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Le prohibían comer, ver la TV, lo único que lo distraía era su cuaderno de dibujo.

- Hay unas muy buenas, hay que elegir- Mencionó Lionel prendiendo la enorme pantalla plana. Todos se acomodaron, pero Carlos se puso de pie observando a su padre, este también se puso de pie.

- No tardamos, amor elijan, a la mitad de la película pedimos la comida - Todos estuvieron de acuerdo.

- Hay estrenos, podríamos ver una nueva o una repetida.

- ¿Que tal el descanso? Es un clásico- Mencionó Diego

- No la eh visto- Hirving dijo, algo apenado.

- Hay que verla entonces, no los esperemos ya la han visto varias veces.- El Omega sonrió hacía la pantalla, entonces Carlos no le prohibiría ver la tele, hasta podría verla con él.

Su aroma a felicidad fue leve pero los 4 lo detectaron, a excepción de Lionel, que él no era prime y no sentía los aromas leves.

La película inició, el Omega la veía felíz, ya que nunca la había visto y se veía prometedora. Media hora más tarde regresaron los alfas, Carlos se veía agobiado, pero al sentir el aroma de Hirving sobre los otros sonrió.

Se sentía felíz, así que por consecuencia él se sintió feliz, aunque lo que escuchó no le agradaba.

Cómo era posible que no pudiera comer correctamente.

Que le prohibiera salir más allá del trabajo, que no tuviera amigos, que fuera obligado a estar con un Alfa que nisiquiera quería, obligado a estar con él cada noche.

Controló su aroma a furía, no sabía que tanto había avanzado su relación, por la misma razón no lo habían matado, pero era obvio que no lo quería.

Recuerda la noche anterior haberse recostado, pero no dormido, agradeció que Robert llevará al hombre a Barcelona, haber tenido la satisfacción de golpearlo.

Incluso su padre alfa mencionó que la junta se había prolongado debido a que todos los Alfas querían ir a darle una lección.

Aún así, su Omega había sufrido mucho.

Su vida había sido tan infeliz pero a partir de ahora se prometió que cada día lo haría felíz, que cuidaría de él y su cachorro si se lo permitía.

Su padre le mencionó que sería complicado, que necesitaría ayuda psicológica, incluso un maestro particular para que hiciera la preparatoria, después de que naciera el cachorro pagaría su carrera, claro que Carlos se rehusó, mencionando que aceptara o no, él se haría cargo de su Omega. El pecho de su padre se inchó de orgullo, lo había criado bien junto a su esposo. Era un buen Alfa, pero aún así no podían abandonar al chico así como así, sería muy hipócrita de su parte hacerlo, desde un principio su padre le dijo aquello, ya que desde la noche anterior lo platicó con su esposo, protegerían a ese Omega y a su cachorro.

Así que intentaba ocultar aquella sonrisa boba que se había formado en su rostro al olfatear lo felíz que se encontraba su Omega, que lo ocultaba ya que su aroma era muy leve.

Agradecía a la luna ser su destinado y poder olfatearlo.

Adoraba todo absolutamente todo de su Omega, su aroma, su sonrisa leve, sus ojos.

La película transcurrió, a la mitad Diego se quejó que ya tenía hambre, pausaron la película por algunos minutos.

El chico se puso de pie, acercándose a Lionel - Di-disculpe, necesito usar el sanitario.

- Ven, aquí junto está el sanitario, aún no te doy el tour, terminando de comer lo haremos, también te mostraré la casa de enfrente, incluso podríamos caminar por el vecindario.

Mío (Hirving Lozano X Carlos Acevedo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora