Shuji 💮

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Personaje: Shuji Hanma

Personaje: Shuji Hanma

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— Hasta mañana, jefe.

—Buenas noches ____.

Salí del edificio de la empresa cansada; todos los días eran iguales:

Levantarse sola, tomar café, coger el metro, trabajar 8 horas en la oficina y volver a casa a dormir.

¿Cuándo se volvió mi vida tan aburrida?

Hace 12 años era la segunda al mando de los Vallhala, tenía un novio guapísimo y el respeto de una banda de 300 miembros a pesar de ser mujer.

Oh, Shuji Hanma... Puedo recordarlo como si fuera ayer. Aunque era un idiota de aquella, yo estaba loca por él.

Amaba su sonrisa socarrona, ese pelo picudo que despeinaba todos los días, esas manos tatuadas que agarraban mi cuerpo y lo hacían suyo...

Ah, sí. Ya me acuerdo por qué se acabó todo; incluida mi relación con el Hanma.

Todo fue culpa de Tetta Kisaki.

Suspiré al recordar los buenos momentos del pasado y me centré en no perder el tren para llegar a casa.

¿Qué haré para cenar..? Me quedó pasta de ayer, pero llevo cenando lo mismo varios días...

Mientras esperaba a que llegara el metro, me puse a pensar en lo que haría después de cenar.

Una vez agarrada en el metro, saqué el móvil para ver las noticias del día.

La policía continúa buscando posibles sospechosos del accidente ocurrido cerca del río Hataki, donde un coche fue empalado por otro...

El metro se detuvo en una parada; las puertas se abrieron pero yo lo ignoré hasta escuché unas risas infantiles y miré detrás mío.

A estas horas había bastantes personas, y los niños siempre ocupaban los asientos reservados.

—¡Niños! —Los tres gamberros dejaron de jugar y me miraron. —Hay una pobre abuela de pie, casi ni se mantiene con el bastón y estáis ocupando su sitio. Dejad que se siente, y no juguéis en los asientos especiales cuando hay tanta gente.

Rápidamente los tres pequeños desocuparon los asientos. —¡S-Sí señora! —La abuelita me dio las gracias con una tierna sonrisa y se pudo sentar en uno de los sitios.

—Estos críos... —Suspiré y me giré para seguir mirando el móvil, pero una grave voz atrajo mi mirada hacia arriba.

—Veo que sigues igual de imponente que antes... —Sus ojos dorados ahora estaban más apagados; pero el pendiente que le regalé aún adornaba su oreja.

—¿Shuji?

—Cuánto tiempo, ____. —Una sonrisa ladina apareció en su rostro; el cual al contrario parecía pálido e inerte.

Tokyo Revengers {One Shoots y más}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora