𝐍𝐎 𝐌𝐄 𝐏𝐄𝐑𝐓𝐄𝐍𝐄𝐂𝐄𝐒

CAPÍTULO 3

El aire fresco de libertad acariciaba mis mejillas mientras dejaba atrás los confines del instituto, marcando el final de una etapa y el comienzo de un nuevo capítulo lleno de promesas y aventuras. Aunque las expectativas de fiestas desenfrenadas y pasiones efímeras se tejían como un cliché, para mí, una alma atada por las cadenas de la protección paternal, cada paso hacia la universidad era un destello de emancipación.

Mi padre, con su celoso resguardo, había intentado mantenerme enclaustrada en un mundo seguro, pero sabía que tarde o temprano tendría que enfrentarme a la vida. La universidad se presentaba como el lienzo en blanco donde podía pintar mis propias experiencias, explorar mis límites y, quizás, encontrar a esa persona que había poblado mis fantasías durante años.

Mi objetivo principal, asegurar mi ingreso a la universidad, se había convertido en un desafío personal. Después de un mes de incertidumbre y búsqueda de propósito, finalmente obtuve mi boleto dorado hacia la libertad académica.

No soy la única que no ha encontrado la gracia en las matemáticas, así que decidí elegir una carrera que me permitiera seguir mis pasiones sin tener que luchar contra números indomables.

Con la emoción de la nueva etapa, me sumergí en el mundo virtual, conectándome con amigos y explorando cada rincón de las redes sociales. Entre mensajes y actualizaciones, llegó el momento de buscar a esa persona que había ocupado mis pensamientos durante tanto tiempo: Isaac Sinclair.

Su nombre resonaba con un encanto misterioso, y su foto de perfil irradiaba una atracción magnética que me invitaba a adentrarme en su mundo.

Con determinación, envié una solicitud de amistad y redacté un mensaje, cargado de una tensión palpable y un toque de coquetería:

"¡Hola! Soy Alessia Fossati. No puedo evitar confesar que cada vez que te veía en el instituto, me quedaba prendada de tu atractivo. ¿Qué te parece si nos damos la oportunidad de conocernos mejor? Estoy segura de que podríamos crear momentos muy interesantes juntos."

Emocionada y llena de nervios, me encontré con su respuesta al despertar, una hora después. Su mensaje había llegado, desatando una ráfaga de emociones en mi interior. La lluvia que caía suavemente afuera y la brisa fresca que se colaba por mi ventana parecían estar en sintonía con mi estado de ánimo.

Intrigada por conocer más sobre él, me sumergí en su respuesta con un interés palpable. Quería saber más sobre sus gustos, sus pasiones, y, por supuesto, no podía evitar la curiosidad por averiguar si tenía pareja. Era como abrir una puerta hacia un mundo desconocido, lleno de posibilidades y expectativas.

Issac: "Encantado de conocerte, Alessia. Debo confesar que tu mensaje fue una agradable sorpresa, sobre todo al notar que has reparado en mí durante nuestros días en el instituto. Me intriga la idea de conocerte mejor y descubrir qué hay detrás de esa mirada cautivadora.
Encantado de conocerte, Alessia. Debo confesar que tu mensaje fue una agradable sorpresa, sobre todo al notar que has reparado en mí durante nuestros días en el instituto. Me intriga la idea de conocerte mejor y  descubrir qué hay detrás de esa mirada cautivadora."

Mi corazón latía con fuerza, impulsado por la emoción de su respuesta. Sin embargo, la realidad se interpone en mi camino, sabiendo que la posibilidad de salir con él es un sueño lejano. Mi padre no permitiría que salga con un chico, al menos no por ahora.

Aunque sé que nuestras conversaciones se limitarán a través de mensajes, cada palabra suya sigue alimentando la llama de mi deseo. Por ahora, me resigno a disfrutar de esta conexión virtual, esperando pacientemente el día en que pueda encontrar la manera de desafiar las restricciones impuestas y reunirme con él en persona.