CAPITULO 15

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Salgo de mi habitación Jeff parece estar de mal humor, no quiero pensar que es porque no lo deje entrar a mi habitación, me acerco a el y lo saludo con nerviosismo.

—H-hola

Me mira por unos segundos, luego se levanta de la mesa toma las llaves del auto y lo sigo ya con mi mochila y lista para ir a la preparatoria, el espera a que suba al coche, subo y decido hablar para saber por qué está molesto, aunque creo saber el porqué.

—Jeff

—Por que no me lo dijiste —dijo sin mirarme

—A que te refieres —actúe confundida

—No te hagas idiota! —me sorprendo al ver su agresividad en sus palabras —Mike, porque el? Porque no me dijiste que aún tenías miedo? Que nunca te agradó esto?

El comenzo a conducir, apretaba el volante molesto, había tristeza y impotencia en su mirada.

—Crei que confiabas en mi, intento ir a tu habitación para hablar del tema y resulta que la puerta estaba cerrada, me tienes miedo? Acaso me odias?

—Jeff no es... —suspiro— no es eso, simplemente tenía miedo de que te enfadaras conmigo, pero mira, al final si estás molesto

—Molesto? Yo nunca me molestaría por algo así, si no quieres está vida aún puedes arrepentirte, pero el final será el mismo

—Mierda! Por qué tuve que conocerte —golpe mi pierna con mi puño

—Espera... que dices? —dice mirándome una vez se detiene en un semáforo

—Si no te hubiera conocido esto jamás hubiera pasado! —siento un nudo en la garganta

—Te arrepientes? —pregunta con los ojos cristalizados, me duele verlo así, pues es la primera vez que veo esa etapa de el

«Detente, no lo digas, no lo digas»

—Si —digo firmemente pero con tristeza

—Te arrepientes de que te haya secuestrado? —dice al borde de las lágrimas, el semáforo cambia y el sigue conduciendo para detenerse frente a la preparatoria

«Aguanta, no lo digas, lo va a destruir»

—Si, me arrepiento de todo, me arrepiento de haberte conocido, nunca quise nada de esto y fue mi error al no decírtelo —salgo del coche mordiendo mi mejilla desde la parte de adentro para desviar el dolor que siento en mi corazón.

Siento como el me toma del brazo y me gira para atraerme a el y besarme, no lo aguanto más y las lágrimas desbordan, lo tomo del cuello con ambas manos para besarlo más, solo quiero que el tiempo se detenga, se pause, quiero quedarme así con el.

Cuando vuelvo en mi me separó de el mientras miro como el también a comenzado llorado.

—No digas eso, por favor... No digas que te arrepientes, no me digas que este beso no signico nada —pide pero yo solo escape entrando a la preparatoria, dejandolo ahí las lágrimas se desbordaban por mis mejillas.

Entre al baño de chicas mirándome a través de los espejos que estaban juntos a los lavamanos, la imagen que tenía de mi me destrozaba, en que momento todo habia terminado así, en qué momento habia decidido huir, en que momento decidí vivir asi?

—Cobarde! Cobarde!! Eres una cobarde!!! —grite golpeándo el lavamanos— Esto no es lo que quiero, quiero... Quiero que el tiempo regrese, que nada de esto pasará, tal vez... Solo talvez si regreso este problema se acabe...

—Crees que funcionaría? Cariño ya todo está hecho, las consecuencias son graves —una voz a mis espaldas me asusto, gire rápidamente mirando de quien se trataba.

—Mamá...

Mi voz termino de quebrarse, sabía que no era verdad, era una alucinación, di unos cuantos pasos para luego saltar a sus brazos, llore a mares cuando esa imagen de mi madre se habia desvanecido justo cuando la atrape, o fue quiza que nunca estuvo ahí.

No lo soportaba, no sé que es lo que realmente quería, amaba a Jeff como a nadie mas, quería que el me esperara, que en unos años cuando fuera legal pudiéramos salir, y si es que se daba incluso casarnos, éramos demasiado compatibles, quizá no tuvimos buenos momentos juntos o quizá nunca pasamos tanto tiempo juntos, pero no lo necesitaba para decir que lo amaba, quizá todo esté miedo es por qué muy en el fondo se que si estoy sale mal, lo terminarán alejando de mi, no quiero eso, quiero que sea libre, no puedo quitarle la libertad a alguien por mi culpa.

No asi.

Cuando las clases terminaron corrí sin conocer las calles de la ciudad y me perdí entre ellas, mientras corrías solo podía pensar «si corro y los abandono, tal vez si me entrego sola a mi padrastro todo termine bien, es posible que en estos momentos me esté buscando, no es tan tonto como me hice creer».

No se cuánto tiempo corrí pero estaba enfrente de una carretera, el aire era algo fuerte que levantaba mi corto cabello, camine hacia la orilla, miraba a ambos lados buscando quien me llevase de regreso, con ambas manos apretaba la blusa que llevaba, como si intentara que mi corazón se calmará, un coche se detuvo frente a mi, la señora que conducía me preguntó que a donde me dirigía y si estaba siendo perseguida, eso último me dejó confundida hasta que...

—ALICE!!!

Gire levemente al escuchar mi nombre, era Jeff, su rostro mostraba desesperación, miedo y tristeza, Mike era quien lo detenía y detrás de ellos estaba Morgan y Dylan.

—Alice!! Regresa! Por favor... No me hagas esto... —Sus labios, todo de el me pedía a gritos que volviera sus brazos, su rostro... Me dolía verlo así, Jeff logró safar uno de sus brazos del agarre de Mike, lo extendió hacia mi, el estaba destrozándose lentamente y lo peor era que yo fui quien lo inició todo. —Vuelve por favor... Por favor —Mike me miraba seriamente, Morgan y Dylan solo estaban confundidos talvez un poco asustados.

Mis ojos estaba cristalizados, me gire para ver a la señora y explicarle a dónde quería ir, pero entonces lo escuché decir...

—TE AMO! Te amo... Alice te amo.

Lo mire por la ventana del coche sus ojos ya estaban hinchados, el estaba de rodillas sobre el piso aún sujetado por Mike, pero en ningún momento dejo de ofrecerme su mano, mordí levemente mi labio inferior.

«Mierda».

Hice una leve reverencia hacia la señora y pedí una disculpa, gire hacia el, corrí, Mike se hizo a un lado y en un solo paso más ya sentía los brazos de Jeff cubrir mi cuerpo, llore como nunca, sentí sus lágrimas caer sobre mi cuello, sentí como se ocultaba en el, no queria separarme de él.

«Por que lo amó».

Todo ya estaba hecho, no importa si intentó arreglar las cosas, no hay vuelta atrás. Ya no.

QUIZÁS EN OTRA VIDADonde viven las historias. Descúbrelo ahora