5

485 21 1
                                    

Pov Luli

—Vamos a perder el vuelo. —le dije a Martina un poco impaciente.

—No vamos a perderlo Lourdes. —respondió mientras buscaba vaya uno a saber qué en su bolso. —Ahora ayudame con esto en vez de quejarte.

—¿Qué estas buscando? —le pregunté cuando me acerque.

—El lente de la camara, estoy segura de que lo traje. —seguia revolviendo todo.

Yo comenze a mirar por encima de las cosas que la rubia estaba regando por todas partes, hasta que vi la camara apoyada en otra mochila. La tome y vi que efectivamente el lente estaba puesto.

—Acá esta. —le dije mostrandoselo.

—¡Dios! Casi me muero del susto. —tomo la camara y la abrazo como si fuera un bebe recien nacido. —Creo que estoy demasiado nerviosa.

—Tranquila. —le di un corto beso en los labios. —Vamos a ordenar este desastre y te vas a relajar hasta que tengamos que subir al avion...puedo comprarte un café si queres. —ella asintió. —Esta bien, ordenamos esto y voy a pedirlo.

Una vez que ya Martina se habia tomado todo su café, grabado un par de tomas y nos besaramos bastante. Nos subimos al avion finalmente y partimos hacia nuestro destino.

Fueron unas 14 horas de viaje mas o menos. Me las pase durmiendo y escuchando música, en cambio Martina uso ese tiempo en ocuparse de su trabajo.

—Este hotel es increible. —dije viendo todo lo llamativo que tenia.

Era bastante exorbitante. Carteles con luces por todos lados, grandes escaleras y sobre todo, casinos. A donde sea que camines, habia uno. Era todo tan Las Vegas, que me fascinaba.

Entramos a nuestra habitación y dejamos las valijas tiradas, en otro momento nos ocupariamos de arreglar nuestra ropa. Ahora moriamos de hambre y sueño. Martina pidio servicio a la habitacion y despues de comer, nos quedamos totalmente dormidas.

—Amor...—escuche un pequeño susurro. —Pepe...—me fui despertando de a poco y me tope con la cara de Martina observandome fijamente.

—Buen día. —dije algo dormida todavia.

—Buen día. —me dio un beso.

—¿Por qué me llamabas? —le pregunté mientras me estiraba.

—Porque vi que la de las entradas te contesto. —me mostro mi celular.

Rapidamente me frote los ojos y leí el mensaje. Conteste y arregle todo lo que tenia que arreglar para pagarle y que me de las entradas.

El resto del día estuvimos inquietas, fuimos a dar un paseo para calmar los nervios pero solo podiamos pensar en esas entradas y en por favor no haber sido estafadas. Yo realmente tenia muchas ganas de que vayamos y no solo porque era el sueño de Martina, sino porque tenía un plan: poner fecha para casarnos.

—¿Te respondio? —me preguntó mi novia ansiosa. Yo levante mis hombros y agarre mi celular, para ver si tenia algun dm pero nada...

Hasta que entre al chat y me di cuenta que me habia bloqueado. ¿Ahora como le decia esto a Martina? Ella me estaba mirando con tanta esperanza que no queria romperle el corazón.

—Mar...—use un tono algo pesado como para que sepa que no eran buenas noticias. —Me bloqueo.

—¿En serio me decis? —pude ver en su cara que intentaba parecer tranquila pero no.

—Si. —respondi y Martina dejo salir un suspiro de tristeza.

Despues de lamentarnos el resto de la tarde y tratar de conseguir como reventa, no hubo manera. Pero no queria que esto arruinara nuestro aniversario, queria que despues de estos meses horribles, pudieramos disfrutarlo bien y mi plan no se iba a venir abajo por esto.

Me quede dormida y no se en que momento, fue una siesta reparadora porque me levante como si hubiese descansado mil vidas. Escuche que Martina estaba entrando justo por la puerta de la habitación.

—Te levantaste. —me sonrió. —Ahora espero que te prepares porque hoy vos y yo vamos a ir a cenar.

—¿Tenes ganas de salir? —pregunté confundida.

—Es nuestro aniversario. —me puse feliz de que lo recordara. —No iba a dejarlo pasar solo por esto.

Me duche y me prepare. Segun Martina era un restaurante elegante asique tenia que vestirme linda. Elegi todo un conjunto negro de cuero y hacerme un rodete para controlar mi cabello. Martina tambien se vistio de negro, estabamos casi matcheadas, me encantaba como se veia con esa ropa, pero ya me estaba imaginando sacandosela cuando volvieramos.

Fuimos en uber hasta el lugar. Yo pensaba que al estar tan cerca del estadio donde era el concierto y ver a tantas chicas que iban para ahi pasar por al lado nuestro iba a bajonear a Martina, pero no, o al menos no lo parecia.

Pedimos la comida y yo estaba nerviosa. Queria hablar del tema casamiento pero no se me ocurria como, tampoco sabia si era muy prudente. Borre cualquier tipo de duda de mi cabeza y tome el valor para hablarlo.

—Pepe...—ella me miro atentamente. —Hay algo que yo te queria decir hoy....en el concierto para ser más exactas, pero bueno...—dije por la obviedad de lo que nos habia sucedido. —Pero ahora estamos aca y...Dios, me siento una estupida porque no pude preparar nada y...

—Tranqui. —me calmo un poco. —Yo tambien tengo algo que decirte, de hecho..

—¿De verdad? —ella asintió. —No pero...yo tendria que decirtelo, no vos a mi...—me rei nerviosa. —Pero seguramente vos tengas algo preparado como siempre y yo nada, porque siempre que queria intentarlo vos venias conmigo y no me dejaste sola en todo el día pepe...

—Amor calmate. —se rió. —Para que estes más tranquila, lo voy a decir yo...

—Esta bien...creo que me gusta más asi de todas formas. —comence a escucharla.

—Hace un tiempo nos comprometimos y quizas haya sido la idea más loca e impulsiva que tuve en mi vida...no me mal interpretes, me encanto y sigo con la misma idea de querer casarme con vos. —me afirmo. —Pero se que las cosas no estuvieron bien entre nosotras este tiempo entonces hoy, en nuestro aniversario, quiero reafirmar eso que te pedi hace unos meses pidiendote otra vez que te cases conmigo. —saco su mano que estaba ocultando en la espalda y me mostro su puño, como sosteniendo algo dentro de él.

—¿Qué tenes ahí? Ay no, ya estoy llorando. —me limpie las lagrimas.

—Pepe, ¿te queres casar conmigo? —su sonrisa mientras me lo pedia me hizo llorar aún más.

—Si, obvio que quiero. —le dije más que segura.

Ella abrio su mano y en la palma dejo ver dos pequeños anillos hechos de papel. Los habia hecho ella misma y yo sabia perfectamente lo que significaban.

—Son paper rings. —dije asombrada.

—Si. —me tomo la mano y comenzo a ponerme uno. —Es algo simbolico, esa canción siempre me hizo acordar a vos.

—Y encaja perfecto. —no podia parar de mirarlo. En estos momentos ese anillo para mi valia más que uno con 100 diamantes.

—Lo hice cuando te dormiste la siesta, medi tu dedo para poder tomar la medida exacta. —me contó. —Así que ahora, dejamos de posponer todo esto y....¡vamos a casarnos!

Ambas nos besamos. Y estabamos más felices que nunca. Nuestra noche quizas no fue como pensamos que iba a ser, pero termino siendo mucho mejor.

Cuando volvimos al hotel, no pegamos un ojo. Recien caimos en cuenta de la hora que era cuando la luz del día entro por la ventana. Yo estaba abrazada al cuerpo desnudo de Martina, pensando en cuanto la amaba y queria tenerla conmigo para siempre.

Era un espejo de colores.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Mar 13 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

you're losing me || martuliDonde viven las historias. Descúbrelo ahora