CAPÍTULO CINCO.

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—Ni siquiera lo pienses, porque eso no va a suceder.

—Vamos, anímate. Será algo tranquilo y elegante, muy diferente a lo de esa experiencia que te niegas a olvidar.

Terminé de agendar algunas citas y las organice por día en mi laptop. Días, horas, turnos, niños, niñas y bebés.

Eso me haría la vida más fácil, así sabría exactamente qué día y hora le tocaba a cada paciente sin tener que estar jodiendo de más a Hanni.

Aunque después de todo, joderla era parte de mi trabajo. Básicamente cobraba su salario más por atender mis tonterías que por trabajar, así que tampoco podía quejarse.

—La última vez que dijiste “será algo tranquilo”, casi quedo sin auto, sin licencia, sin trabajo, y por poco sin vida —volteé mis ojos—. ¿Sigo?

Esa fue etapa gris en mi vida. Por poco termino en el más allá a mis 17 años.

Después de eso empecé a pensar un montón antes de aceptar a ciegas cualquier propuesta “tranquila” que viniera de ellos en específico.

—Pero ya no corres esos riesgos ahora. —dijo con simpleza—. Eres dueño de tu propia clínica, una de las más cotizadas de Seúl. Has sobrevivido hasta a una pandemia, ya eres casi inmortal.

Suspiré volteando a mirarlo cansado. La burla era más que clara en su mirada.

Hobbs tenía una paciencia y persistencia envidiable, así que no se detendría hasta obtener la respuesta que quería. Una prueba clara era que llevaba por no decir que más de media hora en mi consultorio.

Y si no puedes combatir al enemigo, únetele. Aunque tal vez más tarde me queje.

—¿Dónde es?

—Busan.

Cerré mi laptop ya dando por terminado la agenda de citas.

—¿Busan?

—Sip, como lo oyes.

Suspiré, —¿Alguna otra cosa que deba saber?

—Es un evento elegante que celebra a una firma importante de abogados. —aclaró.

—Celebran a la firma del padre de su ex. —se burló Nam—. Han ganado un caso sumamente importante. Salió hasta en noticias internacionales.

Alcé una ceja, —¿Eh? ¿Cómo así?

A caray. Ahora sí tienes toda mi atención.

—Se trata de una mujer qu–.

—No sobre eso. —entorné mis ojos.

—Aaaaaah. —Nam alzó una ceja en dirección a Hoseok.

Ladee una sonrisa.

La verdad no entendía del todo a qué se refería, pero Nam miraba a Hobbs burlón mientras este se había puesto serio de repente y eso me interesó a decir verdad.

—La firma Min, pertenece al padre del famoso Min Yoongi, —el moreno señaló a Hobbs—. su ex.

Wow. ¿Qué? Un segundo.

—¡Que nunca fue mi ex, c*raj*!

—No me jodas, ¿de verdad? —me reí.

—Tú cállate.

La mirada burlona que tenía Hobbs de pronto se fue, ahora su mirada era fulminante. Como un cielo azul cuando de pronto se nubla porque se avecina una tormenta.

El brillante sol, como le llamaban los niños que atendía en su área, se había oscurecido.

—¿Luego te volviste hetero?

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⏰ Última actualización: Jun 24 ⏰

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𝗕𝗮𝗻𝗱-𝗔𝗶𝗱 𝘁𝗼 𝘁𝗵𝗲 𝗵𝗲𝗮𝗿𝘁. ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora