CONFUNDIDO [Hazbin Hotel]

Otra promesa

El día llego a su fin. El demonio de la radio se dirigió al primer piso cuando Angel llegó gritando su nombre. lo agarró del brazo y corrió con él a su propia habitación y entró, cerrando la puerta detrás de ellos e inmovilizando a Alastor.

"¡Ayudé a Charlie AAAAL TODO EL DÍA! ¡Y hoy realmente no peleé con Vaggie!" Dijo con orgullo, sabiendo muy bien que ahora podría besar al demonio rojo sin ninguna protesta.

"¡Felicidades, querido! Creo que debo dos besos..."

"Oh, si dos, bebe~"

Angel sonrió. Con la parte superior de sus manos sujetó los brazos del otro en la puerta, mientras con las otras acariciaba sus caderas. el demonio araña besó al demonio rojo en los labios, haciendo que este bajara las orejas y se sonrojara un poco. No perdió el tiempo y metió la lengua en la boca, tratando de atrapar la del otro. Siguieron besándose, mientras Angel sujetaba fuertemente sus brazos y acariciaba su cuerpo, pasando su mano por debajo de su abrigo y su camisa, acariciando la espalda de Alastor. rompieron el beso para respirar, mientras el demonio araña usaba una de sus manos inferiores para quitarle la parte superior de la camisa. se inclinó y besó su cuello, haciendo que el otro se sonrojara un poco más. Angel sonrió y lo lamió también, obteniendo un pequeño grito ahogado del otro.

"Hablamos de dos besos Angel...." Dijo el otro tratando de liberarse, pero el otro lo abrazó con fuerza. El demonio araña miró a Alastor a los ojos.

"Solo hablamos de besos, no mencionaste nada más, nene~~" Angel recorrió su espalda con su dedo, haciendo temblar al demonio rojo.

"Entonces esto significa que no tengo límites para esto~" Y con eso Angel volvió a lamer su cuello y succionó la piel de Alastor, haciéndolo sonrojar más y jadear nuevamente, se maldijo a sí mismo. engañado por sus propias palabras. Chupó hasta dejar una marca visible en su cuello.

"¿Por qué hiciste eso? ¡Esto no desaparecerá hasta dentro de unos días!" Preguntó Alastor, con todo el rostro rojo. Angel le levantó la barbilla y sonrió.

"¡Así que ahora ese pedazo de mierda sabe que no puede tenerte! ¡Cuando vea esta marca entenderá que eres mio!" dijo orgulloso de sí mismo. Alastor puso los ojos en blanco.

"Angel.....cuantas veces tengo que decírtelo" el demonio blanco cerró su mano, todavía sosteniendo las manos del otro con las superiores.

"Tengo una sugerencia para nuestro próximo 'acuerdo'~"

"¿si?"

Angel asintió felizmente.

"¿Y en qué estás pensando?

"Si arreglo la pared del bar, tendremos una especie de 'siete minutos en el cielo'" Alastor lo miró confundido.

"¿sietes minutos que?"

"Son un montón de minutos en los que puedo hacer cualquier cosa contigo~" explicó Angel guiñándole un ojo.

"¿Así que? ¿Aceptaste? ¿O tienes miedo?" preguntó la araña, burlándose del demonio de la radio. Alastor aceptó liberar sus manos del agarre de Angel. Abrió la puerta y se dieron las buenas noches. El hombre rojo salió de la habitación, dirigiéndose a la suya. ¿Qué puede salir mal?

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