誤解

1.

Enji se encontraba en su oficina, repasando mentalmente todas las acciones que había llevado a cabo para intentar enmendar los errores del pasado. Había sido un camino largo y difícil, pero estaba determinado a reparar la relación con su familia, una pieza a la vez.

Recordaba claramente el día en que se arrodilló ante Rei, su ex esposa, en un acto de humildad y arrepentimiento. Se había tragado su orgullo y había pedido perdón de todas las formas posibles, buscando desesperadamente su redención en los ojos de la mujer que alguna vez amó.

Después de eso, vinieron las disculpas hacia sus hijos. Fuyumi fue la primera en aceptar su perdón, creyendo sinceramente en el cambio que su padre estaba tratando de lograr. Su fe en él era un rayo de luz en medio de la oscuridad que había sido su relación durante tanto tiempo.

Natsuo, por otro lado, seguía siendo una batalla. Aunque había momentos en los que parecía estar dispuesto a darle una oportunidad, en su mayoría todavía lo veía con desconfianza, como si estuviera esperando que en cualquier momento volviera a cometer los mismos errores del pasado.

Y luego estaba Shoto, el hijo al que más le costaba acercarse. Aunque afirmaba haberlo perdonado, su actitud distante seguía siendo evidente cada vez que se veían. En lugar de pasar tiempo con su padre, Shoto prefería quedarse con su novio, Katsuki Bakugou. Enji no podía negar que el chico rubio tenía un efecto positivo en su hijo, pero su personalidad explosiva y confrontativa le hacía desear que Shoto hubiera elegido a alguien más tranquilo.

Pues...

¡Muere!

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¡Que se jodan!

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¡Hijo De puta!

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¡Idiota!

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¡Te voy a matar!

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¡Carajo!

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Cada vez que el rubio abría la boca, parecía que salía una ráfaga de palabras ofensivas y desafiantes, como si estuviera determinado a expresar su opinión sin importar quién resultara herido en el proceso. Y, sin embargo, Shoto permanecía impasible ante las explosiones verbales de su novio, como si estuviera acostumbrado a ellas o simplemente no le importara.

Para Enji, era desconcertante ver cómo dos personas tan diferentes podían estar juntas. Mientras que Shoto era sereno y reservado, Katsuki era todo lo contrario: ruidoso y confrontativo. No podía evitar preguntarse qué era lo que atraía a su hijo hacia alguien tan explosivo y desafiante.

A pesar de sus diferencias, había algo innegable en la forma en que se miraban el uno al otro, una conexión que iba más allá de las palabras. Enji podía ver la chispa de amor en los ojos de Shoto cada vez que miraba a Katsuki, una chispa que le hacía cuestionar sus propias opiniones sobre el rubio.

Va a ser un intento fallido de una historia cómica.