7.

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—¿Por qué tuviste que elegir el día más caluroso del año hasta ahora para esto?— se queja Sunoo y se tapa los ojos con su sombrero de pescador. Ni siquiera son las once de la mañana, pero aquí, en la entrada del campo de fresas, el aire ya está vibrando de calor y Sunoo está reconsiderando las decisiones que ha tomado hasta ahora.

Sunghoon simplemente encoge los hombros. El sol no parece molestarle en absoluto, a pesar de que no trajo ni un sombrero ni gafas de sol. Lo único que tiene ahora es su cartera metida en el bolsillo trasero de sus jeans y la canasta de madera trenzada que obtuvieron en el pequeño puesto de recepción donde pagaron la tarifa.

—En realidad no hace tanto calor. Pensé que te gustaba el verano.

—Me gusta— responde Sunoo— Cuando puedo holgazanear en una piscina.

—No tenías que venir si no querías— le recuerda Sunghoon.

—Entonces estarías aquí comiendo cinco kilos de fresas tú solo. ¿Qué tan patético sería eso?

—Habría convencido a algunos de los otros para que vinieran conmigo.

Sunoo levanta las cejas. ¿Significa esto que Sunghoon no les preguntó a los demás? ¿Fue Sunoo su primera opción?

—Como sea— dice Sunghoon y hace un gesto en dirección al campo de fresas— ¿Vamos?

A pesar de sus quejas, Sunoo piensa que fue sabio que llegaran temprano. En este momento, solo hay algunas familias en el campo y un grupo de señoras mayores que ríen y discuten recetas de mermelada. El aire huele dulce, como fruta madura y azúcar natural, y, si Sunoo se mantiene cerca de él, también como el protector solar de Sunghoon.

Hacen esto prácticamente todos los años, al menos una vez. El campo de fresas abre a finales de la primavera y puedes comer todo lo que quieras siempre y cuando sigas recogiendo algunas para llevar a casa. Cada año sin falta, alguien come tanto que termina sintiéndose mal en el camino de regreso y luego, durante una semana completa, todo es fresas: pasteles, mermeladas, batidos, helados y postres, hasta que se han saturado de ellas.

Solo es un poco extraño hacerlo solo con Sunghoon. Es difícil ponerse de acuerdo en un día específico con todos ellos, así que a veces se dividen en lo que Niki siempre llama "subunidades". Si todavía fuera el año pasado, Sunoo no pensaría dos veces en recoger fresas con Sunghoon.

Pero lo está pensando ahora, porque no es el año pasado y cada vez que están solos en estos días, terminan perdiendo el tiempo en una cama. Sunoo se pregunta si debería esperarlo hoy, a pesar de que dijo que tiene cosas que hacer más tarde. Se pregunta si Sunghoon lo está esperando. Si fue la motivación detrás de invitar solo a Sunoo. O si Sunghoon, a pesar de todo, simplemente disfruta pasar tiempo con él porque, a pesar de todo, todavía son mejores amigos.

—Sunoo— dice Sunghoon.

Sunoo parpadea. Sunghoon está agachado, su canasta colocada junto a él. Sostiene tres fresas en una mano, que agita frente a Sunoo.

—¿Planeas alucinar todo el tiempo?— pregunta Sunghoon, divertido—. ¿O estamos aquí para comer?

Sunoo finge darle una patada y luego se sienta junto a él. O bien eligieron una buena fila o llegaron lo suficientemente temprano porque los arbustos están prácticamente doblados bajo el peso de la fruta. No todas las fresas están maduras todavía y la primera que prueba Sunoo es un poco agria, pero la mueca que hace hace reír a Sunghoon, así que está bien.

Sin importar cuántas veces haga esto con amigos, siempre le recuerda a su infancia. Cómo solía ir a campos como este en su ciudad natal con su abuela y su hermana. Cómo su mamá siempre lo hacía usar ropa vieja y desgarrada porque sabía que se llenaría de manchas. Cómo él y su hermana se perseguían mutuamente con las manos sucias hasta que los regañaban.

High Alone ⪼ SunSunDonde viven las historias. Descúbrelo ahora