Capitulo 4

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-Estoy realmente confundido, ¿Cómo que son mitad espíritus? -Aang mira a Haruka, que se acerca a él.

-Ven conmigo afuera y te lo mostraré -responde mientras le entrega su bastón.

Aang toma el bastón y sigue a Haruka al exterior. Sofi y Tao se quedan en la casa para seguir atendiendo a Katara, que aún no despertaba. Las rosas parecían haberla lastimado más que a Aang.

Aang camina por el pueblo mientras Haruka le explica algunas cosas. De repente, Aang ve a un joven con alas, lo que lo sorprende. Haruka simplemente le dice que ese joven es hijo de un espíritu águila y por eso tiene alas. El avatar no sabe qué decir y simplemente se limita a escuchar lo que Haruka le cuenta.

Mientras tanto, con Sokka

-El sol se puso hace como dos horas y ellos aún no regresan -dice mientras mira a Momo- ¿Qué dices, los vamos a buscar o esperamos un rato más? -Momo simplemente lo mira y luego sigue comiendo- Sí, esperemos un rato más.

Sokka se calienta las manos con el calor de la fogata, esperando que Katara y Aang aparezcan. Pero aún no regresan, lo que lo preocupa mucho. De repente, escucha un ruido proveniente del bosque. Sokka inmediatamente toma su fiel boomerang y se levanta, mirando hacia el bosque. Los ruidos se hacen cada vez más fuertes, algo que no le gusta. Momo y Appa también están alerta.

-Quienquiera que seas, debes saber que no te tengo miedo -dice mientras prepara su boomerang para cualquier cosa- Sal de una vez y enfréntame como un hombre -de repente, dos panteras salen del bosque y empiezan a caminar alrededor de Sokka, Momo y Appa- Bueno, no quise decir que vinieran a pelear como hombres, pueden olvidar eso -Momo inmediatamente se sube a la cabeza de Sokka, mientras Appa empieza a inquietarse- Bueno, solo son dos panteras, podremos con ellas -justo cuando Sokka dice eso, cuatro panteras más salen del bosque- Retiro lo dicho, vamos a morir en este lugar -dice mientras mira a las panteras- Me hubiera gustado vivir más tiempo.

Mientras tanto, en la nación del fuego

La princesa Azula está entrenando, mientras una joven de largos cabellos blancos observa cómo Azula practica su fuego control. La joven toma un poco de té mientras apoya a la princesa.

-Eso fue realmente maravilloso, princesa Azula. Eres realmente buena con tu fuego control -dice mientras deja la taza de té en la mesita que está a su lado.

-Aun no es perfecto, necesito que sea perfecto -Azula vuelve a lanzar fuego hacia un muñeco, que comienza a arder- Tengo que ser la mejor.

-Princesa, tú ya es la mejor. No es necesario que te esfuerces aún más -en ese momento, ve cómo Azula la mira seriamente- Pero si esto te hace feliz, entonces sigue haciéndolo.

-Lan Fen, quiero que luches contra mí -Azula ve cómo Lan Fen se sorprende- Sé que eres buena en el fuego control, por eso mi padre te comprometió conmigo.

-En este momento, estoy disfrutando de un rico té -dice mientras la ve con tranquilidad.

-Te ordeno que vengas a entrenar conmigo ahora -Azula usa un tono de voz autoritario mientras mantiene las manos detrás de su espalda.

-Está bien, princesa Azula. Si quieres que entrene con usted, entonces lo haré -Lan Fen se levanta y junta sus manos frente a ella.

Azula sonríe mientras observa cómo Lan Fen se levanta y camina hasta una distancia adecuada para comenzar a entrenar. Azula se prepara y lanza el primer ataque, pero Lan Fen lo esquiva hábilmente y contraataca. Ambas comienzan a pelear intensamente. En ese momento, un hombre de cabello negro llega y observa a Azula y Lan Fen entrenar.

El hombre simplemente se sienta y disfruta viendo a su sobrina entrenar con la princesa Azula. Lan Fen pelea con destreza, esquivando los ataques y respondiendo con fuerza. Su tío observa con una sonrisa, satisfecho de ver el progreso de su sobrina mientras disfruta de una taza de té.

El Único Maestro De LuzDonde viven las historias. Descúbrelo ahora