del todo nuestras vacaciones.

Ahora ya estabamos a mitades de febrero, yo seguia a full con el tema de la producción de la ropa pero decidi que si queria ayudar a Martina y a nuestra relación, tenía que tomarnos un tiempo aunque sea para nosotras dos.

Volvi de la oficina ansiosa, pensando en como estará Martina hoy. Si estara de buen humor o si ni si quiera va a querer hablarme. Rogaba porque fuese la primera.

—Mar...—la llame mientras entraba. —Marti...—no obtuve respuesta.

Me fije en todas partes y ella no estaba, ni en nuestra habitación, ni en su oficina, en el balcon tampoco. Hasta que escuche unos pequeños quejidos que provenian desde el baño.

Golpee la puerta varias veces pero no contestaba. Me comenze a preocupar y sin pensarlo, entre. Martina estaba llorando en el piso.

—Amor...—me tire al lado de ella y la rodee con mis brazos. —¿Qué te pasa?

—No sirvo para nada, Lourdes. —dijo entre llantos. —Ya no tengo nada.

—¿De qué hablas? —no entendía de que me estaba hablando.

—La gente se va a cansar de mi, ya no va a querer ver nada de lo que hago porque ya es aburrido. —siguió. Ahí entendí por donde venía la cosa.

Desde que volvió de ese estúpido viaje, estuvo bastante frustrada por no volver a encontrar su escencia. Su contenido ya no le parecía suficiente y ahora se sentía atrapada.

Yo no sabía que decirle, yo tambien estuve en ese lugar alguna vez, pero a diferencia de ella, no me lo habia tomado tan grave. Pero sabía que para Martina esto era diferente. Siempre se esforzo por complacer a todo el mundo, ese era su mayor problema. Podría tener miles de comentarios positivos, que ella solo iba a fijarse en el único que le estaba tirando mala onda.

—Tranquila. —la abraze más fuerte. —Vamos a la cama.

—No quiero. —dijo desganada. —Tengo muchas cosas que hacer.

—No es el momento. —acaricie su cabello. —Tomate el día, si queres no hacemos nada juntas, pero no te estreses hoy.

—Hace días que me vengo "tomando el día" —dijo un poco enojada. —Si sigo quedandome estancada, entonces mi carrera se va a reducir a nada.

—Yo...yo estaba pensando en...en que quizás...—me ponía nerviosa no saber como decirle el plan que habia pensado. —Podriamos irnos a Pinamar, unos días...a descansar y estar lejos de todo ¿qué pensas?

—¿Qué pienso? ¿Realmente queres saber que pienso? —yo asentí. —Pienso que sos una egoista Lourdes, estoy mal, muy mal, pensando en como salir de este pozo de ansiedad en el que estoy metida hace ya casi un mes y vos estas pensando en...¿irnos de vacaciones? —negó enojada. —Yo se que esto a vos no te importa, no te afecta, pero a mi si y disculpame si no puedo pensar en irme a Pinamar por estar preocupada por mi trabajo.

—Marti yo te entiendo pero....esa no fue mi intención. —intente no agrandar esta discusión. —Yo solo lo sugerí para que estes más tranquila, podes pensar tanto alla como acá pero quizás ahí lejos de todo, solo nosotras...

—Bueno tu sugerencia estuvo muy fuera de lugar. —se levanto limpiandose las lagrimas.

—¿A donde vas? —le pregunté.

you're losing me || martuliDonde viven las historias. Descúbrelo ahora