Ah, ser transmigrado en una novela como un pequeño villano que está destinado a morir...
Vale, cliché. Pero no me importa si es un cliché. Mi vida está en juego aquí, ¿vale? ¡No quiero morir por la promesa que Cale le hizo a Raon!
¡Voy a sobrevivir...
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La puerta se abrió y se estrelló contra la pared. "Bueno, si no es mi mejor amigo, Lord Neo", dijo Venion, su tono sarcástico mezclado con veneno. "Qué gusto encontrarte aquí".
Neo sólo pudo agarrar con más fuerza el frío metal en su mano. Silenciosamente tuvo un ataque en su mente, con la idea inconcebible de que había entrado al calabozo en el momento equivocado. Estaba seguro de que el carruaje de Venion llegaría más tarde esa misma noche, en lugar de media tarde.
'No, pero esto podría ser mejor. Puedo hacer que esto funcione... siempre que Raon trabaje conmigo en el peor de los casos. Tuve la suerte de esconder la poción...'
Neo lo aguantó y se inclinó cortésmente, sin mirar nunca al hombre que tenía enfrente, incluso después de ponerse derecho nuevamente. "Saludos, Lord Venion. ¿Has venido a entrenar al dragón?"
"Bueno, ¿no eres demasiado formal con un amigo? Levanta la cabeza, Lord Neo".
Neo obedeció lentamente, su visión se encontró con unos ojos verdes calculadores.
"Pero sí, efectivamente lo hice. Simplemente me preguntaba qué estaba haciendo Lord Neo aquí. ¿Seguramente no tenías intenciones de liberarlo?" Venion se cruzó de brazos, mirando las herramientas que tenía en la mano.
"No, no. Por supuesto que no. Estaba a punto de enseñarle a este dragón su lugar porque empezó a actuar como un perro enloquecido".
"Hm..."
Venion se quedó en silencio. Neo sintió como si estuviera mirando dentro de su alma antes de desviar su mirada hacia el dragón en la esquina, amenazado por su presencia. No podía adivinar lo que estaba pensando. El silencio comenzó a hacer que las palmas de Neo se pusieran húmedas antes de que una risa espeluznante resonara en la habitación.
"Bueno, ¿por qué no empiezas? No todos los días tengo un torturador diferente. Deseo ver tus técnicas". La sonrisa de Venion claramente implicaba un plan, que no era del agrado de Neo. Trató de pensar en una manera de salir de esto. Si lo peor empeora, tendría que actuar con Raon.
"Oh, pero estoy seguro de que recibirías mucha más alegría si alguien con experiencia realizara este trabajo. Solo estaba planeando—"
"¿No recuerdas lo que dije?"
"...¿Disculpe?"
El rostro sonriente de Venion se convirtió en algo que casi podía congelar todo lo que estaba a la vista. "Para recuperar mi confianza en ti, tendrás que llevar a cabo incondicionalmente cualquier tarea que te dije que hicieras. Esta es la tarea que te estoy entregando. Torturar al dragón, Neo Tolls".
'Entonces, se ha convertido en algo como esto...'
Neo miró hacia el dragón cuyos ojos brillaban con odio y furia.
'Sí, lo sé. No es que yo también quiera hacerlo. ¿En qué me he metido...?'
