Hasta que la muerte nos separe (SukunaxTn)

08

A la mañana siguiente la resaca y las ganas inmensas de vomitar despertaron a Sukuna quien con rapidez se fue al baño, saliendo de este observo a su alrededor y frunció el ceño ante tal vista, totalmente desconocía dónde se encontraba.

Sukuna: -toco tu cabeza- dónde carajos estoy? -se pregunto a si mismo y camino hacia aquel olor humeante de comida-
X: -observo entrar a Sukuna a la cocina- ouh, veo que despertaste cariño -sonrio coqueta y se volteo-
Sukuna: -observo aquella chica pelinegra- quien eres y dónde mierda estoy? -pregunto-
X: en mi departamento, no es obvio amor -rio y se acercó a él- porque te preguntas quién soy -abrazo su cintura- pasamos la noche juntos y no recuerdas mi nombre?
Sukuna: -la alejo bruscamente- déjate de juego maldita, dime que mierda paso y porque estoy aquí -solto molesto-
X: -cruzo los brazos observandolo- nos conocimos a noche, bailamos en el bar, nos besamos y tuvimos sexo, por eso estás en mi departamento cariño,alguna otra pregunta? -levanto la ceja-
Sukuna: no, esto no puede estar pasando -nego- mierda Gojo! -solto bajo-
X: pues si está pasando, oh dime, acaso esto es de mentira? -lo jalo hacía un espejo de cuerpo completo y lo volteo- observa tú espalda
Sukuna: mierda, no, no, no, esto no es posible -nego-
X: lo es -rodo los ojos y se quitó el camisón que portaba- mira esto -le mostró los chupones y mordidas que tenía en todo su cuerpo- me follaste como todo un animal -bufo indignada-

Sukuna no podía creer lo que realmente estaba sucediendo, no sabía cómo reaccionar ante esta situación, se sentía totalmente una mierda por fallarle a su esposa y asi mismo quien había prometido nunca ser igual a los bastardos sus amigos.

Sukuna: maldita sea! -solto molesto- está mierda jamás sucedido, no te conozco y nunca me viste, ok? -solto molesto mientras recogía su ropa y se vestia- está mierda fue solo un tropiezo y jamás te vi -salio corriendo de aquel departamento-

No sabía que fue lo que había pasado y el porque había llegado hasta esa situación, se sentía fuera de si, ¿Cómo carajo había engañado a su esposa? Se preguntaba así mismo mientras golpeaba su cabeza y ahí fue cuando acertó, imágenes muy breves y borrosas sobre la noche anterior comenzaron a llegar a su cabeza, aquellas imágenes mostraban de principio a fin todo lo que sucedió incluyendo cuando estaba teniendo sexo con aquella pelinegra y ahí de nuevo vinieron las náuseas.

Sukuna: maldita sea, maldita sea! -grito, sentia asco por si mismo- _____ no tiene que enterarse de nada, esto la lastimara demasiado y no sabré ni siquiera con que cara verla -se frotó la cara lleno de frustración-

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Y así fue, _____ jamás se enteró de lo ocurrido en aquel bar y todo el asunto con la pelinegra, pues había transcurrido aproximadamente dos semanas de lo acontecido.

_____: entonces que opinas si compramos otra casa amor -lo mire- está casa es un poco pequeña e Itadori necesita un poco más de espacio, tal vez hasta una sala donde pueda estar cómodo e invitar a sus amigos, que dices he?  -sonrei-
Sukuna: -sonrio y la abrazo por la cintura- que digo? -le dió un corto beso- yo digo que hagas lo que a ti te apetezca amor, no tengo ningún inconveniente tratándose de ustedes
_____: oows, por eso te amo -rei leve y lo bese- además estaba pensando que si en algún momento pensamos agrandar la familia -acaricie su hombro coqueta- pues nos hará falta espacio -lo mire e hice puchero-
Sukuna: maldita sea, eres tan encantadora -beso su puchero- por supuesto amor, vamos a ver bienes y raíces cuando salga del trabajo, ok?
_____: -asentí y mire el reloj de mi muñeca- excelente amor, ahora ve a trabajar porque se te hará tarde -le di otro beso-
Sukuna: Te veo más tarde -la abrazo-
_____: -correspondi y bese su frente- Claro amor, te amo
Sukuna: cuídate mucho cuando recojas a Itadori, te amo

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Sukuna: ni siquiera los había visto desde lo ocurrido y ahora vuelves con tus mierdas? Creí que ibas a dejar de joderme Toji -solto molesto-
Toji: vamos amigo, no fue culpa de Gojo, ni mía -solto levantando las manos- tú te abalanzaste sobre aquella mujer y cuando Gojo y yo volvimos de traer más tragos ustedes ya se habían largado, dime, quien mierda fue culpable, tú o nosotros
Sukuna: -nego- ni siquiera yo mismo me reconocí
Toji: vamos a probar algo, busquemos de nuevo a aquella pelinegra y si no caes rendido ante ella estando en juicio, ahí está, culpemos al alcohol y dejaré de joderte -lo miro- trato? -estiro su mano-

Sukuna convencido totalmente de que el alcohol y lo que sea que había sucedido solo fue un desliz, acepto la propuesta de Toji.
Durante  la hora del almuerzo fueron en busca de la pelinegra, está misma se encontraba en aquel bar que a pesar de no estar en servicio, este se mantenía abierto por la limpieza.

Toji: Suyuri, mi amigo y yo, necesitamos decirte algo
Suyuri: ah si? -los miro cruzados de brazos- tú amigo se comportó como todo un patán -miro a Sukuna-
Toji: Necesitamos probar algo, así que por favor llévate a mi amigo a uno de esos cuartos rojos y realiza tus servicios
Suyuri: -arqueo la ceja- primero paga -estiro la mano-

Una vez que pago Toji el servicio, la chica se llevó a Sukuna al cuarto rojo, coloco seguro y comenzó a trabajar. Bailaba de la misma forma que aquella vez mientras descubría un poco su piel, Sukuna ante dichos actos se sentía inquieto.
Poco después está misma se desnudo y comenzó a rozarse sobre él, sin embargo, la respuesta que se esperaba de Sukuna  fue totalmente diferente, pues ante esto se dejó llevar y si, nuevamente termino follando con aquella mujer, tal y como aquel día.

Y lo peor aún, totalmente en su juicio.

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