CAPÍTULO 16

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25 de febrero de 2019

Dentro del teatro me senté en una esquina de la fila donde me habían indicado que me tenía que sentar, estaba en el centro del teatro, pero prefería el lateral para poder salir si lo necesitaba. Las luces se apagaron al poco de yo entrar y antes de empezar apareció un video en la pantalla del que no estaba enterado. Normalmente, ponen directamente la película, a no ser que el elenco o el director quiera decir algo, pero no estaba para decir nada, así que debería haberse puesto la película, pero no fue así. Delante de mí apareció una recopilación de vídeos de Olivia, ella en los rodajes, ella en entrevistas, ella en alfombras rojas, tomas falsas. La productora con la que realicé esa película era una de las muchas con las que Liv trabajó, pero fue una de las que más confió en ella.

Mientras el video pasaba ante mis ojos, noté mi teléfono vibrar durante un largo tiempo en mi pantalón, pero no quise contestar, ni me molesté ver quién era. No quería que nadie me incordiara mientras me martirizaba a mí mismo viendo la sonrisa que jamás volvería a ver delante de mí. Aplaudí, por respeto a Olivia, pero no quería hacerlo, no tenía ánimo de aplaudir, pero una especie de fuerza mayor a mí me llevó a hacerlo sin pensar. El teatro al completo lo hizo, muchos de ellos se levantaron mientras aplaudían durante minutos, yo no lo hice.

Cerré los ojos esperando a que pasara todo. Nunca esperé tener que ver un video de despedida de ella y no era el último que iba a ver. Odiaba verlos, me recordaban que no estaba conmigo y en aquel momento otra cosa mucho peor, que no había resuelto su caso y que el demonio que la había asesinado vete tú a saber por qué seguía libre, campando a sus anchas por la ciudad, como si no hubiese arrebatado una visa, una madre, una mujer, un amor, una hija.

Creo recordar que me cayeron algunas lágrimas, aunque creo que si me pongo a buscar en Internet podré confirmarlo.

Algunas personas se giraron a mirarme, aunque yo miraba al frente, lo sé porque noté sus ojos en mí, pero no las vi hacerlo. Cuando el aplauso cesó, todos se sentaron y la película empezó y entonces mi móvil vibro otra vez, pero esta vez no fue una llamada, fue un mensaje, lo pude saber porque la vibración fue mucho más corta que la anterior. Saqué mi móvil, un poco de mi bolsillo y pude ver que un número extraño me había llamado y además me había mandado varios mensajes.

"Tenemos que hablar"

"Ven a Bambi esta noche"

"Soy Brandon"

Miré a mis lados, como si me preocupara que alguien me estuviera observando, parecía que nadie lo hacía. La película acaba de empezar, pero decidí levantarme. Brandon nunca tuvo mi número y era raro que me escribiera de repente después de tantos años. Nunca me lleve mal con él, pero no fuimos cercanos, además de que no solía ni suelo dar mi teléfono a muchas personas. Me levanté y salí de la sala lo más silenciosamente que pude para no levantar sospechas y que nadie me grabase, ya que eso sería un escándalo más que no estaba ni dispuesto ni preparado para enfrentar en aquel momento. Con suerte nadie quiso importunar y pude salir de la sala sin levantar ningún par de ojos de la pantalla. La luz de los pasillos del teatro me cegó por unos instantes, pero logré acostumbrarme, tenía que ir rápido, así que en vez de pararme a esperar a que mis ojos se adaptaran, empecé a caminar hacia donde recordaba que estaba la salida para poder ir a por mi coche e ir al bar.

Me fui encontrando a gente, pero nadie me preguntaba, solo me miraban.

Llegué al coche, subí y arranqué para dirigirme a Bambi.

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⏰ Última actualización: Jun 29 ⏰

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