Problemas de comunicación

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Alondra ya sabía que, para volver a casa, debía reconciliarse con su madre. Al inicio, esto la emocionó. Sin embargo, también se preocupó. No sabía por qué debía hacerlo ni mucho menos sabía cómo hacerlo. Se puso a analizar todo lo que había vivido hasta ese momento. Entonces, recordó los buenos momentos que había pasado con Paola y cómo es que, ahora, ella estaba de acuerdo con la relación entre su hermana menor y Milena.

Si vuelvo, voy a apoyarlas - dijo Alondra

Alondra llegó a una conclusión: SÓLO FALTABA PERDONAR Y BUSCAR EL PERDÓN DE SU MADRE. Ella sabía que era una mala hija por los celos que siempre sintió hacia Paola y el trato que su madre siempre le dió. Aunque siempre mostró orgullo, ella en el fondo sí sabía que era una malagradecida con su madre. Tratar con una Paola bebé le hizo comprender sus errores con la real. Su conclusión fue la siguiente: SU MAMÁ DE ESTE MUNDO DEBÍA SER EL MEDIO PARA RECONCILIARSE CON LA REAL.

La gran preocupación de Alondra era que no sabía cómo hacerlo. Nadie la entendía mas que el resto de "bebés". Su madre siempre la veía como un bebé; la consentía y le daba de mamar, como si se tratara de una bebé real. Bueno, en este mundo sí lo era, pero eso significaba un gran obstáculo para poder volver a casa.

¿Qué haré? - se preguntó Alondra

Alondra, quien no tenía sueño por el calor, se movió por la cuna para pensar y saber cómo comunicarse con su madre, aunque en el fondo esperaba poder dormir para así pensarlo más descansada. Sin embargo, el movimiento de Alondra llegó a hacer que la cuna suene, por lo cual Geraldine, quien había tomado un baño de burbujas para aliviar el calor, escuchó lo que esta hacía y fue hacia la habitación.

Geraldine entró a la habitación. Vestía una gran bata que cubría su enorme cuerpo. Alondra, al verla, se asustó un poco por lo que ahora sabía.

Mami, debo hablar contigo - dijo Alondra

¿Por qué no puedes dormir? - preguntó Geraldine - ya sé lo que te pasa mi hijita

Geraldine levantó a Alondra y comenzó a cantar una canción de cuna. Alondra intentó hablarle a su madre, pero la canción parecía hacer efecto. Luego de unos segundos, Alondra comenzó a cerrar sus ojos y, finalmente, se quedó dormida.

Ya está - dijo Geraldine

Geraldine fue a la cuna, dejó a su hija, la arropó y besó en su cabeza, para así ir a su cuarto a descansar.

Dulces sueños mi niña bella - dijo Geraldine, quien cerró la puerta del cuarto

A la mañana siguiente, Alondra despertó con su pañal mojado. Su cuerpo no estaba tan sudado como ella esperaba terminar producto del calor, pero sí tenía algo de sudor en su cuello. Lo primero que hizo, luego de revisar su pañal, fue mirar su espejo, sin notar algún cambio en él. Todavía recordaba lo vivido en la noche.

¿Qué haré? - se preguntó Alondra

Alondra escuchó, al terminar de hablar, pasos desde afuera de su cuarto, por lo cual volvió a fingir estar dormida. Geraldine ingresó a la habitación, revisó el pañal de su hija y la llevó a su cuarto para cambiarla de pañal.

Ya estas mi niña - dijo Geraldine

Mami - dijo Alondra

¿Qué tienes? - dijo Geraldine al ver a Alondra - o, ¡que tonta soy!

Geraldine le puso su chupón a Alondra y la llevó al comedor, donde ya estaba Paola, también con chupón en su boca. La madre de las hermanas colocó a cada una en su silla y les dió su papilla junto a un biberón lleno de leche.

A comer - dijo Geraldine

Paola comenzó a comer con su mano como siempre. Por su parte, Alondra parecía no comer. No tenía un objetivo distinto al de hablar con su madre.

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