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"No llamé para pedir una canción Pero para hablarle no tengo otra opción Porque ella muy probablemente Está escuchando y yo de frente No me atrevo ni a empezar esta conversación"
-Morat; Al Aire.
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EL
-¡Bien, ese es el plan!-. Exclamó Hendrik con entusiasmo.
-¿De qué hablas? ¿Qué plan? Mejor ponte a trabajar Hendrik-. Decía Kimmy con cierta confusión, mientras acomodaba algunos libros en el estante.
-Llamaremos a la radio-. Respondió Hendrik. -Bien, llamaré yo no tú-. Continúo hablando mientras que Kimmy solo giraba los ojos ante su loca respuesta
-Me parece mejor. -Sonrió su amiga. -Pero una pequeña pregunta ¿Qué te hace pensar que ella esté escuchando específicamente esa estación de radio? O mejor aún ¿De qué sea la chica que estoy pensando? Digo, no conozco a alguien más que esté tan atrapado en los 90s como tú estás de los 80s.
-En realidad no estoy tan seguro de que a la primera funcione, así que, si no llamaré mañana o todos los días que sean necesarios, hasta dar con ella.
-Haz lo que quieras niño, sabes que yo tengo la manera de averiguar más sobre la chica, solo es cosa que tú me dejes. - Ella estaba decidida en hacer eso con tal de que su amigo no llamara a la estación, sobre todo si ya tenía las sospechas de quien podría ser la dueña de aquel reproductor.
Suspiró Hendrik. -Kimmy... Kimmy... Mi pequeña amiga ¿Qué sería de la vida si todo fuera así de fácil?, además lo sencillo le quita la diversión.
Sonrió Kimmy con complicidad -Se me olvidaba que a ti te encanta complicarte la vida, pero debo de admitir que uno que otro de tus planes complicados ha funcionado, pero esta vez por favor piensa con la cabeza y no hagas todo al aventón.
Hedrik miro el reloj, sacó su pequeña radio portátil y sintonizo su estación favorita "La nueva amor" esperando aquella sección en la que la gente hablaba, pero por más que miraba a ver si pasaba el tiempo era en vano, cada vez se veía tan lejano el poder hacer esa llamada y eso lo estaba estresando un poco.
-Me rindo, jamás podré hacer esa llamada. - Observó un momento más el reloj, esperando con la poca suerte que le quedaba a que el locutor anunciara las llamadas hasta que a lo lejos se escuchó la voz de su amiga.
-Hendrik!!!, deja de estar en las nubes y escucha!
-¿Quién habla? -. Kimmy al ver el desánimo de su energético amigo llamó sin que se diera cuenta y por suerte atendieron su llamada. Hendrik no podía creer lo que estaba pasando, no sabía qué hacer, pero como quería hacer ese buen gesto tomó valor y se dispuso a hablar
