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six

El Alfa se despertó, notando que ambos los pulsos estaban nuevamente atados con gruesas cadenas.

Vio que el pequeño omega ya no estaba a su lado, así que se sentó en la cama tratando de abrir los ojos, sin tener la menor idea de qué hora era.

Miró a su alrededor y la habitación estaba vacía, pero escuchó ruidos a su alrededor, voces provenientes del exterior.

Agudizó sus sentidos, tratando de escuchar lo que las personas al otro lado de la puerta estaban hablando, utilizando su audición lupina.

"Puedo hacer esto por ti, Felix, puedo darte un bebé e incluso ser tu Alfa..."

Hyunjin frunció el ceño ante la voz que no reconocía.

"Ya te lo he dicho, Minhyuk, el Alfa aquí dentro es el único que me dará un hijo, no insistas."

"¡Espera!"

El Alfa en la habitación sintió que el brazo del omega fue agarrado, escuchaba cada ruido, incluso los pequeños pies tropezando con el tirón repentino.

"Tendré que sacarte de mi equipo solo porque no sabes lo que es una relación sin compromiso?"

El omega dijo seriamente, usando su voz de mando haciendo que el Alfa retrocediera, después de todo, Felix era un omega dominante.

Hyunjin apretó los puños, escuchando al Alfa del otro lado de la puerta retroceder tres pasos.

"Yo..."

"¡Vete!"

Escuchó pasos pesados alejarse y, segundos después, el omega entró por la puerta llevando una bandeja, mordiéndose los labios al verlo despierto.

─ La manzana se cayó al suelo... ─ dijo nervioso, colocando la bandeja en la cama, mientras sacaba la manzana de ella y la ponía en el mueble al lado de la cama.

Hyunjin miró la bandeja con frutas, tostadas, quesos, jugo y una taza de café americano, que solía tomar todos los días. También notó que el jugo estaba medio derramado, probablemente cuando el Alfa detrás de la puerta lo tiró repentinamente.

Miró el rostro del omega y él tenía la mirada baja, llevaba unos pantalones cortos negros holgados y una camiseta larga transparente que llegaba hasta las muñecas pero que dejaba sus hombros al descubierto, así como sus areolas rosadas. En esa colina hacía frío y el único lugar cálido era la habitación donde estaban.

─ ¿Quién era el Alfa? ─ Felix se asustó con su tono, mirando los ojos, ahora negros, frente a él.

─ Nadie importante, Alfa. ─ mordió sus labios y carraspeó. ─ Ahora come, prometiste que hoy me darías un bebé. ─ hizo un puchero y observó al Alfa que no apartó los ojos de él y gruñó bajo.

─ ¿Cuándo tuvieron relaciones? ─ su voz era firme y autoritaria, haciendo que el Omega abriera mucho los ojos, ciertamente no esperaba esa reacción del Alfa.

─ Ah... Hace unos meses atrás... ─ se acostó en la cama, poniendo la cabeza en la almohada mientras miraba el techo. ─ Tenía que aliviar un poco el deseo que me provocabas... ─ hizo un puchero y miró al Alfa que tenía los ojos rojos hacia él.

─ Minhyuk, ¿verdad? ─ Félix lo miró confundido. ─ No lo olvidaré. ─ sonrió pícaro y el omega tragó saliva ─ Y gracias por el americano. ─ tomó la bebida y dio un trago, viendo al más pequeño morderse los labios.

─ Alfa, estás muy extraño. ─ se acostó boca abajo en la cama, poniendo las manos en el mentón mientras miraba al hombre frente a él.

─ ¿Por qué estoy encadenado? ─ preguntó simplemente, aún tomando su americano.