🥀❤️Mi querida flor roja ❤️🥀Kokushibo x Muzan Kokuzan

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Segundo mes 1/2

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Volteo en varias direcciones buscando a alguien a su alrededor, a la distancia pudo ver a su señor, y a las otras lunas donde normalmente se hacen todas las reuniones, nunca había agradecido tanto el tener su "área" aparte, pues no quería que su señor lo viera en ese estado, ni tampoco las otras lunas, por lo que se volteo de forma que no se alcanzara a ver su cara, y unos pocos segundos después, escucho su voz.

Gyutaro fue derrotado, como ya lo tenía previsto —dijo mientras mezclaba algunos químicos en sus tubos de ensayo— como ya temía fue culpa del estorbo de Daki, si Gyutaro hubiera peleado desde un inicio habrían ganado —dejando los tubos a un lado, tomó su libreta para tomar nota— en retrospectiva, si los hubiera envenenado y se hubieran ido, habrían ganado —dejando a un lado aquel cuaderno, dirigió su mirada hacia las lunas que estaban debajo de el, creando un ambiente demasiado tenso— una creciente fue asesinada en 113 años, tampoco han encontrado el lirio de la araña azul, ni siquiera una pista de la ubicación de Ubuyashiki —dijo con un gran enojo— no entiendo la razón por la que todos ustedes siguen vivos, no son mas que unos inútiles estupidos —dijo mientras trataba de calmarse, luego de unos cuantos segundos lo logro, puede que ya nos los soportará, pero aún los necesitaba le gustara o no, sin embargo, volteo a ver a la habitación de Kokushibo, era raro que estuviese tan callado, incluso para el, normalmente solía opinar durante las reuniones-

En cuanto a la primera luna, sentía su corazón later como loco por el miedo de que su señor lo viera en aquel estado, y su miedo no hizo nada más que crecer cuando el silencio se prolongó durante varios segundos, por lo que tragó saliva con algo de dificultad, no quería que el lo viera así, siendo víctima de algo tan patético como una maldición

Me han decepcionado, les recomiendo que comiencen a realizar sus misiones como si su vida estuviera en juego —dijo aún con una leve molestia viendo a todas sus demás lunas— porque ahora lo está, Nakime —en cuanto pronunció el nombre de aquella demonio, todas las lunas desaparecieron, todas, menos una—

Una vez escucho el sonido del biwa, Kokushibo volvió a tocar el piso con su mano, pero aún estaba en el tatami, esto lo puso más nervioso, y esta sensación solo empeoró cuando sintió demasiado cerca de él la presencia de su señor, estaba atrás de él

Que te pasa, Kokushibo —dijo ya con más calma viendo la espalda de su demonio más poderoso, estaba actuando demasiado raro a su opinión, y eso no era de su agrado— contéstame cuando te hablo —dijo en un tono algo amenazante mientras se terminaba de acercar a el— ahora

—con la piel de gallina sudo un poco, pero no tenía más opción que voltear, era eso o posiblemente morir, por lo que de forma levemente temblorosa se levantó y volteo a donde estaba Muzan, logró determinar dónde estaba gracias al mundo transparente— d-discúlpeme mi señor —dijo haciendo una pequeña reverencia con un notable miedo, que por más que tratara, no podía ocultar—

Sin embargo, solamente se quedó esperando el regaño o incluso algún golpe por parte de su rey, pues solo se hizo un profundo silencio, el cual sintió que duró años, al menos hasta que sintió una mano pasar por aquellas flores, de manera involuntaria retrocedió un poco mientras soltaba un quejido, aunque instantáneamente pensó que ahora estaba más que jodido por hacer eso, sin embargo, lo qué pasó después solo lo hizo sentir una mezcla de alivio y confusión.

Siéntate —escucho decir a su señor en un tono mucho más tranquilo que antes—

D-disculpa? —dijo aún con algo de miedo, acaso le arrancaría la cabeza?, o mataría sus células?—

Dije que te sientes Justo donde estás, ahora —aún siendo una orden su tono de voz se mantenía bastante tranquilo, por lo que vio como el contrario se sentaba nuevamente en el tatami, volvió a acercarse a el, agachándose para poder quedar a la altura de su rostro, viendo aquellas flores, por su reacción anterior supo que le dolía el contacto, se le hacía algo conocido, por sus miles de años de vida conocía bastantes enfermedades que no eran tan comunes— hace cuánto tiempo tienes estas flores, Kokushibo —dijo manteniendo su mirada sobre el—

Un mes y 3 días mi señor —dijo inmediatamente la primera luna, la tensión que antes había en el aire se había desvanecido por completo, incluso era capaz de sentir algo de paz en ese ambiente, algo sumamente raro considerando que estaba frente al ser más poderoso en ese mundo, aunque, su corazón seguía latiendo un poco mas rápido de lo normal, y ni el sabía porque exactamente—

—soltando un pequeño gruñido volteo a ver a Nakime, la cual al verlo toco nuevamente su biwa, ahora estaban en el estudio de Muzan, Kokushibo volvió a tocar el piso con su mano, se sentía diferente, pero realmente no sabía donde estaba, solo que Muzan seguía ahí— y eres tan estupido para no haber venido aquí antes ? —dijo ahora con un tono levemente molesto mientras se acercaba a un repisa donde tenía anotados diferentes padecimientos que había visto en diferentes épocas— tenias que esperar a quedarte ciego ? —dijo viendo al contrario, el cual no decía nada y solo mantenía su rostro agachado— respóndeme

yo... —realmente quería dar alguna excusa que fuera menos ridícula que "no quería que usted se enterara de esto", si dijera eso parecería un Niño pequeño evitando el regaño de sus padres, de verdad no quería decir eso— pensé que podría solucionarlo por mi cuenta antes de perder la vista —soltó finalmente en un tono bajo—

—al escuchar eso volteo a verlo rápidamente y se acercó a él— ya sabias de lo que te podía pasar ? —vio como su contrario asentía— como lo supiste?, y porque carajos no me habías dicho nada al respecto —dijo mientras cerraba aquel libro que tenía—

Douma fue quien me dijo los síntomas, porque el ya la había visto hace algunos años —trago con algo de dificultad al notar que estaba bastante cerca de su rostro— e-estamos buscando alguna cura o algo por el estilo, por eso no había mencionado nada —dijo mientras mantenía abajo su mirada—

Douma... —dijo con un notable enojo el rey de los demonios—