ʚ twelve ɞ

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jungwon caminaba hacia el edificio de biología cargando las cosas que sunoo le había dejado desde la mañana. había pasado por preguntas incómodas desde quién era el dueño de esos regalos hasta si él se los estaba dando a alguien más. no solo eran una cajita y dos bolsas con peluches gigantes, sunoo le había agregado unos libros en la madrugada, ya que cuando él estaba despierto no lo vio llevándolos a la mesa.

soltó un suspiro cuando más de las miles miradas que había recibido hasta ese punto se posaban en él con curiosidad. y es que nunca había conocido a gente tan chismosa como la de esa universidad. gustaban enterarse de todo, a toda costa sin importar qué. algo así como kei, pero él era uno de sus mejores amigos, así que no contaba.

aprovechó para preguntar a varios de los estudiantes dónde podía encontrar a nishimura riki. como era de esperarse, todos ahí lo conocían. era uno de los sobresalientes en todo el departamento de biología y quién no supiera de él, era porque no estaba interesado en conocerlo.

podía sentir como sus dedos dolían por la presión constante de sujetar los regalos contra sus nudillos. el dolor era real y estaba odiando ser tan buena persona como para haber aceptado la petición del pequeño pelirrosa.

estuvo revisando el número de los salones hasta poder dar con el correcto. a lo lejos, podía diferenciar el número 316 a un lado de la puerta. se hubiera acercado a la ventana a chismosear si su amigo se encontraba ahí, pero le daría tanta pena si los demás estudiantes lo volteaban a ver como si fuera un loco que pegaba su cara al vidrio por diversión. así que se quedó sentado debajo del gran ventanal a esperar a que diera el medio día y por fin poder escuchar el sonido de la alarma avisando el segundo descanso del día.

estar ahí sentado sin hablar o moverse le dio la gran idea de cuál podía ser el regalo para riki. él estudiaba biología, por lo tanto, gustaba de plantas y varios animales, aunque lamentablemente estaba el hecho de su limitado presupuesto y no podía adquirir algún compañero para él y tampoco sabía si el mayor lo aceptaría. por lo que optó por la idea de que unas plantas le vendrían bien al jardín del que ni-ki cuidaba.

minutos después de una larga y aburrida espera, el sonido molesto de la campana sonó y varios alumnos comenzaron a salir. unos con apuro, otras más lentos y al final estaba él, quien había salido de último todavía leyendo un libro que a cierta vista le parecía más interesante que todo a su alrededor.

━ ni-ki. ━ llamó esperando que lo escuchara. no fue así, el chico seguía sumido en su preciada lectura. ━ ¡riki! ━ al escuchar su nombre volteó buscando el dueño de la voz que reconocía con facilidad.

━ oh, jungwon, ¿qué haces aquí? ━ cerró su libro, procurando meter el separador en la página correcta y así poder prestarle atención al ahora pelirrojo. ━ te teñiste, te ves bien.

el mencionado se levantó del suelo y sacudió sus lindos pantalones de mezclilla rasgados, parándose al frente suyo con una pequeña sonrisa, muy, muy diminuta.

━ no suenas como si estuvieras molesto conmigo. y gracias, un regalo de kei. ━ habló por fin, provocando que el fruncido, y algo confundido, ceño de riki se relajara.

━ ayer lo estaba, pero estamos pasando por cosas los tres y los entiendo, también están estresados. ━ se hizo a un lado al ver de reojo como su profesor estaba por salir del salón, despidiéndose de él con un asentimiento de cabeza. ━ ¿qué haces aquí?

━ quería hablar contigo, y darte algo.

━ ¿darme algo? ━ guardó el libro que todavía tenía en manos. ━ dime qué hoy no es mi cumpleaños.

━ hoy es tu cumpleaños. ━ sentenció jungwon al ver la cara entre sorprendida y agotada del menor. ━ ya sé que odias con tu alma que te demos cosas, pero digas lo que digas, te las seguiremos dando.

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⏰ Última actualización: Mar 09 ⏰

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