Capítulo 2: Poderes descubiertos.

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*EN LA ACTUALIDAD*

Una mañana tranquila, los primeros rayos de sol se filtraban a través de las cortinas entreabiertas mientras Jenna, una adolescente de 14 años, se despertaba lentamente en su cama. Con un bostezo, se estiró y se levantó, sintiendo la necesidad de calmar su sed con un vaso de agua fresca.

Caminó con pasos adormilados hacia la cocina, pero al llegar, algo la detuvo: la puerta principal de su casa estaba abierta de par en par, revelando el mundo exterior bañado por la luz de la mañana.

Ella, asustada se dirige hacia la puerta. Al estar fuera de la casa vio unas maletas y al lado de estas su hermana pequeña, Martina de 6 años.

--¡¡Marti!! ¿Qué haces aquí sola con este frio? --pregunta Jenna.

En ese momento la puerta de un coche la interrumpe.

--Martina cariño vam- ¡Oh Jenna! ¿Qué haces despierta tan pronto? --pregunta su madre.

--Me ha entrado sed y había bajado a por agua. ¿Por qué están estas maletas aquí?

--Te lo dije... nos vamos de viaje cielo.

--Pero... mamá, estas maletas son tuyas, no hay ninguna mía ni de Paola.

Su madre la mira.

--Jenna, que ingenua eres. Vosotras dos no venís.

––¿Perdona? 

Su madre le toca la mejilla.

––Jenna.. venga ya. Tienes 14 años, ya puedes estar tu sola en casa y criarte tu misma.

Su madre coge a Martina en brazos y la sube al coche. Cuando su madre cierra la puerta del asiento de atrás, Jenna le vuelve a hablar.

––¿Sabes que es ilegal dejar sola varios días a una persona de 14 años a cargo de una niña de 9? ––dice ella.

––No vais a estar solas... he contratado a una niñera para que os cuide.

La madre sube las maletas al coche, luego ve que su hija está enfadada.

––Cariño... me marchó por una razón, he conocido a un hombre y quiero ser feliz.

A Jenna se le cristalizan los ojos.

––¿Y por qué no nos llevas a nosotras? ––pregunta ella.

––Porqué habéis crecido y lo único que hacéis es incordiar.

Jenna nota una lágrima por su mejilla.

––Pero... vendré a visitaros.

Cuando su madre se dirigía a darle un pequeño beso, Jenna se aparta.

––Y luego te preguntas porque Paola y yo nos llevamos mal contigo...

Jenna con esas palabras, se marcha llorando. Al entrar, escucha el motor del coche arrancando.

En ese momento unos pequeños pasos se escuchan bajar por la escalera. Una niña rubia de 9 años de edad, está plantada en la escalera viendo la escena.

––Paola... ven anda.

Paola se dirige a su hermana, mientras Jenna le explica lo ocurrido con su madre.

Varias horas más tarde, la puerta del salón se oye. Jenna, se dirige a abrir.

––¡Hola! Me imagino que esta es la casa de las pequeñas Jenna y Paola ¿verdad? Soy vuestra niñera, Maya ––se presenta Maya.

––No necesitamos una niñera... se arreglarmelas sola ––dice Jenna.

Jenna sube a su habitación, mientras Maya prepara unas cuantas cosas.

Supermentes: El misterio oculto.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora