Supermentes: El misterio oculto.

Capítulo 5: Revelaciones oscuras.

Unas horas más tarde Maya se despierta en una habitación, junto con su novio Axel y su perrito Gus lamiendo su mano. Al abrir los ojos está todo oscuro pero si ve los ojos verdes de Axel y algo de luz.

–––¿Qué ha pasado? –––pregunta ella.

–––Te desmayaste, ¿cómo te encuentras?

Él se acerca a ella. Ella recuerda poco a poco su conversación anteriormente con él.

–––Axel, ¿cómo que han entrado a robar a casa?

–––Si... Verás, yo estaba tranquilamente saliendo del trabajo, al llegar a casa Gus estaba ladrando como un loco y al abrir la puerta todos los muebles y demás estaba tirado en el suelo. He llamado a la policía pero no me han contestado.

–––Así son los policías en esta ciudad... Cuando mi madre murió lo primero que hicieron fue llevarme a un orfanato –––dice ella –––Pero en el orfanato se dieron cuenta de mi don y me llevaron a esta escuela. Los polis no harán nada.

Axel suspira.

–––Cariño, ¿porque te has desmayado? –––pregunta Axel, preocupado.

–––He tenido una visión muy fuerte y algo extraña...

–––¿Otra? ¿Qué ocurría? –––pregunta él.

–––Se oían disparos, niños y gente gritando... No lo vi bien, estaba todo borroso.

–––Ya está, ya ha pasado.

–––Axel, se va a llegar a cumplir por algo lo he predecido...

–––Hace un par de años también predeciste algo que nunca se cumplió... No tienes de que preocuparte –––dice este, dándole un abrazo.

***

Mientras Jenna y Paola están en el hospital, su madre está ingresada debido al accidente que tuvo.

Paola agarra la mano de su madre preocupada por ella. Su madre lleva dos tubos para poder respirar por la nariz. La máquina de pulsaciones está funcionando correctamente.

La madre de ellas, abre un segundo los ojos.

–––¡¡Mami!! ¡Has despertado! –––dice Paola, muy felizmente.

Jenna deja de mirar la ventana y se acerca a ellas.

–––Princesa mía... Que de menos te echaba –––al ver a Jenna, se queda seria unos segundos pero luego sonríe –––Jenna, hola mi amor.

–––Hola –––dice Jenna, medio enfadada.

–––Venga ya cielo, no puedes seguir enfadada conmigo...

–––Yo puedo estar enfadada lo que quiera mamá –––dice Jenna –––Estuvo muy mal lo que hiciste.

Paola mira a su hermana confundida.

–––¿Qué ocurre Jenna? –––pregunta Paola.

Jenna mira a su madre.

–––Mamá, cuenta la verdad... Te estamos esperando.

Su madre se queda seria mirándola, luego le sonríe a Paola.

–––Nada mi vida, que os quiero mucho a las dos.

–––Eres una mentirosa mamá, ¡¡Di la verdad!! –––dice Jenna, pegando un pequeño golpe a la camilla.

–––No hay ninguna verdad, es esa, que os quiero demasiado.