☠︎︎ "Si nada nos salva de la muerte, al menos que el amor nos salve de la vida". . . .
P. N.
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La pelirroja optó por mantener la boca cerrada, pero eso no le duró mucho cuando otra duda se instaló en su mente y no demoró mucho en compartirla con el resto.
—¿Quienes eran? —Volvio a preguntar—. Los del bosque.
—Se refiere a los lobos. —Aclaro Edward.
—¿Lobos? —cuestiono la de ojos rojos.
—Son gente con la capacidad de transformarse en lobos gigantes. —respondio Esme amablemente.
—Y ¿Qué querían? —Miro al patriarca fijamente esperando la respuesta.
—Verte... —dijo Rosalie—. Creen que eres una amenaza.
—¿Amenaza? ¿Yo? —Al parecer para ella salían enemigos de cualquier lado.
—Tenemos un acuerdo con ellos, un tratado... —explico Carlisle.
—Debo suponer que rompí alguna regla, ¿no?
—No, no es eso. Percibieron un olor diferente del nuestro —hablo Esme pensando bien sus palabras para no alterar a la chica—, debían asegurarse que no fuera un peligro.
—Yo no soy un peligro. —Alzó un poco más su voz frunciendo el ceño.
—No para ellos, ni para nosotros —respondió Edward—, pero sí para los humanos...
—No soy un monstruo. —sentencio mirando a todos.
—No dijimos que lo fueras —La vampira sentada a su lado tomo sus manos—, pero tenemos instintos que no podemos controlar y más si el despertar fue en tan poco tiempo.
—Lo que paso con el humano que atacaste... —La joven Jackson se tenso ante la voz de Jasper—. Es un claro ejemplo de que aún no puedes controlar tu sed.
—Jasper... —susurro suavemente Alice.
Detuvieron todos y cada uno de sus movimientos cuando escucharon el motor de un auto. A la pelirroja le llegó un leve olor dulzón bastante desagradable, lo que provocó que hiciera una mueca.
—¿Qué hace ella aquí? —dijo Rosalie con molestia.
—Edward —llamo el patriarca al joven cobrizo y este asintió desapareciendo en un instante—. Izaria, ¿te encuentras bien? —pregunto con cariño acercándose a la mencionada.
—¿Por qué no lo estaría? —Miro sus preciosos ojos ámbar, y antes de que Carlisle contestara, las voces en la planta baja interrumpieron toda conversación.
