CAPÍTULO TRES.

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En un mundo lleno de personas fuertes socialmente, de buen prestigio y que fácilmente podrían humillar a quien sea, es difícil sobrevivir.

Y yo lo sabía.

Más de una vez pude ver como eso sucedía.

Como las mujeres eran encasilladas y no podían aspirar a lo que se proponían, y sobre todo aún más si eran madres solteras, eran prácticamente rechazadas por la sociedad.

Y si eso le ocurría a una mujer joven y de origen coreano, ¿que me esperaría a mi?

Una de las razones por la que quizá mantenía oculto a Matthew era para protegerlo del mundo y las injusticias que podría sufrir, era lo que mi instinto maternal me decía que tenía que hacer.

Mi trabajo era peligroso hasta cierta parte, el ser abogados de distintas personas nos exponía demasiado. Lo que menos deseaba era que mi pequeño se viera afectado de una u otra manera por mi culpa.

Ser mujer abogada significa ser valiente, fuerte, independiente. Ese era el lema para las mujeres que pertenecían a la firma Min.

Atreverse a ver la vida desde otra perspectiva, vencer el sistema. Aunque ese sistema veces me venciera a mi. 

Nunca fui valiente, ni fuerte, pero desde que Matthew llegó a mi vida me esforzaba lo más que podía para serlo por y para él.

No quería que viera que tenía una madre realmente débil.

La puerta de la gran sala de conferencias se abrió estremeciéndome en mi lugar. En sentimiento de ansiedad y temor volvieron a mi de golpe.

Min Yoongi entró siendo seguido de su padre: Min Sunghan.

Además de estos, entraron también miembros pertenecientes a la firma Min’s Firm Lawyer.

Mis manos comenzaron a sudar al notar la expresión intimidante de Sunghan, esa que ponía a los empleados a temblar y temer de dar un paso en falso.

Me mantuve en mi lugar, que para mí mala suerte, estaba justo en frente de su mirada.

—Informes de avance. ¿Srta. Wong?

Erin Wong se levantó como pudo pese a estar temblando, y se dispuso a poner al día a Sunghan y de paso a mi, que no sabía que había ocurrido el día anterior.

—La esposa del sargento Ryul está solicitando el divorcio. —comenzó—. Exige uno o dos abogados de nuestra firma, según Areah está dispuesta a pagar buenas cantidades de dinero solo por nuestra defensa.

—¿Razón?

—No lo sabemos, —murmuró otra chica—, pero Areah nos informó que su madre tenía un amorío con alguien de la misma base de Ryul.

—¿Lo engañaba?

—Tal parece. Además Sihan Ryul no es ningún santo, todos sabemos que el dinero que posee esa familia viene principalmente de Saya y los bienes que su padre le dejó.

—A causa de esto, Ryul también subió su precio, quiere mantenerbos con él.

—Esto es una locura. Darle dos abogados nos pondría contra nosotros mismos. —si Min ya estaba estresado ahora lo parecía más—. Lo pensaré y les diré quienes irán con Saya.

Todos asintieron.

La reunión continuó en informes de los distintos casos que llevaba la firma entre otras cosas, mientras yo permanecía callada en una silla a lo lejos de los demás.

🩵.

La reunión finalizó luego de un rato de debates y posibles soluciones a los trabajos que debían hacerse.

𝗕𝗮𝗻𝗱-𝗔𝗶𝗱 𝘁𝗼 𝘁𝗵𝗲 𝗵𝗲𝗮𝗿𝘁. ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora