El mejor amigo de Zhang hao le obliga a salir de casa, sin saber qué eso conllevará una mordida en el cuello y entrar a un mundo que nunca quiso creer.
Contiene contenido sexual explícito, si no les gusta, pueden saltarlo o no leer la historia.
Hanbin pidió un taxi para no molestar a su chófer y se dirigió hacia la mejor heladería de todo Corea entero.
Algo de helado no le hacia mal a nadie nunca. Se bajaron del taxi y me giré para mirar al pequeño humano a los ojos y sonreír para agarrar su mano.
"Puedes pedir lo que quieras, ¿Qué te gusta?" Preguntó Hanbin.
Zhang hao miró la carta y después la vitrina. "¿Quieres comer un waffle conmigo?"
Hanbin titubeo, no le solía sentar muy bien la comida consistente humana, le debilitaba un poco.
Pero era una noche, ¿importaba?
"Claro, elige lo que quieras y lo compartimos." Dijo con una sonrisa de oreja a oreja.
"Genial... ¿no tienes un helado favorito?" preguntó zhanghao.
"Ey, elige tu, lo que te guste me gustara." Dijo seguro con una sonrisa.
"¿Sí? ¿Y si no te gusta? Y si..." Hanbin se rió suavemente.
"Te ves lindo cuando estás sonrojado." Dijo mirando sus labios firmemente. Quiso agarrar la cintura del chico entre sus manos, morder esos labios y...
Giro la mirada hacia la vitrina, cuando se dio cuenta que tendría problemas si seguía pensando así.
Zhang hao sonrió avergonzado y miró la vitrina de helado también. "Con helado de vainilla por favor, ¿seguro no te importa?" Insistió.
"Lo prometo" Tocó su nariz y el menor rió mirando como preparaban todo con una sonrisa en la cara.
Hanbin estaba enfocado en apreciar cada movimiento que hacía el menor.
Era perfecto, era tan... adorable.
Amor a primera vista, instintos, almas gemelas, le daba igual como la gente quisiera llamarlo, pero el lo llamaba "este chico iba a ser mío" por que no iba a soltar a Zhanghao por nada del mundo.
Zhang hao recogió su waffle y miró a Hanbin para sentarse donde el mayor se sentará.
Juntos se sentaron en una mesa y Zhang hao miró a Hanbin con una sonrisa.
Hanbin miró con una pequeña sonrisa a Hao "Puedes empezar a comer Hao"
Hao le miró algo avergonzado por qué se había quedado algo distraído mirando al mayor.
"Deberías empezar tu, yo comeré despues" Dijo con una sonrisa acercando el plato a él.
"No, no, no... lo compre para ti Hao, disfrútalo tu" Dijo moviendo el plato hacia el. Zhang hao le miró esperando a que el mayor asintiera y comió algo avergonzado de nuevo.
Se sentía como un adolescente cuando... dejó el tenedor y miró a Hanbin.
El no se parecía en nada a Yixiang, no tenia ningún parecido en el, y eso le hacia mas feliz aún.
El no le haría daño. Quiso pensar, quiso creerlo para poder estar tranquilo.
"No puedes comer lo que quieras, primero yo y despuéstú, recuerda que te quiero tal y como eres, no es algo que todo el mundo hará"
Y le creyó...
Zhang hao sintió la mano de Hanbin en su rostro y fue cuando se dio cuenta que una lágrima había caído por su rostro.
"Oh... dios, perdón, lo siento que vergüenza..." Dijo el menor sonrió levemente quitándose la humedad de sus mejillas.
"¿Qué recordaste?" Preguntó Hanbin sin soltar su rostro.
"Oh, nada, nada importante..." Dijo para sonreír.
Hanbin hizo una mueca, el latido de su corazón afirmaba que estaba mintiendo. Pero si lo hacía sería por algún motivo personal que no queria remover.
Hanbin limpio la comisura del labio de Zhang hao, y el menor miró a los ojos del vampiro sintiendo cómo aún el alcohol y su vergüenza subían a sus rojas mejillas.
"Gra-gracias Hanbin" dijo con una sonrisa agradecida mientras sonreia levemente. Hanbin se acerco más a su cuerpo y le susurro al oído mientras que posaba su mano en su muslo.
"¿Te gustaría ir a algún lugar más tranquilo con menos gente? En el que solo estemos tú y yo." Hao sonrió de nuevo, algo avergonzado.
"Oh, claro, podemos ir a donde quieras" Afirmó sonriente.
Sin decir una palabra más, Hanbin cogió su mano y lo dirigio hacia la puerta de salida. Llamó a su chófer y se metieron a su coche, en el asiento trasero. El perfume dulce de zhanghao, entró por las fosas nasales del vampiro y el pensamiento de marcarlo ahí, delante de su chófer, sin miedo a que alguien se diera cuenta, volvió a el, pero sabía que debía controlarse, más que nada por que nadie sabía que el era un vampiro, y que se enteraran podría meterle en gran problemas con su padre, ya que el ni si quiera sabe que se relaciona con humanos.
"¿A dónde vamos?" Preguntó Hao con un tono emocionado, su voz simplemente le hacía reaccionar de una manera tan diferente, como si su simple voz le pidiera que le mordiera y le marcará en su cuerpo, "Propiedad de Sung Hanbin".
"No sé todavía", respondio Hanbin con una sonrisa coqueta. "Pero te aseguro que lo disfrutarás." Durante el camino penso en los lugares que podría llevar a Hao. Podría ir al hotel grande de soul, que tenía una reputación de lo más sexual, o quizás al laberinto más oscuro del bosque cercano a la ciudad, conocido por sus bonitas vistas hacia el rio Han.
Pero Hanbin era la persona mas indecisa del mundo y finalmente, se decidio por un lugar más privado, uno en el que pudiera dar rienda suelta a sus deseos sin tener que preocuparse por los demás, sin pensar en que alguien podría descubrir su deseo por un simple mortal.
"¿Has oído hablar del Hotel de Ensueño?", le pregunto a Hao mientras le pedia a su chofer ir hacia allí.
"No, nunca he estado allí", respondió con curiosidad. "¿Cómo es?"
"Es un lugar privado donde pocas personas pueden ir", explicó con firmeza.
"Es muy lujoso y tiene unas vistas increíbles, ¿que dices? Pasamos la noche alli" Dijo Hanbin mordiendo su labio inferior, luchando por no morder el cuello de Zhanghao en ese instante.
Hao asintió con entusiasmo. "Suena increíble", dijo, deseando ver lo que Hanbin tenía planeado para los dos.
Llegaron al hotel y les abrieron la puerta, Hanbin tomo a Hao de la mano y lo llevo hasta la habitación.
Era una suite impresionante con una gran vista de la ciudad. Hao se sorprendió por el lujo de la habitación y examino todo el lugar con detalle, yo solo pude sonreir por lo tierno que se veía.
Me acerque por detrás, rodeando su cuello con los brazos mientras besaba su mejilla con ternura, Hao correspondió a su beso con una risa coqueta.
"Aquí es donde te tendré toda la noche", murmuro el vampiro en su oído, con una mirada intensa mientras comenzaba desabotonar su camisa. "Quiero hacerte sentir como nunca antes, vas a querer derretirte en mis manos, lo prometo."
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¿Y la vergüenza ajena que va a dar el siguiente capítulo que?
